“Hay reiteración delictiva, pero sin sentencia firme no podemos hacer mucho más”
La fiscal Carmen Adán admite su preocupación por la sensación de impunidad que tiene parte de la sociedad con respecto a los autores de hechos ilícitos
Los delitos de lesionesestán aumentado en torno a los lugares de ocio y hostelería, a los que se suman los que se cometen contra el patrimonio, algo que está generando “una sensación muy grande de inseguridad en la ciudadanía”, según ha reconocido la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, que no oculta su preocupación por la sensación de impunidad que tiene parte de la sociedad con respecto a los autores de estos hechos ilícitos.
“Aunque no es así, aunque hay que admitir que los tiempos del proceso penal siguen siendo lentos”, ha reconocido Adán. “Es cierto que hay reiteración delictiva, pero como no hay sentencia firme no podemos aplicar la reincidencia, por lo que muchos de los delitos no dan lugar a entrada en prisión. Este es el sistema que tenemos, y en tanto no se potencien otras formas de resolución o procedimientos más rápidos no podemos hacer mucho más”, ha reconocido durante una comparecencia ante la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento Vasco, en la que ha presentado la memoria de la Fiscalía Superior del País Vasco de 2024.
Adán ha alertado del aumento de los delitos contra la libertad sexual, ante los cuales es complejo detallar si se debe a “un proceso de banalización de la violencia” que podría estar influyendo en su comisión, o se trata más bien de una mayor concienciación social que hace que aumenten las denuncias.
Comunicación de posibles agresiones
“Si fuera esta última la causa, nos preocupa que siga habiendo un número de delitos contra la libertad sexual que no llega los tribunales”. En ese sentido, según ha revelado Adán, la Fiscalía ha llegado activar diligencias de investigación cuando facultativos comunican desde un centro médico la existencia de una posible agresión.
Son casos en los que se recogen muestras físicas para evitar que la víctima, pensándoselo mejor, no continúe adelante con el proceso. “La verdad es que la mayoría de estos asuntos de diligencia de investigación preprocesal han ido a archivo porque la víctima rara vez ha querido denunciar”, ha reconocido la fiscal, a pesar de lo cual “en algún caso lo hemos logrado, a través de la familia y allegados, y sólo con un caso que se haya logrado nos parece suficiente el esfuerzo”.
Adán ha subrayado que la especialización de juzgados y fiscalía en materia de violencia de género y doméstica está permitiendo unos mayores ratios de condena, si bien ha reconocido que “desgraciadamente los casos siguen aumentando, algo que resulta absolutamente descorazonador”. Los números así lo reflejan. Durante el último año se ha pasado de 2.681 diligencias urgentes a 3.352. El número de diligencias previas también se ha incrementado -de 3.500 a 6.000-, al igual que ha ocurrido con los escritos de acusación, de 795 a 1.643.