Poner voz a lo que ya se hace normalmente. Así definen los obispos vascos las revolucionarias palabras del Papa Francisco hace escasos días. Y es que aprobó las bendiciones a las parejas gays, e irregulares, es decir divorciadas o parejas de hecho. Es la primera vez que el Vaticano pronuncia palabras de aceptación hacia el colectivo. Aunque eso sí, dejando claro que no son matrimonio. Según el Vaticano, se puede entender la posibilidad de bendecirlas sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio.

Tras las declaraciones, la Conferencia episcopal española se pronunció dejando abierta la puerta a que fuese cada Diócesis la que valorase cómo proceder. Así las cosas, los obispos vascos se muestran partidarios a estas bendiciones, y coinciden en insistir en que las palabras del Papa normalizan algo que ya se hace habitualmente. Según sostiene el obispo de Bilbao Joseba Segura “bendecir significa decir bien. ¿No vas a pedir que Dios acompañe a una persona? Es lo que hemos hecho permanentemente en la Iglesia católica. Esta concreción es una extensión de eso mismo. Si la gente quiere sentir que esta acompañada por dios se puede bendecir”.

Eso si, el obispo puntualiza que “es distinto a un matrimonio, eso es un sacramento. Si no se cumplen ciertas condiciones no es sacramento”, insiste. Sin embargo, supone un punto de inflexión, ya que en 2021, la Iglesia había estipulado que consideraba “pecado” las uniones del mismo sexo. Ahora, sin embargo, a pesar de no compararlas con el matrimonio tradicional, admite su inclusión, y normaliza la bendición a los mismos.

En el caso del obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde asegura que el Papa “nos lo recordó en Lisboa en la pasada jornada Mundial de la Juventud, en la Iglesia caben todos, todos, todos”. De hecho, asegura que “este Papa es muy consciente de la sociedad en la que vivimos y lo que hace es recordar que todos somos bendecidos por el Señor, que todos necesitamos a Dios en nuestras vidas. La Iglesia es la gran casa en la que tienen cabida todos los seres humanos. Tan solo eso”. Y es que recuerda que el pontífice argentino sostiene que “no se debe ni promover ni prever un ritual para las bendiciones de pareja en una situación irregular, pero no se debe tampoco impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición”.

Así las cosas, el obispo insiste: “El Papa nos lo ha puesto muy fácil. Dice que no tiene que haber ritual para no confundirlo con bendiciones sacramentales como son el matrimonio, por lo que se trata de una bendición que pida al Señor la paz, la alegría y la plenitud a la que toda persona aspira. Estamos ante un gesto materno de la Iglesia y también maduro para acompañar a todos”.

Y por el mismo camino se pronuncia el obispo de Donostia, Fernando Prado que, según ha podido saber este periódico, se muestra partidario de las bendiciones a parejas homosexuales, divorciadas, o parejas de hecho, tal y como aprobó el Vaticano hace escasos días.

Por su parte, el arzobispo de Pamplona y Tudela, Florencio Roselló, declinó hacer ninguna valoración.

A nivel estatal, el nuevo obispo de Santander, Arturo Ros, destacó esta semana que “la bendición es un regalo de Dios siempre” y que todo “lo que venga de Dios siempre es bueno”.

En este sentido, opinó que estas “circunstancias de reflexión y de mirar al futuro siempre hay que valorarlo positivamente. Yo estoy muy tranquilo, no me altera esto”, sostuvo. En cualquier caso, apuntó que él no hace “ninguna distinción” a la hora de dar la bendición a nadie que se lo solicite y recordó que en la Iglesia y en sus celebraciones “entra quien quiere”. “No hay nadie en la puerta pidiendo credenciales de cristianos que cumplen fielmente la doctrina”, insistió.

Inclusión del colectivo

Aunque no es una satisfacción “plena”, el colectivo LGTBIQ+ ha valorado positivamente el paso adelante que suponen las palabras del Papa Francisco. Y es que según sostuvo el coordinador del grupo de Fe y Espiritualidad de la FELGTBI+, Óscar Escolano “es un pequeño paso, pero parece que poco a poco estamos en un camino de inclusión dentro de la Iglesia católica”. Así, el portavoz se mostró satisfecho con que se haya seguido el ejemplo de los obispos católicos alemanes, que fueron los primeros en adoptar esta decisión.

No obstante, lamentó que las parejas homosexuales no se equiparen al matrimonio “y que ni siquiera sea un rito, sino algo que se ofrece a discreción del sacerdote”, por lo que cree que “todavía hay que trabajar más” para visibilizar que la realidad LGTBI “es una más dentro de la variedad y diversidad que existe dentro de la Iglesia católica”.

“Hacer visible que esta realidad existe, que también nosotros somos capaces de amar, que Dios nos quiere igual que a cualquier otro ser humano, que somos parte de la diversidad de la obra de Dios y que nuestro amor es tan real y verdadero como el de un hombre y una mujer”, añadió el portavoz.

En la práctica, la decisión del Vaticano supone que los sacerdotes podrán bendecir uniones de homosexuales “que no tendrán que ocultarse” como hasta ahora hacían muchas parejas, explicó Escolano, que recordó que muchas se han casado por el rito católico, aunque sin validez para la Iglesia, “a puerta cerrada para evitar un escándalo o que un sacerdote pudiera ser amonestado”.