Adinberri para el envejecimiento activo, Mubil para la movilidad sostenible, Ziur para la ciberseguridad y OB Gunea para el sector agrario, que también contará con su propio centro de referencia. OB Gunea será en clave rural lo que Tabakalera es para el mundo cultural, un punto de encuentro, un espacio físico en el que confluyan diferentes agentes y organizaciones del agro guipuzcoano, “retroalimentándose”, y avanzando aún más hacia una integración en su actividad diaria de valores como la “sostenibilidad y el respeto al medio ambiente”. La Diputación reconoce que “no será posible llevar allí a todas” las organizaciones sectoriales, pero sí reubicar a varias.
Aunque la ubicación de este nuevo centro de referencia no se ha definido todavía, uno de los espacios que se está valorando y cuenta con muchas opciones para acoger este centro es Kutxa Ekogunea, en el barrio de Rekalde, entre Donostia y Hernani, donde en 1958 ya se creó la Escuela Rural Zabalegi como centro de formación agropecuaria. El diputado general de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, reconoce el valor simbólico de este emplazamiento, aunque asegura que la decisión no está tomada aún.
La Diputación ha encargado ya asistencia técnica para la definición estratégica y creación de este centro “en el ámbito del equilibrio verde de Gipuzkoa”, dentro de la iniciativa Etorkizuna Eraikiz. Se presentaron al concurso público cinco consultorías y el contrato se resolvió a finales de octubre por un importe de 117.309,56 euros (96.950 sin IVA) a la cooperativa LKS, de la Corporación Mondragon.
El contrato de asistencia finalizará en breve y de él han salido ya unas primeras consideraciones. El centro se llamará OB Gunea, en un doble guiño que alude al concepto de “mejor” (hobe), por un lado; y responde, por otro, a las iniciales de Oreka Berdea (Equilibrio Verde), que es el nuevo sello que lleva el departamento que dirige Xabier Arruti.
“Con este centro, pretendemos visibilizar que el medio ambiente y el primer sector son las dos caras de la misma moneda”
No es la primera vez que el gobierno foral subraya su apuesta por el sector primario, que emplea en Gipuzkoa a unas 5.500 personas en otras tantas explotaciones agrarias y aporta el 0,43% del PIB del territorio. Pero sobre todo, la Diputación considera que un sector primario “vivo y activo” es sinónimo de productos alimentarios de “gran calidad” y cercanía (KM0); y el objetivo es seguir produciéndolos siendo “competitivos y sostenibles”.
Pero eso habrá que hacerlo en “un futuro que traerá cambios”, asegura Xabier Arruti, y en el que algunos subsectores desaparecerán, “sin duda”, del mismo modo que lo hizo la producción de trigo hace más de 50 años, o de la misma forma que nuestros caseríos dejaron de ser un “Arca de Noé, con todo tipo de animales, y hubo un cambio hacia la especialización. Se nos olvidan, pero ha habido muchos cambios en todos estos años. Y no podemos pensar que la próxima generación va a seguir el mismo modelo de ahora. El mismo cambio que hiciste tú, le tienes que dejar hacer tú al siguiente”, afirma el diputado de Equilibrio Territorial Verde.
“Está claro que el sector lácteo tiene un problema estructural, pero no podemos generalizar al resto de subsectores”
Adaptación a los cambios
Arruti está convencido de que “viene un cambio seguro” para el sector agrario. En algunos casos, por las “propias condiciones laborales”, en otros por las “regulaciones europeas”, cada vez más exigentes desde el punto de vista medioambiental y que conllevan a menudo limitaciones a la actividad agraria, pero también por la “contaminación” en otros casos.
Aspectos, todos ellos, que “marcan un nuevo camino que habrá que recorrer” y en el que OB Gunea será capital, porque “si algo le hace falta a nuestro sector, es unir a los subsectores, que cada uno deje de mirar a su ombligo. El compromiso es ponerlo en marcha dentro de esta legislatura”, explica el diputado a NOTICIAS DE GIPUZKOA.
Además, Arruti asegura que habrá que “fortalecer” algunos aspectos ante la previsible perspectiva de una falta de alimentos a nivel global en el planeta: una amenaza que en nuestro territorio tendrá su reflejo con toda probabilidad en un “encarecimiento” de los alimentos. Ante ello, el diputado recuerda que en Euskadi “no podemos asegurar una economía de guerra, pero sí unos mínimos alimentarios”.
“Lo que pretendemos visibilizar con este centro de referencia es que el medio ambiente y el primer sector son las dos caras de la misma moneda. Y siempre hemos tenido la sensación de que lo marrón va por un lado y lo verde, por otro. Parece que son algo aparte, y queremos representar ante la sociedad que ambos se necesitan y retroalimentan”, añade.
El diputado de Equilibrio Territorial Verde admite que el sector primario tiene muchos retos, pero considera que hay que “relativizar un poco sobre la situación” global, ya que el delicado momento que atraviesan actualmente el vacuno de carne y el lácteo, “que están sufriendo mucho”, no es equiparable al resto de subsectores: “Las urgencias y problemas de cada subsector no son los mismos, pero está claro que el lácteo tiene un problema estructural”.
Arruti precisa que la producción de carne porcina y el pollo lumagorri “están dándole la vuelta ya a las dificultades provocadas por el encarecimiento del pienso y se están recuperando”, al igual que el txakoli ha hecho con los “diferentes problemas de comercialización” que ha tenido.
Sí considera que es transversal el problema del “relevo generacional”, más difícil de superar cuando se trata de explotaciones que requieren de una gran inversión, como sucede en el subsector lácteo, y más sencillo cuando hablamos de horticultura y producción ecológica, donde “entra más gente”.
Iniciativa con aval ciudadano
La puesta en marcha de OB Gunea es una de las iniciativas sectoriales votadas por la Asamblea Ciudadana impulsada por la Diputación de Gipuzkoa dentro de su proyecto de gobernanza colaborativa, en colaboración con los laboratorios de innovación social ArantzuLab y Telesforo Monzón Herrigintza.
La Asamblea Ciudadana de Gipuzkoa está compuesta por un grupo de 32 ciudadanos elegidos al azar o por sorteo cívico, atendiendo a los diferentes criterios de representación de la diversidad del territorio (edad, género, nivel educativo, conocimiento lingüístico, lugar de residencia y la importancia que daban a los productos locales), que participaron en un proceso de deliberación de 40 horas (cuatro fines de semana) entre noviembre de 2022 y diciembre de 2023 para responder al reto planteado por la Diputación Foral en torno al papel del sector agrario frente al cambio climático. En este proceso participaron también personas expertas en la materia, con el fin de trasladar a la ciudadanía la información necesaria.
Entre las otras recomendaciones, se encuentran propuestas como fomentar los productos locales adaptando las bonificaciones fiscales o impulsar la gestión forestal a través de la I+D, propuestas realizadas por los grupos junteros tras un intenso proceso de participación.
El gobierno foral prevé en los presupuestos de 2024 destinar 1,93 millones de euros para iniciar la ejecución de las recomendaciones presentadas por la Asamblea Ciudadana referentes el primer sector, nueve en total, y espera destinar 13 millones en los próximos cinco años para su implementación.
“Sabemos que el sector tiene retos profundos, que también vive situaciones difíciles, pero tenemos plena confianza en el futuro y miramos con optimismo lo que viene. Estamos dispuestos a hacer cosas diferentes, a obtener resultados diferentes, y a dar un nuevo salto hacia el equilibrio territorial verde, garantizando el futuro del sector”, asegura Arruti.
La propia diputada general, Eider Mendoza, dijo recientemente en el congreso sectorial Gure Lurra-Sembrando Futuro, que el primer sector tiene que jugar un papel protagonista en la respuesta ante desafíos de “enorme calado” como son “el cambio climático, la alimentación sostenible y en la expansión de hábitos de vida saludables”.