“La Donosti Cup fue muy buena, y el Tour no tanto”, afirma el director del donostiarra hotel Bidaia, que este año percibe una mayor dificultad para llenar todas las habitaciones de hotel en Donostia, que en junio superó el 83% de ocupación y ahora roza el 90%.  

El verano está siendo “muy intenso” y va in crescendo, “aunque tal vez se esperaba más fuerte. Pensábamos que íbamos a estar más llenos, y a última hora está tocando ajustar las tarifas para ocupar las últimas habitaciones”, asegura Marco Valoria, director del hotel Bidaia, un hotel situado en la avenida de Ategorrieta e inaugurado en 2020. Su establecimiento se encuentra ahora mismo rozando el 90% de ocupación, con solo una o dos habitaciones libres de las 17 que tiene. Los precios de partida, rebajados ahora, están en 187 euros por noche, en una horquilla que va hasta los 300.  

"En julio llegan a Donostia un montón de estadounidenses. Empiezan a venir antes Sanfermines y ya se se quedan; suelen estar aquí tres noches"

Marco Valoria - Director del hotel Bidaia de Donostia

El aumento de plazas hoteleras en Donostia, con la apertura de nuevos establecimientos ha “aumentando la competencia”, según Valoria, y se nota que la gente “se reparte” y “cuesta más llenar las habitaciones”. Al menos a los precios fijados de entrada. El suyo es, dice, un hotel de precio medio-alto, pero que en Donostia, una ciudad cara, puede considerarse que “medio”. 

Según Valoria, estamos en el “mes de los norteamericanos” en Donostia. “En julio tenemos muchos americanos. Ya en junio, antes de Sanfermines vienen un montón de estadounidenses”, dice Valoria. “Y también canadienses”. En Donostia “se quedan tres noches, y luego van a Iruñea, Barcelona” y otras ciudades.  

Valoria explica que este mes de julio “la Donosti Cup ha sido muy buena, pero el Tour de Francia no tanto. Quizá se esperaba más gente. Pero sí se notó mucho la Donosti Cup y luego hubo un pequeño bajón que ahora se recupera con el Jazzaldia”.  

En su hotel también “hay mucho más extranjero que nacional”, dice. “Nosotros tenemos muchos clientes de Suiza, Holanda, Dinamarca, Alemania y Bélgica” y menos estatales, que quizá tienen un poder adquisitivo más limitado, reconoce, y “tres noches en Donostia pueden llegar a costar cerca de 1.000 euros”. 

En agosto, en cambio, “sí que tenemos bastantes reservas de Catalunya y Madrid. Más que en julio, porque los turistas europeos no alargan tanto las vacaciones y normalmente ya se van después de las dos primeras semanas de agosto.