Emmanuel de MarichalarManuel, como se le conoce en Pamplona, era amigo íntimo del hernaniarra Julen Madina y, más aún, socio en muchos proyectos empresariales. Compartían su afición por los encierros, en especial el de Pamplona. Por eso era casi inevitable que este escritor galo pusiera en palabras la vida de Madina, uno de los nombres propios del Encierro surgidos cuando la carrera sanferminera perdió el anonimato. Julen, la biografía de Julen Madina, acaba de salir a la luz y se presenta el próximo 18 de abril, a las 7 de la tarde, en el Nuevo Casino. Ya está en las librerías al precio de 30 euros.

La obra salió de una idea común entre Julen y yo cuando vivía”, y por eso “aparecen numerosos comentarios suyos, reflexiones que había empezado a escribir”, explica Marichalar. Pero “luego, claro, tuve que pedir a muchos que le habían conocido escribir sobre él porque solo mi opinión no me parecía suficiente”, explica. A otros protagonistas del Encierro “les hice una entrevista, como al pastor Rastrojo, al corredor madrileño Miguel Ángel Castander o Teo Lázaro. Y organicé todo esto por temas para dar vida a este libro”.

La aparición de un libro sobre Julen Madina no ha caído bien a todo el mundo por estos pagos. En vida se granjeó el cariño de muchos, pero también el desprecio de otra parte de la ciudadanía pamplonesa. No entendían estos últimos su altanería, en ocasiones, y, sobre todo, los codos en la carrera, en la que debutó en 1971 y corrió 40 años. Marichalar explica que el libro pretende aclarar cosas: “He querido dejar constancia de la buena persona que era, cuál era su filosofía, que venía de sus mundos como las artes marciales, el encierro y su vida personal. Y como corredor, se trata de hablar de la huella que ha dejado en el mundo de los encierros, como muchos otros corredores”.

¿Pero por qué fue tan denostado?

“Fue querido y odiado exactamente por las mismas razones. Esto lo comenta Julen con su pluma en el libro. En un principio se hablaba bien de él “porque se preparaba, no bebía, entrenaba, no salía mucho por la noche y se iba a dormir pronto antes de correr, etc.”, pero “después, por los mismos motivos, se le empezó a criticar. Oí varias veces comentarios como ‘claro, es que no sale, no vive la fiesta, no bebe, etc’. Cuando era totalmente al revés, vivía la fiesta del encierro al cien por cien”.

“Julen vino a probar en el encierro, le entusiasmo y corrió como pensó que había que hacerlo, con mucha cabeza”

Emmanuel de Marichalar - Escritor y corredor de encierros, autor de ‘Julen’

Cuando le hablo de los codos, da su visión: “Claro, está el tema de que empujaba cuando corría… Es que a mí como corredor me han tirado muchos, y eso es una cosa inherente al encierro. En cambio, hablando con gente que opinaba que sí, que empujaba mucho, les pedí imágenes, fotos o testimonios de los que habían sido empujados por él… y nadie me enseñó nunca nada”. 

Aún le tiro de la lengua más y le pregunto por esa chulería que le rodeó, ese divinismo: “Como a él le gustaba compartir su visión con la prensa, siempre hacía caso a cualquier periodista que se acercaba. Y eso acabó molestando a unos cuantos, no muchos, pero que hacían mucho ruido y llegaban a la gente”. Marichalar se queda con el Julen que, “en pocas palabras, era muy acogedor, fiel y actuaba con criterio”.

Me marcó su filosofía, que solo podías sentir si le conocías. Y si hablamos del encierro, fue un grandísimo corredor, como muchos, pero que se jugaba el tipo para salvar a un desconocido en el Encierro”. Cuando le pregunto si el libro desvela algún aspecto que el público pamplonés no sepa de él, me dice: “Su afición a los otros encierros no tan mediáticos, donde no había cámaras de televisión y pocos fotógrafos”.

“Para Julen el Encierro era la gran pasión de su vida”, reconoce.

El veterano corredor guipuzcoano Julen Madina corriendo durante un encierro. UNAI BEROIZ

¿Qué significó Madina para la carrera?

“No sé si significó algo en la historia del Encierro de Pamplona, sino que vino a probarlo, le entusiasmó y corrió como pensó que había que hacerlo, con mucha cabeza, un dominio de sus emociones tremendo, una técnica estudiada y una preparación física y mental muy exigente”. Y, “en fin, permitió que se vieran encierros muy interesantes, como otros corredores y cada uno en su época, como Miguel Ángel Eguíluz, Javier Hermosilla, los hermanos Unzu, Juan Ruiz Taberna, Juan Pe Lecuona, Tito Murillo, Miguel Ángel Castander, El Boti, Matt Carney y Joe Distler, David Rodríguez, Jokin Zuasti, o, más recientemente Aitor Arístegui, sin olvidarme de su referente Atanasio, cuando cada uno jugaba su papel técnico, artístico, con una personalidad propia, y desarrollaban carreras increíbles, realmente inverosímiles”.

Y concluye: “Crearon entre todos ellos la figura del corredor moderno. Ya no era el encierro un acto anónimo”. ¿Y qué le sobra a este encierro? “La cantidad de gente que hace que sea muy difícil ver los toros detrás de ese gran numero de participantes”. Le sobra también tanto nombre propio, añadiría yo. 

Madina, al detalle

¿En qué año empezó? Si no estoy equivocado, creo que en el año 1971. Y en seguida salió en las fotos. Fue en la calle Mercaderes.

¿Qué tramos corrió? Creo que los dos primeros años, en Mercaderes. Luego, Estafeta. Y no cambió.

¿Cómo se preparaba para correr el Encierro? Era una preparación muy exigente que los últimos años empezaba ya en enero. En cada época del año trabajaba varias partes del cuerpo y en los años que estaba lesionado antes de San Fermín, adaptaba la preparación. Como era un atleta, un deportista de muy alto nivel, lo hacía con sus conocimientos como mandan los cánones.

¿Cuántos encierros corrió? No te puedo decir, pero varios centenares, solo en Pamplona. También acudió mucho a los de Tafalla, Tudela, San Sebastián de los Reyes, Falces, Lerín, Deba (Guipúzcoa), Ciudad Rodrigo (Salamanca), etc.

¿Qué percances tuvo? ¿El más grave, sin duda, las 5 cornadas del Jandilla, no? Tuvo varios entre Pamplona y San Sebastián de los Reyes. Y efectivamente el más grave, el de las 5 cornadas en el callejón, en el 2004, por el toro Trigueño de Jandilla.


Colaboradores del libro

En el libro de Emmanuel de Marichalar han participado: Los hermanos de Julen Madina, Pepelu, Visi y Xabi Madina Marijo Villalba su cuñada; Olatz Lizarralde su exmujer. El ganadero de bravos Antonio Miura. Los periodistas, fotógrafos y dibujantes Chapu Apaolaza, Jordi Cohen Colldeforns, Fernando Corella, Kepa Etchandy, Michel Etchelet, Jim Hollander, Teo Lázaro y Javier Solano, Julián Yantzi. El aficionado cántabro Carlos Ocejo. El teniente de alcalde de Bayona, Yves Ugalde. Los pastores del encierro de Pamplona Miguel Araiz Rastrojo, Fran Itarte y Miguel Reta. El empresario José Luis Rubio. El profesor de artes marciales Marcial Labayen. Los corredores navarros Aitor Aristegui, Gorka Azpilicueta, Richard Calvo, Miguel Ángel Eguíluz, Teo Lázaro, Juan Pedro Lecuona, Javier Manero, Tito Murillo y Jokin Zuasti. Los corredores madrileños Víctor Alves, Miguel Ángel Castander y David Rodríguez. El corredor vasco José Mari Altuna. El corredor riojano Raúl Lasierra. Los corredores estadounidenses Allen Carney, Bunny y José Joaquín Centurión, Joe Distler, Robert Kiely y Jake Ramirez. Los corredores franceses Sébastien Decarnelle y Jean-Louis Despériès.

¿Dónde se vende? En Pamplona, en La Casa del Libro y las librerías Nerea, Insula, Abarzuza y Troa. Pedidos en: emm.demari@gmail.com