El misionero vasco Ángel Olaran, con una extensa labor en Etiopía y Tanzania, removió ayer conciencias al denunciar el abuso que sufre África. “Tienes que pedir en una esquina, casi prostituyéndote, para que te den unas migajas cuando luego te quitan millones” en materias primas, denunció.

Este religioso, conocido como el Padre Ángel, intervino en una rueda de prensa en Donostia con motivo del galardón que el Departamento de Cooperación de la Diputación de Gipuzkoa le ha concedido a él y a Medicus Mundi Gipuzkoa en reconocimiento a su “excepcional labor”. Olaran (Hernani, 1938), misionero de los Padres Blancos, ha desarrollado la mayor parte de su vida en labores humanitarias en África, primero en Tanzania y, desde 1991, en Etiopía, en concreto en la localidad de Wukro, situada en la región de Trigray, fronteriza con Eritrea.

En la misión de Saint Mary desarrolla las principales actividades de educación, sanidad y ayuda asistencial a las personas más necesitadas, entre las que destacan un proyecto para huérfanos, un colegio de formación básica y profesional, la atención de enfermos de sida, o el sistema de microcréditos para pequeños negocios.

Olaran mantiene su tono sereno para denunciar el abuso de Occidente sobre el Tercer Mundo y lamenta que “casi haya que hacer la esquina” para conseguir una miseria. “El desarrollo de África está condicionado por Europa. Estamos a nivel de migajas”, criticó Olaran, al tiempo que señaló que “lo importante no es tanto explicar lo que se ha logrado hacer allí” sino lo que está por venir.

En su opinión, el “futuro” no pasa por presentar aquí “un par de proyectos, uno de sanidad y uno de educación”, sino por salvar a la población de una región que lamentablemente “no va a conseguir ese duro que necesita” para poder salir adelante.

Pidió que el instrumental médico en desuso, que es “bueno y está ocupando espacio” en los hospitales sea enviado a Etiopía y comentó que en estos momentos esperan como “agua de mayo” la llegada de un contenedor para un hospital cargado con 20 camas y colchones que estaban “abandonados aquí”.

Denunció que “el potencial económico de África es el que está salvando” a las grandes economías por sus materias primas y opinó que todas ellas están “estrangulando” al continente. Olaran explicó que en Etiopía trabajan en colaboración con otras organizaciones como Medicus Mundi Gipuzkoa, con la que comparte el premio Agustin Ugarte 2023 que la Diputación Foral entregará mañana.

Lourdes Fernández, representante de esta ONG especializada en el ámbito sanitario, repasó la labor desarrollada en el medio siglo de andadura de Medicus Mundi Gipuzkoa, que actualmente tiene representación además en India, Ecuador, Perú, Nicaragua y El Salvador.

Las años de trabajo y las propias realidades de algunos países han llevado a la entidad a centrarse en la lucha por una mayor equidad de género, especialmente, en lo relativo a los “derechos sexuales y reproductivos y la erradicación de la violencia machista”.

Tras 50 años de trayectoria, esta organización sin ánimo de lucro sigue “luchando por un mundo más justo” y echa en falta la presencia de más “voluntarios” para desarrollar su labor, señaló Lourdes Fernández.