Empecemos por el inminente traslado a su nueva sede de Eskuzaitzeta, en Zubieta. ¿Qué le aporta ese centro a Mubil?

–Ya está a punto de terminar y va a ser muy interesante verlo para entender lo que viene alrededor del polo , donde nos van a acompañar varios centros tecnológicos, empresas y otros agentes que se quieren instalar.

“Es verdad que hay que mejorar y que otros van más rápido, pero la electrificación va a jugar un rol importante”

Explíquenos cómo será.

–El edificio Mubil va a tener 10.000 metros cuadrados y en los otros 30.000, en números redondos, se van a instalar diferentes centros tecnológicos y empresas. Cidetec es uno de los primeros centros tecnológicos, que ya va a venir a finales de año.

¿Cuánto tiempo puede llevar a desarrollar íntegramente el polo Mubil y qué podemos esperar de él a cinco años vista?

–Estimamos aproximadamente dos años y en los próximos cinco, lo más importante va a ser consolidar el ecosistema que se va a generar alrededor. Estamos trabajando para que se constituya con empresas, también universidades y con la FP. El objetivo de Mubil es impulsar esa nueva movilidad inteligente y sostenible y trabajar en la interacción entre los diferentes agentes para generar nuevas oportunidades, proyectos y conocimiento. Queremos seguir manteniendo Gipuzkoa y el País Vasco como un territorio importante en la movilidad.

¿Correremos el peligro de perderlo?

–La movilidad está cambiando y lo más importante para que sigamos siendo competitivos es seguir formándonos en tecnologías. Es decir, si solo vas a precio, siempre habrá alguien que fabrique más barato.

¿Hay que hacerse fuerte en casa?

–También nos va a tocar trabajar en la internacionalización para que podamos traer también empresas interesantes. Y tener un espacio físico como Eskusaitzeta, con varios cientos de personas trabajando juntas en temas de movilidad, va a ser un valor añadido en sí mismo, porque genera unas energías y oportunidades importantes.

“Yo tengo un vehículo eléctrico y no he conocido casos de quedarse tirado por falta de puntos de recarga”

Hablemos del coche eléctrico. ¿Hay un parón?

–De la misma forma que la red eléctrica es resiliente porque tiene un mix tecnológico, lo mismo va a pasar en el tema de la movilidad, entendida en un aspecto amplio, y ahí va a haber un mix de soluciones en función de lo que sea más útil en cada caso.

¿Se llegó a pensar que la electrificación podría abarcarlo todo?

–Yo soy de los que piensan que se va a electrificar todo lo que se va a poder electrificar. Es decir, la electrificación va a jugar un rol importante y ya lo está jugando en muchos aspectos. Pero digamos que cuanto más ligero y menos distancia, más sentido tiene.

¿Dónde está el límite de la electrificación?

–Ahí va a depender de varios factores. Y cuanto más pesado sea el vehículo o el transporte, la electrificación, es decir, la batería, cada vez va a ser más difícil. Por ejemplo, en barcos grandes, aviones, etcétera.

¿La combustión está muerta?

–La combustión no está muerta. Hay aplicaciones donde la combustión va a seguir existiendo y va a formar parte del mix. Una cosa es Europa, pero hay partes del mundo donde la combustión no tiene fecha fin y se va a seguir utilizando. Lo que sí que tiene que cambiar es el combustible que se añade a la combustión.

¿Qué me dice del hidrógeno?

–Puede ser hidrógeno o derivados del hidrógeno, que también se utilizan para generar lo que se llaman efuels u otro tipo de combustibles sostenibles. Desde mi perspectiva, vamos a ir a una mezcla de soluciones tecnológicas. Pero lo que va a abarcar todo es la descarbonización. Eso es innegociable. Entonces, puede venir desde las baterías, donde está habiendo un desarrollo importante, o desde otros combustibles como puede ser el hidrógeno, sobre todo el producido desde las energías renovables, evidentemente.

Dicen que es caro producir el hidrógeno verde, ¿no?

–Esto es como las baterías, que están bajando mucho, porque se están empezando a meter en los vehículos y cuando tú empiezas a metro economía de escala, los precios empiezan a bajar. Y al hidrógeno le está faltando esa economía de escala, que llegará cuando la industria comience a utilizar el hidrógeno de forma importante.

¿De cuantos años hablamos?

–No me atrevo a hablar de plazos. El problema de la movilidad es que ha dependido hasta hace pocos años casi el 100% del petróleo. Y encima que no somos un país productor de petróleo.

“Vamos a un mix de soluciones con el hidrógeno y la combustión en algunos casos, pero la descarbonización es innegociable”

Tampoco lo somos de baterías, ni de materias primas con las que se hacen. Ese debate está en la calle y se supone que China tiene todas las de ganar ahí.

–Pero eso también está cambiando. Sí es cierto que las baterías han venido primordialmente de Asia, pero un sistema de baterías es mucho más que la celda: hay bastante tecnología, bastantes proveedores y cuestiones que sí están bien implementadas en Europa; y encima, con una cadena de valor bien asentada. Son cosas de electrónica, mecánica, termofluídica, seguridad... Tenemos hueco ahí. Y en Euskadi también hay empresas que se dedican a fabricar y desarrollar todo ese tipo de tecnología.

Así que tenemos una puerta de entrada.

–Por otra parte, se están abriendo y se van a abrir gigafactorías en Europa. Y en España están previstas tres, una de ellas es la gran apuesta tecnológica del Gobierno Vasco, que es Basquevolt, en Gasteiz. Y la tercera cuestión, muy importante también, es una legislación europea (Battery Passport) que se va a empezar a implementar con exigencias de reciclabilidad y reutilización: economía circular en otras aplicaciones menos exigentes en las que se pueden reutilizar esas baterías, por ejemplo, con renovables.

La producción masiva de también baterías ha estado en el ojo del huracán y se ha puesto en duda como solución. ¿Es definitivamente más sostenible un vehículo eléctrico que uno de combustión, aunque estos mejoren su eficiencia?

–Sin ningún tipo de duda. Si consideramos toda la vida del vehículo, es mucho más sostenible. Porque además de la eficiencia del vehículo, la red eléctrica también está en su propio proceso de descarbonización. Es decir, las renovables cada vez están entrando más.

“El objetivo de Mubil es seguir manteniendo a Gipuzkoa como un territorio importante en la movilidad; las cosas están cambiando”

El dilema de si comprar eléctrico o no está presente, pero siguen siendo muy caros y no terminan de despuntar, mientras en otros sitios van más rápido. En China, por ejemplo…

–Y sin irnos tan lejos, en Portugal el parque de los eléctricos es ya del 20%, mientras que en España está alrededor del 7%. Por no hablar de Noruega, que están en el ochenta y pico por ciento. En Europa y en el mundo, el coche más vendido del 2023 fue por primera vez un eléctrico, el modelo Tesla Model Y. La electrificación viene y lo que hay que hacer es tecnología, tecnología y tecnología. Sí que es cierto que hay temas que hay que mejorar.

¿Cómo andamos de puntos de recarga?

–Ahí queda bastante por hacer, pero en España hay 30.350 puntos de carga y el año anterior se instalaron 9.000. Es decir, espacios para poder recargar hay: el 6% del tiempo están ocupados y el 93% están libres. ¿Que hay que seguir mejorando? Evidentemente. ¿Que hay que seguir aumentando la potencia de los puntos de recarga? También, sobre todo en las vías de tránsito. Pero yo tengo un vehículo eléctrico y no he conocido casos de quedarse tirado por falta de puntos de recarga. Y, sin embargo, es un temor del comprador.

¿Cómo se imagina usted la movilidad dentro de 10 o 20 años?

–Para nosotros es importante entender y trabajar todo ese concepto de la movilidad y salirnos del concepto del coche para hablar de soluciones que se pueden dar a otro tipo de entorno.

Entiendo que las posibilidades en una ciudad como Donostia o un pueblo pequeño del interior son diferentes.

–Así es. Y si vas a Madrid, aparte del transporte público, tienes un concepto de compartir de muchos tipos de movilidad: patinetes, motos, coches... Al final, coges y deja lo que necesitas en cualquier sitio. Donde más retos hay todavía es en espacios neutrales, en los sitios de no ciudad.

“La capacidad de crecimiento en este sector va a estar más limitada por la formación de las personas que por la tecnología”

¿Se puede decir que en Gipuzkoa andamos poco en bicicleta, más allá del deporte?

–Si entramos en el ámbito de la micromovilidad, la bicicleta está jugando un rol y va a seguir jugando un rol muy importante. Yo creo que eso también está cambiando mucho.

¿Qué me dice el vehículo autónomo? ¿Es ciencia ficción?

–No es ciencia ficción. Hay cinco niveles de coche autónomo. El 1 es el más básico y estamos a nivel 2 o prácticamente 3 en algunas soluciones comerciales, pero la cuestión es ir avanzando, porque nos llegará de un sitio u otro. En San Francisco (EEUU), por ejemplo, existen compañías de taxis sin conductor; son de nivel 4: no es completamente autónomo porque todavía hay cierta interacción desde una centralita.

¿Se alcanzará el nivel 5?

–Se alcanzará. En algunas partes de Asia y EEUU están acumulando kilómetros de aprendizaje, que es la parte más importante para poder desarrollar las soluciones finales. Pero también es muy importante todo el tema legal, administrativo.

Destaque uno de los principales retos a superar para impulsar el desarrollo del sector en Gipuzkoa

–Uno de los grandes problemas es el del talento. Por esto también trabajamos con las universidades y la FP. Estamos viendo que muchas empresas van a tener más problemas a la hora de crecer y consolidarse, y que su capacidad de crecimiento va a estar más limitada por la formación de las personas que por la tecnología. Entendemos que todo ese ecosistema que vamos a generar alrededor de Mubil en Gipuzkoa va a contribuir a mejorar eso. Queremos ayudar en esa formación de las personas para estas tecnologías.

"Estamos trabajando para tener la feria de movilidad sostenible más importante del sur de Europa"

En breve se celebra Mubil Mobility Expo 2024. ¿Qué esperan de esta feria?

Se celebra el 17 y el 18 de abril, en Ficoba de Irun, y estamos trabajando para que sea la feria más importante de movilidad del sur de Europa. En estos momentos ya tenemos 100 y pico expositores. Es decir, ya tenemos los expositores cubiertos al 100%, luego ya es un éxito; y en cuanto a las personas que se están apuntando, también está yendo a muy buen ritmo.

¿Qué podremos ver allí?

Aporta un panorama muy interesante a lo que es toda la cadena de valor y lo que se está moviendo alrededor de la movilidad, porque hay diferentes tipos de empresas y al mismo tiempo hay también una serie de conferencias que van a ser sobre diferentes temas de la movilidad, desde las baterías, la recarga, el hidrógeno, el coche autónomo, etcétera.

¿Qué perfil de empresa se está introduciendo sobre todo?

Pues tenemos diferentes tipos de empresas. Tenemos las empresas consolidadas del País Vasco en torno a la movilidad, como CAF o Irizar. Tenemos también proveedores de estas empresas o de otros tipos de empresas, las pymes, y también startups. En la Mubil Expo hay toda una serie de stands dedicados a startups. Al final, cuando hablamos de movilidad, estamos a incluir desde la micromovilidad que integra las bicicletas y las motos, hasta vehículos más grandes.

¿Se puede ser una 'startup' y buscarse la vida en este campo?

No hace falta ser un gigante tecnológico para intentar entrar en este sector. En Mubil hay empresas, nuevas empresas de base tecnológica y startups, que están teniendo un rol muy importante y se están consolidando muy bien. Para nosotros es una suerte tenerlas cerca, porque la misión de Mubil es enriquecer el ecosistema, tener nuevas iniciativas, consolidar puestos de calidad en el País Vasco, seguir avanzando y consolidando el País Vasco como un punto de referencia en la movilidad.