El ojo que todo lo ve de las playas vascas. Así podría definirse la red de videometría que ha desarrollado el centro tecnológico Azti y que “cuida” las costas de Hegoalde e Iparralde, aunque este año ha abierto sucursal en las Islas Canarias, en concreto en las playas de Las Canteras, La Laja y Las Alcaravaneras de Gran Canarias.
En total, más de una treintena de ubicaciones costeras cuentan con una estación KOSTASystem, que permite monitorizar la costa en tiempo real “y abordar los riesgos climáticos actuales y futuros”.
Este sistema permite, asimismo, evaluar aspectos como la seguridad de las y los bañistas y la afluencia a las playas.
Azti ha trabajado para desarrollar un sistema de videometría que hace posible monitorizar los litorales haciendo uso de una tecnología que combina cámaras de vídeo, alimentadas con paneles solares, y algoritmos de inteligencia artificial para procesar las imágenes.
Las 35 estaciones de KOSTASystem facilitan a las instituciones evaluar los efectos que el cambio climático está provocando en la costa, pudiendo tomar las decisiones necesarias acordes a los riesgos que corren las poblaciones del litoral.
La red de cámaras de este sistema monitoriza las playas para comprobar cómo evolucionan la líneas de costa y observa los cambios que se producen a lo largo del tiempo que afectan, por ejemplo, a la forma de la playa, el espacio que ocupa o la distribución de la arena.
Además, permite vigilar a tiempo real el impacto de las olas y valorar sus efectos en puertos, paseos marítimos y otras infraestructuras. Así, resulta más sencillo predecir la incidencia de los temporales en la costa, tomar medidas adecuadas para aminorar sus efectos y mejorar los sistemas de alerta.
La red de cámaras facilita monitorizar la costa para que las campañas de recogida de basura marina resulten más efectivas y funciona como “aliada” de los servicios de socorrismo de las playas, ya que permite detectar y prever corrientes de resaca en el mar.
De ayuda en las playas
De gran interés es también la información que obtiene sobre el grado de ocupación de las playas, calculando la asistencia y elaborando informes anuales sobre patrones de comportamiento. Esta herramienta, a petición de la Diputación de Gipuzkoa, se adaptó en la pandemia para que se pudiera obtener datos en tiempo real de la ocupación de las playas y poder así cumplir las recomendaciones en materia de aforo.
Irati Epelde, experta en oceanografía de Azti, ha destacado que este sistema “ofrece a los responsables de la gestión costera un sistema de vigilancia de los litorales y arenales más eficiente y económico que otras técnicas tradicionales, como la topografía, además de proporcionar datos “que pueden servir para analizar escenarios futuros y la evolución de las playas en respuesta a la subida del nivel del mar”.