Donostia – Un momento para recordar con ellas “de dónde venimos, adónde hemos llegado y cómo queremos que sea el futuro de un cooperativismo en femenino”, como apunta Rosa Lavín, presidenta de la Confederación de Cooperativas de Euskadi (KONFEKOOP). Con ella y con Belén Balerdi, secretaria general del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE-EKGK), hemos querido hablar en la previa a este evento sobre mujer, sociedad, retos, empoderamiento e igualdad.

Desde el 2019 se propuso marcar más que nunca en morado esta señalada fecha para reivindicar y visibilizar los avances de la empresa cooperativa y el modelo socioempresarial en materia de equidad, mujer y empoderamiento ¿Qué se ha logrado?

–Belén Balerdi: Celebramos el 8M conjuntamente bajo el lema “Más cooperativismo, más igualdad” desde el convencimiento de la fuerza y la veracidad de esta afirmación. Las cooperativas han sido históricamente espacios de trabajo especialmente abonados para la igualdad. Es un valor propio del cooperativismo y forma parte del ADN de las cooperativas. Allí donde el cooperativismo está más arraigado y hay más empresas cooperativas, la cohesión social es mayor y existen menos desigualdades. La comarca de Debagoiena, con una implantación del cooperativismo muy fuerte, es la comarca que tiene el nivel de renta más igualitario y con la menor brecha de género por una fuerte presencia femenina en el ámbito laboral.

¿Qué nos queda por hacer?

–Rosa Lavín: Aunque los datos respecto a la igualdad de género y presencia de mujeres en los ámbitos de decisión son mayores en el mundo cooperativo, no estamos exentas de las amenazas que vive el feminismo en la sociedad, y también en nuestras empresas. Debemos potenciar los valores del cooperativismo, como son, entre otras, la justicia, la equidad, la solidaridad o la forma democrática de gobernanza, para seguir sembrando semillas de igualdad y para eliminar los micromachismos que todavía existen. Más del 40% de las cooperativas cuentan ya con planes de igualdad que dotan a estas empresas de herramientas y recursos para promover el avance de la igualdad entre hombres y mujeres, y este porcentaje crece cada año. Vamos por buen camino, pero no nos podemos relajar.

¿Cómo es el papel que tiene la mujer hoy en el cooperativismo vasco?

–B.B: Más de la mitad de las personas que conformamos el cooperativismo vasco somos mujeres, concretamente el 53%, y 4 de cada 10 cooperativas tiene a una mujer en la presidencia. La presencia de mujeres en órganos directivos es de un tercio y esta cifra está subiendo poco a poco, pero todavía hay mucho tramo hacia la igualdad real y efectiva.

¿En qué sectores está más arraigada su presencia?

–R.L: En el tema de los cuidados la presencia de las mujeres es muy elevada y sigue siendo un sector muy feminizado. Así, la presencia de mujeres trabajadoras en residencias de personas mayores, personal que trabaja con personas con diversidad funcional, o en ayuda a domicilio, entre otros, es elevadísima. Además, en muchos casos, a estos sectores feminizados hay que sumarle las jornadas parciales y la temporalidad, lo que ahonda en esa brecha.

Belén Balerdi, secretaria general del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE-EKGK) CEDIDA

La primera mujer en el mundo cooperativo nos lleva al año 1910

–B.B: Así es. Este año hemos querido reconocer a todas aquellas mujeres pioneras que desde el cooperativismo han aportado su trabajo y esfuerzo por hacer una Euskadi mejor y más justa. Desde principios del siglo XX hasta nuestros días han sido cientos las mujeres que han formado parte del cooperativismo vasco. La situación de la mujer a principios del siglo pasado no tenía nada que ver con la situación actual y la incorporación de ésta al mercado laboral es mucho más tardío. Sin embargo, el cooperativismo también ha sido pionero en esto y hay múltiples cooperativas que se conformaron precisamente para incorporar a las mujeres al trabajo. Las empresas que conformamos el tejido cooperativo somos empresas basadas en valores como la justicia y la igualdad, por lo que ya en sus orígenes el cooperativismo rechaza cualquier discriminación por razón de sexo.

¿Cómo se trabaja desde el cooperativismo, como modelo de transformación social, hacia el empoderamiento de la mujer?

–R.L: Debemos dar un enfoque feminista a esta transformación social y también a la transformación digital. En KONFEKOOP trabajamos una batería de recursos con perspectiva de género para facilitar la implementación de planes y trabajamos desde nuestras empresas para que estas transformaciones estén basadas en los valores del cooperativismo. El avance tecnológico está cambiando e impactando en nuestras vidas, en el modo de relacionarnos y también en nuestra forma de hacer empresa, pero tenemos claro que este tránsito debe realizarse con el foco puesto en el feminismo.

En el homenaje de hoy se quiere destacar el papel fundamental de las mujeres pioneras en las cooperativas vascas bajo el lema ‘Empoderando juntas, creando historia: más cooperativas, más igualdad’. ¿Qué viviremos en esta jornada tan emocionante?

–B.B: Desde KONFEKOOP y KOOPERATIBEN KONTSEILUA queremos brindar un merecidísimo reconocimiento a todas aquellas mujeres que fueron pioneras como socias de las cooperativas de Euskadi. Vamos a recordar a todas aquellas cooperativistas que abrieron camino y que han escrito la historia del cooperativismo. La preparación del acto nos ha ayudado a reflexionar sobre nuestros orígenes, de dónde venimos y a dónde hemos llegado. Ha resultado muy enriquecedor conocer cada historia que nos han contado, cada experiencia que relatan estas mujeres, para vislumbrar cómo queremos que sea el futuro de un cooperativismo en femenino.

¿Por qué este lema?

–R.L: Como decía Belén al principio de la entrevista es un lema que nos define a las empresas cooperativas. Históricamente, el objetivo de las cooperativas ha sido la creación de un modelo empresarial centrado en las personas, dirigidas de manera democrática y donde se priorizan la justicia y la igualdad. Ya en sus orígenes el cooperativismo rechaza cualquier discriminación por razón de sexo. Esta forma de ser y hacer empresa nos ha llevado a ser referente para otros modelos empresariales y hace que el cooperativismo sea un gran valedor para las grandes transformaciones (tecnológica, ambiental y social); transformaciones que precisan de perspectiva de género para promover la igualdad y responder a las sociedades del futuro. Pasado, presente y futuro comprometidos con los valores democráticos e igualitarios, y con el desarrollo económico y social de Euskadi.