“Vienen relatando relaciones realmente impactantes. Estamos hablando de todo tipo de penetraciones, con catorce y quince años, algo que llama mucho la atención. El sexo lo están aprendiendo a través de la pornografía”. La banalidad con la que se afrontan las relaciones sexuales a edades cada vez más tempranas se ha convertido en objeto debate y preocupación. Las impresiones trasladadas a este periódico el año pasado por la titular de la Fiscalía de Menores de Gipuzkoa, Mercedes Bautista, no han perdido un ápice de vigencia. 

La memoria de la fiscalía, que acaba de hacerse pública, vuelve a incidir en un aspecto que viene siendo recurrente: “se mantienen conductas sexualizadas tempranas”, y la relación con el consumo de pornografía es cada vez más estrecha. Hasta tal punto, que del mismo modo que se habla de “nativos digitales” -en alusión a las personas que han nacido y crecido con acceso a Internet- cada vez más estudios denominan a esta nueva generación como “porno-nativa”

Adolescentes que han crecido con acceso instantáneo a grandes portales de porno en Internet. Casi se puede decir que han descubierto esos contenidos antes que su propia sexualidad. Una generación en la que sus prácticas, gustos y preferencias sexuales tienen que ver “más con las experiencias observadas en el porno”, y no con las vividas en el día a día. En la medida que pasa el tiempo, parece aumentar la brecha abierta entre expectativa y realidad. 

El porno se ha convertido hoy en día casi en una escuela que actúa de forma pedagógica

“Hace falta pasar página. El eres objeto de mi deseo se tiene que transformar en eres sujeto de mi deseo. Ser sujeto y no objeto, en eso consiste la igualdad de género”, remarcaba la fiscal. El problema, según se viene constatando, es que el porno se ha convertido hoy en día casi en una escuela que actúa de forma pedagógica, “naturalizando y normalizando” unos tipos de prácticas, de cuerpos, de relaciones e imaginarios simbólicos cargados de estereotipos. Y todo ello puede desembocar también en agresividad. 

Agresiones sexuales "de máxima gravedad"

En Gipuzkoa han aumentado las denuncias de agresiones sexuales con penetración protagonizadas por menores. Siete de estos casos son “de máxima o extrema gravedad”, según ha puesto de manifiesto la Fiscalía, en relación a lo ocurrido en 2022. ¿Cómo está influyendo la pornografía en el desarrollo de la sexualidad de estos menores? ¿Qué expectativas y deseos despierta? 

Trasladamos la pregunta a pie de consulta. “Atendemos casos de personas con serios problemas por haberse identificado con ese ideario de supermacho. Hombres que siempre tienen que estar preparados para el sexo porque es la cultura que han recibido, a los que parece que siempre se les tiene que poner dura al ver una teta”. La psicóloga donostiarra consultada por este periódico, que prefiere mantenerse en el anonimato, habla sin tapujos sobre las “nefastas consecuencias” de una educación sexual en la que el porno genera una visión completamente desnaturalizada de la sexualidad. 

Lo que se ve en las pantallas no casa con lo que ocurre en la cama. “Hay mucha frustración cuando se trata de llevar a la realidad algo que muchas veces no es posible. Cuando tu pareja te dice que eso que estás intentando no le gusta nada. Ante esa negativa, hay hombres que cortocircuitan”, expone esta profesional. Una sexualidad que resulta no ser tal, y que se alimenta cada día. 

"Hay mucha frustración cuando se trata de llevar a la realidad algo que muchas veces no es posible. Cuando tu pareja te dice que eso que estás intentando no le gusta nada. Ante esa negativa, hay hombres que cortocircuitan"

El Estado ocupa el puesto número 12 en el ranking de consumo global de pornografía en la red, una de las industrias más rentables a nivel mundial. PornHub, el único portal de distribución gratuita de vídeos pornográficos que realiza informes públicos de su actividad anual, permite hacerse una idea de las dimensiones de este negocio. Recibe 115 millones de visitas al día, más de 80.000 cada minuto

Adolescentes y jóvenes son los principales usuarios de los servicios que ofrece Internet. No es difícil intuir que también son ellos las que más porno consumen, en seis de cada diez casos. Internet posibilita un acceso universal e inmediato a una pornografía variada y disponible veinticuatro horas al día con tan solo hacer un clic. Y el consumo se produce a edades cada vez más tempranas. 

Edad media de inicio en el consumo: doce años

Según un estudio publicado por la ONG Save the Children, el 53,8% de las personas encuestadas ha accedido por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y un 8,7% antes de los 10 años. La edad media se sitúa en torno a los 12 años. 

Las estadísticas dicen que la vía principal de acceso es a través del móvil: el 76,6% lo hace desde su smartphone, frente al 16,3% que accede desde ordenadores, y un 7,1 % por medio de tablets. Siete de cada diez adolescentes ha visto pornografía en los últimos 30 días, llegando a consumirla los chicos el doble que las chicas (81,6% y 40,4 % respectivamente). Nace de todo ello una distorsión de los roles de género. Se cosifica a la mujer. 

Siete de cada diez adolescentes ha visto pornografía en los últimos 30 días, llegando a consumirla los chicos el doble que las chicas

“Hay quien te dice en consulta haber mantenido relaciones sexuales sin haberlo deseado. Ellos, por no dejar desaprovechar una oportunidad. Ellas, por no defraudar las expectativas, jadeando y fingiendo orgasmos”. Dice la psicóloga que muchas jóvenes tienen “interiorizada una mirada masculina”, de tal manera que saben buscar “un equilibrio entre no parecer una reprimida, ni tampoco una golfa”. 

En el estudio Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales, en el que se analizan las dimensiones y características del impacto de la pornografía en Internet sobre adolescentes y jóvenes en el Estado, un 15,5 % de las personas encuestadas reconocen no haber recibido nunca educación afectivo-sexual. Un 14,6 % no contesta a esta cuestión, lo que puede incrementar este porcentaje. 

Solo un 21,9% manifiesta haber recibido esta formación. Cuando se les pregunta sobre las alternativas para resolver estas dudas, las respuestas son las amistades (72,8%) e Internet (69,1%). La red de redes ha modificado la influencia que siempre ha tenido el grupo de iguales en la obtención de información. Se accede a la pornografía “a partir de búsquedas sencillas”.