Un total de 1.597 conductores arrojaron un resultado positivo en controles de alcohol o drogas realizados el pasado año 2023 en las carreteras de Gipuzkoa y otros 49 se negaron a realizarlos o bien fue imposible llevarlos a cabo por su estado o falta de colaboración. Son las cifras de un territorio que destaca por registrar unos porcentajes de positivos muy superiores a los del resto de Euskadi, tanto en los controles de alcoholemia como en los de drogas, donde las cifras son directamente increíbles: un 72% de positivos.

Sirva como referencia ilustrativa que siete de cada diez conductores que fueron sometidos a un control de drogas en la carretera en 2023 arrojaron un resultado de positivo. Es cierto que se hacen pocos, en nuestro territorio, unos 75 al mes, y la mitad prácticamente se llevan a cabo cuando los agentes sospechan tras una infracción o accidente.

En bruto: de los 942 controles de drogas realizados, sólo 263 conductores arrojaron un resultado negativo que les facultaba a conducir; mientras que en otros 669 casos la máquina halló anfetaminas, cocaína, cannabis, metanfetaminas u opiáceos, las cinco sustancias que es capaz de detectar este sistema. Las más frecuentes son el cannabis y la cocaína. 

En Gipuzkoa se realizaron una tercera parte de pruebas preventivas para detectar estupefacientes que en Araba y Bizkaia y el triple por infracciones

En otros ocho casos, los conductores se negaron a realizar la prueba, lo que conlleva a una sanción equivalente a dar positivo, y en dos situaciones resultó imposible llevar a cabo el test. 

O bien los agentes de policía cuentan con un instinto natural para detectar a conductores que conducen bajo los efectos de sustancias estupefacientes, o éstos hacen muy evidente su estimulación, porque tanto los controles preventivos como los que se llevaron a cabo después de infracciones detectadas por la policía arrojan unos porcentajes positivos fuera de lo normal. 

La media de negativos en Araba fue del 75,73%, del 61% en Bizkaia y sólo del 27,9% en Gipuzkoa. Es decir, en Araba uno de cada cuatro conductores iba mal. Y en Gipuzkoa, prácticamente al contrario. Sólo uno de cada cuatro iba bien.

En los controles preventivos de estupefacientes, un 39% dio positivo; mientras que en las pruebas realizadas tras una infracción la tasa fue del 89%

Para explicar este desfase hay que mirar con detalle. Y la realidad es que en Gipuzkoa (942) se realizaron prácticamente la mitad de test que en Araba (1.747) y que en Bizkaia (1.883). Eso de entrada. Pero es que además, en el resto de Euskadi se llevaron a cabo el triple de test preventivos, aquellos en los que se para aleatoriamente a los conductores. Los controles preventivos en Araba fueron 1.564 y en Bizkaia 1.578 frente a los 461 de Gipuzkoa, donde, eso sí, el acierto de los agentes de tráfico también llama la atención.

Porque incluso en esos 461 controles preventivos de drogas que se realizaron en Gipuzkoa, sólo cuatro de cada diez conductores (39%) dio negativo, cifras que no se dan ni de lejos en los otros territorios. Por otra parte, cuando la Policía decidió hacer la prueba tras detectar una infracción en Gipuzkoa, ¡bingo!: en nueve de cada diez casos el resultado fue positivo. 

Fueron 406 pruebas en estas circunstancias, frente a 88 en Araba y 173 en Bizkaia. Por otro lado, los positivos en test realizados tras un accidente arrojaron una tasa positiva del 56% en Gipuzkoa.

Abril fue el mes en el que más pruebas de drogas se realizaron, un total de 136, seguido de mayo (101) y junio (108). Por el contrario, los porcentajes de positivos más elevados se registraron en septiembre y junio, un 82,61% y 81,5%, respectivamente. 

Por el contrario, diciembre fue el mes en el que menos conductores testados se habían pasado de la raya. Aún así, el 57,14% conducía bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Un año antes, en 2022, en febrero el 90% de las pruebas llegaron a ser positivas y el 82% en enero, aunque en el conjunto del año los positivos fueron muchos menos que en 2023. 

Analizando las cifras de 2022, también se observan cifras muy elevadas de positivos en Gipuzkoa, pero no tanto como en 2023. De los 1.245 conductores que pasaron control de drogas, más de la mitad (50,76%) dio positivo, un total de 632 conductores. La cifra este año es de 679 positivos, pero sobre menos pruebas realizadas (942), lo que arroja una tasa de positivos del 72%.

5,6% de positivos en alcohol

Gipuzkoa también registra un porcentaje de positivos sensiblemente más alto a la media vasca en los controles de alcoholemia, aunque las diferencias no son tan disparatadas y el volumen de pruebas realizadas en este caso es parejo al de otros territorios. En todo 2023, el 5,6% de las personas que se sometió a esta prueba arrojó un resultado positivo, lo cual representa una tasa muy por encima de la media de Euskadi. 

En el territorio se realizan cada mes más de 1.400 test, que proliferaron en febrero, abril (1.873) y agosto. En noviembre fueron sólo 813

De cada cien conductores que se someten a esta prueba, en nuestro territorio se detectaron dos positivos más que en la el conjunto de Euskadi. Esa fue la proporción. Por territorios, se puede visibilizar la diferencia de este modo: si en un control realizado en Tolosa se parase a 200 conductores, 11 darían positivo. Mientras que si pusiéramos el control en Erandio la cifra bajaría a 9; y en un control realizado en Amurrio se quedaría en 4.

Y no es porque se hagan más o menos controles, ya que los test realizados se reparten de forma bastante homogénea en relación al peso de cada territorio. En Bizkaia se llevaron a cabo en 2023 un total de 21.155 test de alcoholemia, en Gipuzkoa 17.141 y en Araba 11.440. Los porcentajes de positivos son del 4,4%, 5,6% y 2%, respectivamente, si incluimos en los positivos a aquellos conductores que se niegan a realizar la prueba o bien resulta imposible practicársela por su estado o su falta de colaboración.

Vayamos ahora al desglose de las cifras de Gipuzkoa en los test de alcoholemia. En 2023 se llevaron a cabo 17.141 pruebas y 928 arrojaron un resultado positivo al conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida (0,25 mg por metro cúbico espirado para un turismo); otros 11 conductores se negaron y en 18 casos no fue posible completar la prueba, lo que es igualmente sancionado. 

Meses calientes

Cada mes se llevan a cabo por norma más de 1.400 pruebas de alcoholemia, aunque los más calientes fueron febrero (1.841), abril (1.873) y agosto (1.783), mientras que noviembre fue en el que se llevaron a cabo menos test: 813. Precisamente en otro de los meses que menos pruebas se llevaron a cabo, en septiembre (1.053), el porcentaje de personas que conducían superando el máximo legal permitido se disparó al 8,36%: casi tres puntos por encima de la media (5,58%). 

A diferencia de los test drogas, en lo que se refiere a los controles de alcoholemia, el porcentaje de positivos sí varía de forma notable si las pruebas se están realizando de forma preventiva o si se producen después de detectar una infracción. De nuevo, en esta casuística, el buen ojo de los agentes destaca.

En los controles preventivos, los que nos podemos encontrar en cualquier carretera de repente, un 4,15% de las personas sometidas a la prueba dieron positivo, mientras que cuando la prueba se solicita después de una infracción, cuando los agentes solicitaron realizar la prueba, en un 89% de los casos el resultado fue positivo. De 220 ocasiones, en 195 el conductor superaba los límites legales. En pruebas realizadas tras sufrir un accidente, el porcentaje de positivos fue del 5,1%. 

En 2022, el porcentaje de positivos por alcohol en Gipuzkoa fue mayor todavía: 6,5% del total. También más alto que en los otros territorios vascos. Se llevaron a cabo 17.379 pruebas, unas 250 más que este año, y los positivos se elevaron a 1.132. 

Cifras de Euskadi

Según los datos recopilados por Tráfico del Gobierno Vasco, la Ertzaintza y las policías locales vascas realizaron en 2023 un total de 51.077 pruebas de alcoholemia y 4.572 de drogas en todo Euskadi. Los positivos en alcoholemia fueron 2.045, a los que se podría añadir otras 35 personas que se negaron a realizar el test y 47 más a las que no fue posible realizar la prueba. En los análisis de drogas, los positivos a nivel de la CAV fueron 1.812, 20 las personas que se negaron y 6 las que no se les pudo completar la prueba.