Invisibilizadas e injustamente borradas de la historia. Muchas mujeres científicas han carecido del reconocimiento que merecían, como fue el caso de Svetlana Mojsov cuyos descubrimientos han servido de base para crear el Ozempic, uno de los fármacos más revolucionarios de los últimos tiempos. Los datos reflejan, no obstante, que la integración de la mujer en el ámbito científico aumenta de año en año. En la etapa previa al doctorado, concretamente, la presencia femenina supera a la masculina con un 51,4%. No ocurre lo mismo a medida que avanza la carrera investigadora, donde el denominado “techo de cristal” impide a muchas llegar a lo más alto.
Con el objetivo de abordar los desafíos que comporta la inclusión de las mujeres en la ciencia, NOTICIAS DE GIPUZKOA ha organizado un encuentro que ha contado con la colaboración de Diputación Foral de Gipuzkoa y Corporación Mondragon.
La periodista de NOTICIAS DE GIPUZKOA Oihana Prado moderó la jornada, en la que participaron mujeres relevantes en el sector científico y tecnológico, así como del ámbito de la formación, y analizó, entre otras cuestiones, la importancia de fomentar las vocaciones STEAM, las dificultades que se encuentran las mujeres científicas a lo largo de su carrera, así como la importancia de impulsar el equilibrio de género en las organizaciones, con el fin de aprovechar todo el potencial humano disponible, enriquecer la investigación científica, inspirar a las futuras generaciones y abordar eficazmente los desafíos de la sociedad.
“No pretendemos ser superwoman”
El apartado dedicado al equilibrio de género como impulso a la innovación y a la competitividad empresarial contó con la participación de Cristina Murillo, directora de Servicios de GAIA, Asociación de Industrias de Conocimiento y Tecnología de Euskadi; Idoia Azaldegui, gerente de Polymat, vicepresidenta del Circular Economy Group de Women Action Sustainability (WAS) y premio Aspegi 2020 a la Mejor Ejecutiva; y Jaione Ganzarain, directora general del Centro Tecnológico Lortek perteneciente a BRTA Basque Research and Technology Alliance, alianza de centros tecnológicos de Euskadi.
En este bloque, las ponentes abundaron en la brecha de género, que se va agudizando a medida que las mujeres avanzan en su carrera investigadora. “Sucede a partir de la etapa post doctoral, y es que hasta ese momento hay un equilibrio. Lo que ocurre tras hacer la tesis es que las profesionales se enfrentan a un momento vital más complejo y es ahí cuando ocurre el llamado efecto tijera, es decir, conforme avanza la carrera profesional, las posibilidades de acceder a puestos de liderazgo se estancan. Esto ocurre porque la carrera investigadora implica muchas veces una movilidad internacional y una exigencia que dificulta la conciliación. Es necesario diseñar estrategias para que las mujeres puedan optar a los puestos de liderazgo. Ya contamos con legislación en este sentido, lo que hace falta es cumplirla y que las administraciones y los centros vayan de la mano”, introdujo contundente Azaldegui.
Ganzarain, como directora de un centro tecnológico, matizó que “la brecha se agudiza a partir de los 35 años, cuando la profesional empieza a consolidar su carrera. En los últimos años hemos mejorado mucho en ese sentido, hace dos décadas estábamos 4 puntos por debajo, pero hay mucho por hacer. En los centros tecnológicos, por ejemplo, el 90% de las personas que se acogen a las medidas de conciliación siguen siendo mujeres, lo cual ralentiza su carrera”. Sobre el equilibrio de género en su organización, Ganzarain comentó que en su propio equipo son un 60% de mujeres, pero que tan solo un 10% de directivos de centros tecnológicos son mujeres”.
Murillo propuso “empezar a pensar qué podemos hacer” para cambiar el rumbo, “tal y como hicieron aquellas mujeres que lucharon para que hoy podamos votar o abrirnos una cuenta corriente. Creo que esto es una labor del conjunto de la sociedad, porque existe discriminación salarial y también existe a la hora de acceder a puestos de liderazgo”. En su intervención, la directiva de Gaia lanzó otro potente mensaje: “Nadie es superwoman. Hay que visibilizar que se puede llegar a base de esfuerzo, pero también debemos decir que las que llegan también son personas de carne y hueso”.
Sobre las iniciativas que llevan a cabo las propias organizaciones para fomentar el liderazgo de mujeres en el ámbito de la ciencia, la gerente de Polymat destacó que promueven desde 2018 una beca denominada Emakiker, dirigida a mujeres científicas de polímeros. “Fue una decisión estratégica. Mediante esta acción les ofrecemos un contrato de cinco años para liderar un proyecto de investigación y les ofrecemos apoyo para poner en marcha su laboratorio. A día de hoy, tenemos cuatro científicas liderando sus proyectos y laboratorios. El porcentaje de mujeres liderando proyectos científicos, en patentes, en transferencia de tecnología o promotoras de startups no llega al 40%, lo que nos indica que tenemos que seguir promoviendo acciones de discriminación positiva”, detalló. Además, apostó por “continuar dando visibilidad a mujeres científicas como lo estamos haciendo mediante el programa Emakumeak Zientzian, dirigido a escolares, o mediante acciones de mentoring de mujeres senior a mujeres junior”.
Sobre la importancia de visibilizar la ciencia en la sociedad, Ganzarain dio cuenta las diversas acciones que promueven desde Lortek: “Lortek está ubicado en Beasain, en la comarca del Goierri, una zona muy industrial y tecnológica, y participamos activamente visibilizando la investigación, organizando jornadas, foros y dando a conocer los doctorados y profesionales que tenemos en este ámbito. Por otra parte, desde BRTA varios centros hemos puesto sobre la mesa la necesidad de visibilizar a las referentes senior, y hemos organizado un encuentro de mujeres junior y senior este año”.
Murillo, por su parte, aclaró que “como clúster hemos desarrollado diversos programas de liderazgo para mujeres, pero lo principal es abordar un cambio cultural, porque en el sector tecnológico en Euskadi somos 36% de mujeres. Gaia nació en el año 1983, hace 41 años, y hace tan solo tres años se nombró a la primera mujer presidenta. En la junta directiva empezamos a tener más presencia, aunque todavía queda camino por andar”.
Finalmente, como conclusión, las ponentes abogaron por promover el equilibrio de género como palanca de competitividad: “Debemos asegurarnos de que las mujeres estén en el ámbito STEAM, porque en el futuro los centros de poder van a girar en torno a estas áreas. Además, si estamos al 50%, la toma de decisiones será más innovadora, creativa, eficaz y enriquecedora. Los estudios indican que las organizaciones menos igualitarias son menos innovadoras”, aseveró.
Ganzarain valoró la oportunidad que ofrece la diversidad “a la hora de generar nuevo conocimiento desde una perspectiva igualitaria” y Murillo recordó que la ciencia es curiosidad, “por lo que les diría a las niñas que sean curiosas, que se atrevan, y sobre todo que crean en ellas mismas”.
Murillo: “Hay que visibilizar que se puede llegar a base de esfuerzo, pero también debemos decir que las que llegan también son personas de carne y hueso”
Azaldegui: “El porcentaje de mujeres liderando proyectos científicos no llega al 40%, lo que nos indica que tenemos que seguir promoviendo acciones de discriminación positiva”
Ganzarain: “En los centros tecnológicos, el 90% de las personas que se acogen a las medidas de conciliación siguen siendo mujeres, lo cual ralentiza su carrera”
