El sonido de silbatos, la presencia de piquetes y las banderas moradas se han convertido en una constante este jueves en buena parte de la geografía guipuzcoana, donde la primera huelga feminista general convocada en demanda de un sistema de cuidados “público y comunitario” ha tomado las calles. La jornada de protesta, que ha tenido un seguimiento desigual, con poco eco en el sector privado y más en los servicios públicos vascos, se ha saldado con cinco mujeres detenidas por desórdenes públicos en Donostia, tras encadenarse en el acceso a la sede de la Diputación de Gipuzkoa.

“Me he sentido muy sola, no sé cómo he sobrevivido a todo. Yo ya me arreglo, decía, hasta que las piernas no me sostenían”. Los testimonios de varias mujeres que han trabajado de internas, y que se han podido escuchar a través de la megafonía en una movilización que ha transcurrido frente al ambulatorio de Iztieta, en Errenteria, ponían voz al fin que perseguía la jornada: hablar de los cuidados como “un derecho colectivo”, para que se conviertan “en una responsabilidad social, y no un negocio”. 

Acciones coordinadas desde las asociaciones de trabajadoras del hogar y de cuidados han exigido "la eliminación del régimen de trabajadoras internas". En cada municipio se han llevado a cabo actos de protesta en ese sentido. La de los cuidados es una cuestión que ha pasado a ocupar un lugar central en la agenda política, como vienen demostrando las instituciones en los últimos tiempos.

Una reivindicación que este jueves ha saltado a las calles de la mano del Movimiento Feminista de Euskal Herria. Es la convocante, junto con la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE, Etxalde, CGT) de una huelga general en Euskadi y Navarra que, bajo el lema A favor de un derecho colectivo al cuidado, se ha desarrollado entre numerosas movilizaciones y actos de protesta, que han alcanzado su máxima expresión en Donostia tras el arresto por desórdenes públicos de cinco mujeres en dependencias de la Diputación. 

El incidente se ha registrado sobre las 14.00 horas. Las detenciones, en el marco de la movilización convocada, se han producido después de que un grupo de manifestantes accediera a los soportales del Palacio Foral y se encadenara a los barrotes de las ventanas, portando pasamontañas y coreando lemas a favor de la lucha feminista. Agentes de la Ertzaintza han procedido a cortar las cadenas con un cizalla. Poco después han introducido a rastras a estas personas al interior del Palacio foral, donde han sido identificadas y detenidas. En el exterior, decenas de manifestantes proferían gritos y consignas de apoyo.

"Esta huelga no es más que el comienzo de este proceso, seguiremos luchando juntas. Las trabajadoras del cuidado y del hogar quieren alzar la voz como sujetos políticos para acabar con este sistema de cuidados injusto, y llamamos a más trabajadoras a unirse a la lucha", han señalado las convocantes de la huelga.

La presencia de piquetes en polígonos industriales y los cortes de carretera han sido una constante, como ha ocurrido a primera hora de la mañana en el acceso a la autopista desde Arroa a Zumaia, que momentáneamente ha sido cerrado por un grupo de activistas, provocando colas kilométricas. 

Reclaman que la tarea de los cuidados no recaiga en su mayor parte en las mujeres. Piden “un nuevo modelo público”. Critican que las instituciones sostienen "un régimen de cuidados desigual, heteropatriarcal, colonialista, racista y capitalista", con empresas privadas que están haciendo negocio "a costa de la precariedad de las trabajadoras de cuidados". Así lo denunciaban decenas de vehículos con banderas moradas mientras recorrían las calles de municipios como Pasaia al grito de Gaur greba, zaintza kolektiboen aldeko eguna (Hoy huelga, a favor de los cuidados comunitarios). Establecimientos de hostelería, entre otros, permanecían cerrados. 

Transporte público al 30%

El seguimiento de la huelga se ha dejado notar en el ámbito municipal vasco, especialmente en Gipuzkoa, donde casi todos los ayuntamientos se han sumado a la huelga de forma muy generalizada, tanto el personal contratado directamente como el personal subcontratado. Según han informado los convocantes de la huelga general, a las plantillas de Irura, Anoeta, Mutriku, Aretxabaleta, Azpeitia, Ordizia, Oñati, Arrasate, Orio, Urretxu, Tolosa, Bergara y Beasain -que ya habían anunciado el paro- se han sumado las plantillas de Errenteria, Hernani, Idiazabal y Legazpia. En Donostia, donde "el seguimiento ha sido importante", los polideportivos permanecen cerrados. 

El transporte público funciona con unos servicios mínimos del 30% decretados por el Gobierno Vasco. Los usuarios de Euskotren (ferrocarril, autobús, tranvía y funicular) han tenido que adaptarse, lo que ha provocado algún que otro contratiempo entre pasajeros que no estaban al tanto de los nuevos horarios. “Iba a coger el Topo como siempre, pero veo que hoy solo pasa cada hora”, lamentaba una joven en la estación de Galtzaraborda, que se daba media vuelta con sus dos hijos pequeños. 

Durante todo el día han tenido lugar en Gipuzkoa decenas de movilizaciones organizadas desde los comités de huelga de pueblos y barrios. En Errenteria las entidades bancarias funcionaban con aparente normalidad, no así el pequeño comercio y la hostelería, donde muchos establecimientos habían bajado sus persianas. “El miércoles acordamos llevar a cabo dos cierres puntuales, de mañana y tarde, pero hoy la mayor parte de comerciantes han dicho que cerraban todo el día. ¿Por qué? Por los piquetes. Yo lo voy a acabar haciendo, pero es evidente que al final se trata de una medida obligada por las circunstancias”, reconocía a este periódico, un tanto malhumorada, una dependienta de la calle Viteri de Errenteria. 

En Donostia, jóvenes han arrojado “vino y harina” a la puerta de un comercio textil de la calle San Martín. Las protestas también se han dejado notar en el Polígono 27, donde se han registrado retenciones en la zona.

Medio centenar de personas se han concentrado frente al centro ambulatorio de Iztieta, en Errenteria, tras una pancarta en la que podía leerse Osasungintza publikoa defendatu (Defender la sanidad pública). Otro tanto ha ocurrido en el centro de salud del barrio donostiarra de Gros que, con la megafonía de fondo, han coreado lemas en favor de un sistema de cuidados público.

Según los datos del Gobierno Vasco, ha parado el 39% del personal de Educación. La huelga se ha dejado notar especialmente en la universidad. Grupos de jóvenes vestidos de negro han accedido al campus de Ibaeta formando piquetes informativos, bajo la atenta mirada de dotaciones antidisturbios, que se han personado para garantizar el acceso de los estudiantes y han identificado a algunos jóvenes.

Los convocantes de la huelga general la han calificado de "histórica" por su valor cualitativo y por la participación en las manifestaciones. Han elevado el éxito del paro en Euskadi al 70% en la escuela pública, y al 75% en ikastolas. Las mismas fuentes han indicado que en las residencias y centros de día, los "servicios mínimos han condicionado totalmente el impacto", si bien han resaltado el seguimiento de los centros Iturbide de Arrasate, de Mutriku, Soraluze, Sanmarkosene de Errenteria , San jose de Zumaia , Argixao de Zumarraga , San Jose egoitza de Ordizia, o el centro de día de Zarautz.