Los trabajadores del sector de Transporte Sanitario (ambulancias) comenzaron el pasado lunes la primera de las tres jornadas de huelga convocadas por ELA, USO, LAB, UGT, CCOO y ESK, en la que “han demostrado su capacidad de movilización”, según las centrales, que no dieron cifras de seguimiento.

ELA calificó como “positiva” la respuesta de los trabajadores –que suman 1.800 en Euskadi–, a pesar de que los servicios mínimos establecidos por la Administración pública son “abusivos”, del 60% del servicio normal.

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, indicó que estos servicios mínimos se cumplieeron en Gipuzkoa y Álava pero no en Bizkaia, donde por la mañana los piquetes impidieron la salida de ambulancias para cubrir los servicios mínimos.

En concreto, según detalló el Departamento de Salud, 75 manifestantes (piquetes) impidierono la salida de ambulancias desde la base de Zorroza (Bilbao), con lo que salieron 40 de las 60 ambulancias programadas en los servicios mínimos. Salud condenó estos ataques, “con el consiguiente perjuicio para los pacientes”, y criticó la publicación de un vídeo anónimo invitando a la violencia en este conflicto laboral.

Por su parte, ELA señaló que no comparte los vídeos ni los mensajes ni actos violentos publicados en los últimos días. El sindicato va a seguir defendiendo la huelga, “teniendo claro que la negociación real es la única manera de solucionar esta situación”.

En esta primera jornada de huelga los trabajadores del transporte sanitario se han movilizaron en las tres capitales de la CAV. En Gipuzkoa, llevaron a cabo una concentración en el Hospital Donostia y una caravana de coches.

El origen del conflicto está en el bloqueo en la negociación entre la patronal y los sindicatos de las ambulancias, que piden mejoras salariales y la equiparación de condiciones laborales con el personal de transporte sanitario de Osakidetza. Según los sindicatos, la patronal ofrece, a partir de 2024, una subida salarial del 2,5% durante cinco años, una reducción de jornada de 4 horas al año en el mismo periodo, y una mejora bruta en el plus de asistencia. Para las centrales, esta oferta no garantiza la actualización de salarios referentes al IPC, que solamente durante el 2022 y 2023 suman un 16% de subida, y está muy alejada de las condiciones del personal propio de la Administración. Por su parte, la asociación empresarial de ambulancias del País Vasco considera “inviable” la demanda de equiparación con Osakidetza que piden los sindicatos.