Combatir la marea de microplásticos que se aproxima al litoral guipuzcoano es una tarea en la que ya está inmersa el movimiento asociativo de Euskadi. “Llevamos unos días muy intensos, con todo el tema del voluntariado y las asociaciones que quieren echar una mano”, reconoce Xavier Curto, responsable de incidencia política de Surfrider Foundation, asociación europea de protección de los océanos que lleva más de 10 años luchando contra la contaminación por los pellets de plástico, organización cuya sede estatal se ubica en Donostia.

Las brigadas de limpieza de las playas no han detectado, por el momento, residuos microplásticos en los arenales del territorio procedentes del buque mercante Toconao, que perdió su carga cuando navegaba por aguas del Atlántico frente a las costas de Portugal.

“Estamos pendientes de ello, y entretanto nos estamos organizando a nivel de asociaciones para hacer grupos de trabajo y ver si es necesario activar algún tipo de protocolo. Nos estamos adelantando a lo que pueda llegar, porque estamos convencidos de que lo hará, ya que es altísimo el volumen de pellets que se ha librado al mar”, explica el experto. La tarde del martes se recogieron en la playa de La Arena, en Bizkaia, microplásticos que están siendo analizados para saber si proceden del Toconao.

El buque con bandera de Liberia perdió el pasado 8 de diciembre seis contenedores, cada uno de los cuales trasladaba mil sacos con 1,23 millones de bolitas de plástico. Más de 26 toneladas de pellets acabaron en el mar. Fue el pasado 13 de diciembre cuando los microplásticos llegaron por primera vez a la costa gallega, lo que ha obligado al Gobierno Vasco a activar el Plan de Emergencias de Euskadi ante la Contaminación Marina incluso antes de que las bolitas plásticas se hayan dejado ver en el frente marítimo vasco.

El Departamento de Sostenibilidad de la Diputación de Gipuzkoa ha convocado de manera urgente este viernes a la Mesa Territorial de Playas para abordar la problemática de la llegada de pellets a las playas guipuzcoanas con todos los Ayuntamientos costeros del territorio.

A la espera de organizar batidas

“En el momento en el que lleguen aquí, intentaremos reaccionar. Estamos activos, a la espera de ver si se puede organizar algún tipo de batida”, señala Curto. En cualquier caso, añade el experto, el daño ya está hecho. “Vamos a recuperar pellets, pero no muchos, porque están muy dispersos. A menos que haya un foco muy claro, una vez que llegan al mar se dispersan muchísimo. La retirada no va a ser más que poner un parche, pero la cuestión de fondo es que hay que prevenir este tipo de accidentes, y hoy por hoy no hay una regulación al respecto”, incide.

La presencia de pellets de plástico en el medio ambiente se viene produciendo desde hace décadas pero ha sido en los últimos cinco años, gracias al trabajo de diversas entidades sociales, cuando se ha revelado la gravedad del problema de contaminación por microplásticos a escala internacional, estatal y local.

Los pellets son una mezcla de productos químicos. Algo así como "esponjas tóxicas" que atraen toxinas químicas y otros contaminantes a su superficie. Su emisión al entorno causa graves daños a la vida marina y amenaza a los animales terrestres. Debido a su color y tamaño, son confundidos por alimentos y, una vez ingeridos, quedan atrapados en el estómago del animal.

Se estima que entre 50.000 y 185.000 toneladas de pellets se perdieron en el medio ambiente en 2019. Esto equivaldría a la pérdida de entre 21.000 y 73.000 camiones de pellets cada año, según datos de la Unión Europea aportados por Surfrider Foundation.

"Ni el transporte marítimo ni el terrestre están obligados a declarar cuántos pellets pierden"

Xavier Curto - Responsable de Sufrider Foundation

“Hablamos de millones de pellets que probablemente lleguen a Euskadi de forma dispersa”, aventura Curto, quien revela que lo ocurrido con el vertido frente a las costas gallegas está muy relacionado con lo que vienen denunciando desde hace años en Tarragona, donde los microplásticos acaban en el medioambiente como consecuencia de su pérdida por parte de las empresas de la cadena de plástico.

Responsabilidad ambiental

La industria química catalana es responsable del 70% de la producción de plástico en el Estado, lo que provoca desde hace años la llegada de pellets y microplásticos al litoral. Vertidos que contaminan especialmente las playas de la Pineda y la de los Prats de Vila-seca, pertenecientes a la Red Natura 2000. Los vientos predominantes de la zona indican que los pellets son arrastrados mar adentro viajando por el Mediterráneo y afectando otros espacios naturales protegidos como el Delta del Ebro e incluso las islas Baleares.

Surfrider Foundation y la entidad Good Karma solicitaron en octubre el inicio de un procedimiento de exigencia de responsabilidad ambiental debido a la persistente contaminación por pellets de plástico en la región de Tarragona. La entidades celebran haber conseguido una primera victoria legal una vez que la Administración ha aceptado a trámite su solicitud. “Es la primera acción legal que ha aprobado la Generalitat, abriendo un expediente a las empresas para investigarlas”, detalla el responsable de incidencia política de Surfrider Foundation.

En concreto, este problema ambiental, denunciado por varias ONG, ha llevado a la Generalitat de Catalunya a abrir un expediente contra ocho empresas químicas, que podría ampliarse en los próximos días. “Los de Tarragona y Galicia son casos muy parecidos. Aunque uno sea puntual y el otro recurrente, porque en Tarragona la contaminación es persistente, el problema de base es que no hay ningún tipo de regulación al respecto. Ni el transporte marítimo ni el terrestre están obligados a declarar cuántos pellets pierden, ni a hacerse cargo del impacto económico”, denuncia el responsable de Surfrider Foundation.

El pasado 16 de octubre, la Comisión Europea publicó una propuesta, que será votada en marzo, de medidas orientadas a la reducción de la contaminación de este tipo de microplásticos a nivel europeo. La ONG lamenta que no se haya incluido en ella al transporte marítimo.