El barco de rescate humanitario Aita Mari, operado por Salvamento Marítimo Humanitario, ha llegado este viernes a Ravenna (Italia), sobre las 11.45 horas, tras cinco días navegando y más de 1.700 kilómetros recorridos.

La embarcación rescató a 34 personas en el Mediterráneo en la madrugada del 15 de julio, entre las que se encontraban dos mujeres, de las que una se encuentra embarazada de 7 meses, que embarcó junto a su hermano de 14 años y otros dos menores.

Tensión libia

Estas personas "huían de Libia" a causa de la guerra y su "procedencia oscila entre Egipto, Nigeria, Bangladesh y, sobre todo, Siria". Además, algunas de las personas rescatadas aseguran haber sufrido torturas durante su estancia en el territorio libio. Durante la travesía, han recibido atención médica y apoyo humanitario.

El rescate, no obstante, se llevó a cabo en condiciones difíciles, ya que durante la operación aparecieron tres embarcaciones libias. Algunas de las personas que iban en dichos barcos portaban máscaras y armas, lo que creó momentos de tensión. Sin embargo, se logró estabilizar la situación y rescatar a todas las personas.

Futuro en peligro

El desembarco, llevado a cabo este viernes en Ravenna, es un paso crucial para estas 34 personas, ya que podrán buscar un futuro alejadas de la persecución y el peligro. Sin embargo, este futuro se tambalea a causa de las nuevas políticas adoptadas por la Unión Europea. Esto se debe a la criminalización a la que se les somete que va en contra de los derechos humanos fundamentales.