Debate de Política general en Gipuzkoa: una “mano tendida”, y otra escondida
El cruce de dardos enreda la supuesta voluntad de acuerdo de los partidos y dificulta la geometría variable para conformar mayorías en Gipuzkoa
La manifestada voluntad de acuerdo de todas las partes de cara a la negociación de los presupuestos generales de 2025 y del inminente proyecto de reforma fiscal que cocina el Gobierno foral (PNV y PSE) después de acordar con EH Bildu los pilares fundamentales sobre el que se sostendrá el nuevo sistema fiscal guipuzcoano se enfrentará en las próximas semanas y meses a la desconfianza mutua que han evidenciado este miércoles en el Pleno de Declaración Anual de Política General las distintas formaciones representadas en las Juntas Generales de Gipuzkoa, con dos bloques bien definidos: PNV (17) y PSE (7) en el gobierno foral con 22 escaños, por un lado; y por otro, EH Bildu (22) y Elkarrekin Podemos (2), con otros 22; todo ello, con un PP (3) que ejerce de improvisada llave tanto para aprobar medidas, como para tumbarlas.
Eider Mendoza ha interpelado varias veces a EH Bildu. Le ha recordado que durante su mandato entre 2011 y 2015, y por el bien de Gipuzkoa, la formación jeltzale le aprobó los presupuestos en tres ocasiones al gobierno liderado por la coalición soberanista. Y le ha reprochado que EH Bildu, aunque parece que sí, al final siempre se echa atrás y les deja solos.
La diputada general ha hablado de generar confianza en ambas direcciones, y ha interpelado a la portavoz de la coalición soberanista, Maddalen Iriarte, a quien ha tendido la mano varias veces. Iriarte no se ha mojado y también ha mostrado su “mano tendida”, desde una distancia prudencial.
El debate en el Pleno de las Juntas sí ha dado algunas pistas. La más clara es que parece difícil que el Gobierno formado por PNV y PSE en Gipuzkoa pueda alcanzar un acuerdo presupuestario con Elkarrekin Podemos.
Mundos paralelos
La portavoz morada Miren Echeveste (Elkarrekin Podemos) ha verbalizado su disconformidad con todo lo que se mueve en un modelo que tacha de “capitalista” y “mercantilista”.
Ha mostrado su escepticismo en relación a las principales afirmaciones y medidas expuestas por la diputada Eider Mendoza, y ha aprovechado para criticar el “modelo neoliberal” al que también han contribuido los gobiernos forales y autonómicos” del PNV y el PSE.
Si la diputada general Eider Mendoza ha presentado en su intervención una Gipuzkoa próspera, Echeveste ha dibujado un escenario radicalmente diferente: “A nadie se le escapa el deterioro de nuestros servicios públicos, la sistemática externalización y concertación de servicios, la pérdida de tejido industrial y terciarización de la economía, el abandono de nuestro sector primario, la pasividad ante la emergencia ecológica, la falta de criterios de sostenibilidad al abordar los proyectos de infraestructuras, la pérdida paulatina de poder adquisitivo de la población y el empobrecimiento de los y las trabajadoras esenciales o la incapacidad para hacer efectivo el derecho a la vivienda”.
La portavoz de Elkarrekin Podemos ha terminado insinuando que se olviden de sus dos votos. O no. Pero sí. “Tiene baratos los votos del PP”, le ha lanzado a Mendoza, quien ha venido a responder que alucinaba con lo que había oído.
Cuestión de límites
Y es que el PP había ofrecido previamente sus votos al Gobierno foral en un supuesto alarde de generosidad. En su primera intervención, el portavoz Mikel Lezama (PP) ha dicho que comparte “el 80% del diagnóstico y los retos” expuestos por Mendoza, aunque luego le ha pasado una lista de recados entre los que ha pedido “menos autogobierno y menos romanticismo patriótico” en favor de defender a Gipuzkoa, “la provincia más pequeña de España”.
De paso, le ha dicho al PNV que “basta ya de patrimonializar las instituciones”. Y también que hay que “descentralizar” Euskadi, y que las decisiones sobre Gipuzkoa no las tiene que tomar Ortuzar (el presidente del PNV), acusando a Mendoza de permitir que Bizkaia lo “acapare todo”. El portavoz popular ha acuado a PNV y PSE de que están fiscalizados por sus ejecutivas, que les “marcan límites” y coartan su acción de gobierno.
A Mendoza no le ha sentado nada bien: “Las limitaciones se las ha impuesto su propio partido a usted; no mire al resto. Cuando hemos sido capaces de tejer complicidades y acuerdos, a usted, al igual que al resto, los límites se los ha puesto su partido”, le ha respondido.
En las filas del PNV, María Eugenia Arrizabalaga ha calificado la estrategia del PP en Gipuzkoa y Euskadi como “un divide, confronta y vencerás”, y ha dicho que el “objetivo es dificultar la construcción nacional” vasca. Pero le ha recordado a Lezama que “no se olvide de que somos abertzales”.
Guerra en las alturas
Pero la verdadera batalla ha estado en las alturas. Entre PNV y EH Bildu, y algo menos el PSE. Los tres partidos con mayor representación han establecido su propio diálogo; en clave primero, y directo después, cuando los reproches han ido aumentando de tono. Los tres aspiran a entenderse, pero la salsa aún no parece estar en su punto.
Con Alberto Albistegui, el portavoz del PSE más centrado en poner en valor la labor realizada por su tres diputados en materia de medio ambiente, movilidad y cultura, juventud y deporte; y de resaltar la garantía de “estabilidad” y las bondades que supone la presencia de su partido en los gobiernos, el diálogo se ha centrado finalmente en el toma y daca entre el PNV y EH Bildu, que han hablado de “manos tendidas”, de voluntades y necesidad de acuerdo, pero han terminado tirándose los trastos a la cabeza.
Maddalen Iriarte, portavoz de EH Bildu, ha tenido una primera intervención más templada, exponiendo que hay que “integrar” a la ciudadanía en los debates, que hay que impulsar las políticas públicas. Ha pedido unos “cuidados públicos” y “gratuitos”. Y ha incidido en el cambio de modelo que viene propugnando.
Cuando Mendoza le ha reprochado que no plantee alternativas reales y le ha pedido que pase de las palabras a los hechos, Iriarte ha cambiado el tono y ha acusado al PNV de vivir “atrincherado”.
La portavoz de EH Bildu ha evitado responder a la interpelación directa y reiterada que le ha lanzado la portavoz del PNV, María Eugenia Arrizabalaga, que en sus dos turnos le ha preguntado directamente: ¿Por qué (EH Bildu llega a) acuerdos en España, en Navarra, en Gasteiz, pero no en Araba ni en Gipuzkoa?
La portavoz de EH Bildu también ha mostrado sus dudas ante la voluntad de Mendoza de lograr un punto de entendimiento que haga sentir cómodo a todos los partidos en materia fiscal. Iriarte lo ve “difícil” y lo ha calificado como “la cuadratura del círculo”.