Jóvenes como poseídos, doblándose sobre sí mismos, o retorciéndose como zombies. En las calles de muchos barrios norteamericanos, el fentanilo, una de las drogas más adictivas y peligrosas que existen en la actualidad, deja imágenes pavorosas. Las de individuos que asemejan a los personajes de The Walking Dead porque se han convertido en adictos a esta sustancia que aseguran es 100 veces más potente que la morfina, y 50 veces más que la heroína.

Estos nuevos opioides sintéticos ya podrían estar circulando por Europa y la península y detectándose intoxicaciones por este producto sobre todo mezclado con otras sustancias. Las autoridades creen que los traficantes podrían haber estado cortando la cocaína con este opiáceo o haberlo camuflado en otros estupefacientes.

Y aunque su irrupción es todavía tímida, empieza a generar inquietud. “El fentanilo no es solo muy potente, sino también es barato y fácil de producir y distribuir, lo que hace que sea la droga ideal para el mercado negro”, dicen los expertos, quienes afirman que muchos traficantes han transformado su modelo de negocio hacia esta droga “porque el coste de producción es bajísimo”.

El fentanilo es un tipo de opioide que se usa como analgésico y anestésico. De hecho, fue concebido para su uso en hospitales y, en concreto, en quirófanos. Su poder analgésico es tan potente que también se receta a pacientes con severos dolores crónicos o que sufren cánceres terminales. Y aunque se utiliza para tratamientos médicos, bajo control sanitario, su consumo externo y con carácter recreativo provoca adicción. “El fentanilo también se fabrica ilegalmente y se vende como droga callejera a menudo, mezclada con otras sustancias. Pero sin control es muy adictiva y peligrosa porque una droga es tanto más destructiva como rápido sea su efecto”, aseguran.

Gracias al sistema público de salud y al estricto control de los productos farmacológicos, aquí es mucho más difícil su penetración. Pero hace ya cinco años, la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advertía del incremento del uso de fármacos con fentanilo y hacía pública su “preocupación por el riesgo de abuso y dependencia para los pacientes”. En base a datos del Ministerio de Sanidad, en España se consumen de forma legal 2,7 dosis diarias de fentanilo por cada 100.000 habitantes. Es algo más que hace una década, pero el incremento está en consonancia con el del resto de fármacos.

Crisis

En Estados Unidos, sin embargo, es un auténtico problema de salud pública, y el país enfrenta una crisis sin precedentes a causa de los opioides. De hecho, han circulado imágenes de supuestos “zombies” que caminan en las calles de Filadelfia con movimientos erráticos y extraños porque el fentanilo ha convertido ese país en el epicentro de una mortífera epidemia. Ha ocasionado récord de muertes por sobredosis ya que está detrás de dos de cada tres fallecimientos por esta causa, con unos 110.000 muertos al año.

Los subidones con este opioide incluyen felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento y sedación. Como además es altamente adictivo, si alguien trata de dejarlo, a menudo desarrolla síntomas de abstinencia, como sensación de pánico, insomnio, escalofríos y sudores fuertes, dolor muscular, calambres estomacales, náuseas, vómitos y diarrea.

El sistema sanitario español hace impensable que pudiera producirse una crisis equivalente a la de Estados Unidos ya que, a diferencia de USA, donde es factible lograr esta droga sin receta, aquí resulta inviable. Pero preocupa su circulación en el mercado ilegal ya que se ha convertido en una droga extremadamente barata.

Amenaza potencial

Barata y letal

Cinco dólares. En Estados Unidos, un comprimido se puede conseguir por cinco dólares. Es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. En Europa se recurre al mercado ilegal, fundamentalmente de Internet.

1960

Analgésico. Sintetizado por primera vez en 1960, el fentanilo fue utilizado originalmente como analgésico intravenoso. Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980, su uso se expandió a fines fundamentalmente recreativos.

Sobredosis

Uso recreativo. El fentanilo no se ha detectado oficialmente en Europa ya que está fuertemente regulado.