Vistos los resultados de la encuesta, queda patente que la mayor preocupación de las enfermeras está en la mejora de las condiciones laborales, ¿no?
Básicamente, enfermería quiere estabilidad de una vez por todas, pero también reconocimiento. Después de todo lo que hemos pasado con la pandemia, tenemos la sensación de que todo lo que habíamos dicho ha caído en saco roto, por lo que nos parecía oportuno hacer esta encuesta. La estabilidad, las condiciones laborales y el reconocimiento de la profesión ha quedado claro a todos los niveles en los que estamos las enfermeras.
Se tratan, además, de demandas largamente solicitadas.
Efectivamente, lo que pasa es que siempre ha sido el Colegio el que ha trasladado como reivindicación colegial lo que percibíamos, pero, en esta ocasión, hemos querido dar voz a todas las enfermeras guipuzcoanas y que nos digan qué le pedirían a un político ahora que estamos en elecciones. Hemos podido sacar una foto mucho más concreta.
Dentro de ese reconocimiento, hacen especial mención a las enfermeras de las residencias de mayores.
Sí. Osakidetza, al ser la institución más grande, es la que más enfermería copa y la que mejores condicionales laborales puede tener, pero en todo el ámbito sociosanitario están las residencias de mayores, los domicilios, las personas con discapacidad, los centros que dependen de la Diputación... en los que no está reconocida la enfermería como tal. Ni te piden las especialidades ni se le da valor a la hora de prestar los cuidados y supervisarlos.
¿Se ha perdido la especialidad en el colectivo?
En los centros de mayores quizás haya algo más de estabilidad, pero si no, si saben que hay un personal, lo tienen para todo. Eso sí, si luego tienen que quitar horas, donde primero lo hacen es en enfermería, lo que lleva al intrusismo. Parece que en este ámbito sociosanitario todo el mundo puede cuidar y nosotros decimos que cuidado con eso. Se ha puesto de moda hablar de los cuidados, pero los cuidados profesionales y especializados son los nuestros y somos nosotras los que tenemos que supervisar. No todo el mundo puede hacer lo que estamos haciendo. Estamos reivindicando también nuestra parte.
Otra de las principales demandas es la falta de comunicación con las instituciones.
Es algo que hemos vivido desde el mismos Colegio. Para pedir cita con un responsable de la Diputación o del Gobierno Vasco nos cuesta y cuando lo conseguimos tenemos la sensación de que no hay una escucha activa. Ha sido muy difícil en esta legislatura concretar algo con las instituciones.
¿Han obtenido algún tipo de respuesta tras enviar el informe?
Nuestra idea, aparte de dar voz a lo que las enfermeras dicen, era hacerles llegar a los candidatos nuestras reivindicaciones para que las tuvieran de primera mano y no que simplemente las escuchasen. Queremos que nos propongan qué es lo que van a hacer, ver su compromiso público ante esto. Estamos expectantes por lo que nos puedan decir. Creemos que hay muchas cosas por mejorar en los espacios sanitarios y sociosanitarios y no terminamos de arrancar.