La nueva diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, asegura que se le hace extraño sentarse en el sillón que hasta ahora ha ocupado su estimado Markel Olano. Admite que el suyo es un “gobierno continuista”, pero renovado con su impronta y que insistirá en acercarse a la gente y buscar acuerdos con todos los partidos. Valora que su candidatura, en coalición con el PSE, llevaba representados al Pleno de investidura el 48% de los votos. 16.000 más que EH Bildu.
En primer lugar, ¿cómo está?
Pues es una mezcla de orgullo, honor, responsabilidad, mucha emoción; me siento muy acompañada. Tengo mucha ilusión, porque he heredado un proyectazo. Por parte de Markel, la transmisión ha sido muy natural, muy cariñosa. Yo le estoy profundamente agradecida, y sé que él también a mí, por asumir la responsabilidad.
Afronta una legislatura en la que va a ser necesario llegar a acuerdos a tres bandas, es decir, que no les vale solo con el socio de gobierno.
Somos perfectamente conscientes de la complejidad de la situación. De hecho, en el Pleno de investidura había dos candidaturas, y la nuestra fue la única que llevó un acuerdo de la mano de dos partidos políticos. La otra candidatura no tenía ese acuerdo de gobierno con el que someterse a la votación de las Juntas Generales (JJGG) de Gipuzkoa.
¿Cree que habían echado la toalla y daban por hecha su investidura?
Lo que demuestra es que no han tenido la capacidad de concitar un acuerdo. En cualquier caso, yo sí que hago una interpretación de las elecciones pasadas. Por una parte la abstención fue muy elevada, el 40%. Eso significa algo y es un mensaje muy potente el que tenemos que asumir; y, por otra parte, vista cuál es la situación de las Juntas Generales, evidentemente tenemos una sociedad muy compleja y muy plural.
“Es responsabilidad de todos intentar llegar a acuerdos y no se entendería que algún partido político se autoexcluyera”
Y va a haber que negociar todo.
Estamos en minoría, vamos a necesitar el acuerdo con el resto de los partidos políticos, pero no solamente vamos a buscarlo ahora porque tenemos esa necesidad. La legislatura pasada, a pesar de contar con una mayoría absoluta, tuvimos la complicidad del resto de los partidos políticos para formar la mesa política en la que participaron todos sin excepción, fuera de los focos. Tanto los partidos de gobierno, como de oposición, fueron generosos y trabajaron de forma discreta, por lo tanto era ya una apuesta previa la de buscar la colaboración del resto de los partidos políticos para hacer frente a los retos del futuro, que son muy importantes y complejos. Y en esta legislatura, por tanto, razón de más. Eso va a llevarnos a tener que buscar acuerdos de manera permanente para todas las iniciativas que vayamos a llevar adelante. En cualquier caso, sabiendo de esa complejidad, es un reto para mí. Y es ilusionante.
¿Cree que será posible?
Desde luego, nuestro equipo hará lo posible para llegar a acuerdos y estoy convencida de que el resto de los políticos también tendrán esa misma altura de miras, porque la ciudadanía nos ha pedido cambios. Porque la ciudadanía siente a las instituciones y a los partidos políticos más lejos que nunca y, por tanto, Gipuzkoa tiene que ser diferente en esto.
‘Gertu’, ‘gertu’, ‘gertu’. Durante el Pleno lo repitió usted varias veces.
Hori da. Un gobierno cercano, y a una institución como son las JJGG también le pedí insistentemente: seamos distintos en esto, Izan gaitezen ezberdin.
Dijo usted que ésta no va a ser una legislatura de despacho, y que va a salir a la calle y visitar los 88 pueblos. ¿Cree que se han alejado de la ciudadanía?
Nosotros y nosotras ya iniciamos en 2016 todo un proceso para acercarnos a la ciudadanía, por ejemplo, en los procesos estratégicos de Etorkizuna Eraikiz que hemos aprobado, hay 70.000 personas de Gipuzkoa que han participado, pero a pesar de todos los esfuerzos que estamos haciendo desde la institución, está claro que la gente percibe lejanía, por lo que hay que hacer otra cosa, o acentuar más el trabajo que hemos hecho hasta ahora. Nuestra apuesta va a ser por redoblar los esfuerzos y que se perciba así por parte de la ciudadanía. Y lo haremos de manera insistente y natural.
“La abstención fue muy elevada, el 40% y eso significa algo, y es un mensaje muy potente que tenemos que asumir”
Se percibe quizá un hastío general, no ya solo con la política. ¿Cómo interpreta eso que van diciendo las encuestas, por qué cree que se produce?
Es algo que está pasando en todo el mundo occidental, en Europa especialmente, que la ciudadanía percibe a los partidos políticos más lejos que nunca y desde luego. Es cierto que en Euskadi, las instituciones todavía se perciben más cercanas, comparativamente con el resto de Europa, pero la tendencia es a la baja. Por tanto, tenemos que incidir en este momento para darle la vuelta a eso.
¿Ha sentido cuestionada su legitimidad para formar gobierno durante este periodo entre las elecciones y la investidura? ¿Se ha sentido dolida?
EH Bildu viste su incapacidad para llegar a acuerdos con esta estrategia, intentando deslegitimar este gobierno de coalición que se ha formado, pero EH Bildu llegó en solitario al Pleno de investidura. Obtuvo el mayor número de votos en las elecciones, pero no ha sido capaz de tejer ningún acuerdo con ningún partido, ni siquiera con Podemos, que prestó dos de sus votos en las JJGG. Al gobierno se llega con votos, pero se llega también con la capacidad de llegar a acuerdos, y esa capacidad no la ha tenido EH Bildu. En este caso, construyeron todo un relato, pero creo, firmemente, que ese tipo de lenguaje se debe evitar si queremos de verdad normalizar la política y acercarla a la ciudadanía y reducir el nivel de rechazo que hay actualmente por la bronca política. Es un ejercicio de responsabilidad política el que le pido a EH Bildu.
En el Pleno le dijo al portavoz del PP que no se daban las circunstancias para que su partido entrase en el Gobierno, como pretendía el señor Lezama, pero abrió la puerta a negociar con todos durante esta legislatura. ¿A todos?
A todos los partidos políticos. Les tiendo la mano para intentar llegar a acuerdos en el futuro. Es más, es una responsabilidad de todos intentarlo y no se entendería que algún partido político se autoexcluyera de ese tipo de acuerdos. No se dan las condiciones para llegar a un acuerdo con el Partido Popular, no lo hemos buscado para el Gobierno foral, pero de cara al futuro, tendemos la mano a todos los partidos políticos.
¿Le dolió o le chocó algo de lo que escuchó en el Pleno?
He recibido la confianza de la ciudadanía de Gipuzkoa mediante el voto de las personas junteras. No se me ocurre mayor honor que ese. Por tanto, el orgullo y la responsabilidad es tan importante, que el resto, los calificativos que se utilizaron…
Se llegó a tachar a su gobierno de ultraconservador.
Lo sitúo en un contexto preelectoral. Yo llevo muchos años dedicándome a la política. Sé cuál es el juego político, pero me quedo con que casi una persona de dos, el 48% de los votos, ha optado por una diputada general del PNV en un gobierno de coalición con el PSE, y eso es tal honor, insisto, que todo lo demás lo sitúo en su justa medida. En cualquier caso, más allá de eso, yo estoy convencida de que los partidos políticos en el futuro van a tener otra actitud para intentar llegar a acuerdos. Desde luego, tendí la mano y percibí interés por llegar a esos acuerdos.
También planteó EH Bildu su disposición a un acuerdo a cuatro bandas.
En el encuentro que he tenido con Maddalen Iriarte después de las elecciones, no conocí esa propuesta, no conocí ningún contenido, y la propuesta la hice yo, que fue la formación de la mesa en las Juntas Generales de Gipuzkoa, respetando la pluralidad y la historia.
“La misma noche electoral tuvimos muy claro que íbamos a intentar un acuerdo que evitara un gobierno como el de 2011”
Iriarte le reprocha que no ha querido entrar a acordar contenidos con ella.
Yo le pedí que me presentara esa propuesta y esa propuesta nunca la llegué a conocer. En cualquier caso, yo le propuse cuál debía ser a entender del PNV y el PSE la composición de la mesa de las JJGG de Gipuzkoa que fue seguir la tradición de estas últimas legislaturas, empezando por el hecho de que cuando gobernó Martin Garitano le dieron importancia a esa pluralidad. Yo considero que fue para intentar vestir su propio relato, un relato que para mí no tiene ninguna consistencia, tanto el de la composición de la mesa, como también el jueves la propuesta de un gobierno a cuatro, que es un ejercicio de irrealismo político también, puesto que insisten en su objetivo de desplazar al Partido Nacionalista Vasco. Pero yo prefiero mirar al futuro y tenemos que tener la capacidad de llegar a acuerdos y en eso me voy a empeñar. Y me empeñaré también en tejer relaciones de confianza, también más allá de los focos, con Maddalen Iriarte, y con el resto de portavoces y de junteras y junteros.
En 2011, ustedes toman la decisión de dejar gobernar a EH Bildu, el partido que había ganado las elecciones, cuando también se podía formar una mayoría alternativa. ¿Ha estado esa opción sobre la mesa esta vez? ¿Cuándo y por qué deciden cambiar de idea respecto a 2011?
La situación política es absolutamente distinta comparando con el año 2011. EH Bildu en aquel momento ganó las elecciones después de haber estado ilegalizado mucho tiempo, la víspera de la campaña electoral se legaliza la candidatura, eso creó un tsunami que le dio la mayoría de los votos y teníamos muy claro que era a Bildu a quien le correspondía gobernar en aquel momento. Gobernaron durante cuatro años. Acabaron hartando a toda la ciudadanía de Gipuzkoa. Fue un gobierno de imposición, en el que ni siquiera respetaban las normas forales, un gobierno en el que tuvimos que presentar una moción de censura a un diputado foral porque incumplía sistemáticamente una norma foral de obligado cumplimiento. Rompieron relaciones con el tejido económico. Buscaron el enfrentamiento y la confrontación con el PNV. Hicieron oposición a la oposición. Utilizaron la institución para ir en contra de un partido como el nuestro. Nos llegaron incluso a llevar a tribunales. Los propios técnicos de la Diputación Foral, después de haber estudiado detalladamente todo aquello que tejieron, concluyeron que fue una manipulación de información que se hizo de manera voluntaria para intentar conseguir un objetivo que no era otro que no era otro que atacar al PNV.
“La propuesta de un gobierno a cuatro es un ejercicio de irrealismo político, puesto que insisten en su objetivo de desplazar al PNV”
¿Así que lo han tenido claro esta vez?
Desde luego, tuvimos muy claro la noche electoral, el 28 de mayo, que a pesar de haber concitado un mayor número de votos que el que tuvimos nosotras, y felicitamos públicamente a EH Bildu, personalmente felicité a Maddalen Iriarte, pero teníamos muy claro en ese momento que íbamos intentar llegar a un acuerdo que evitara que eso se llegara a repetir ese gobierno. Tal es así, que el propio EH Bildu en toda la campaña electoral, en ningún momento puso encima de la mesa ninguna de las supuestas bondades del gobierno de Bildu en el Palacio foral durante aquellos años. El único momento en que salió algún diputado en la campaña electoral, fue durante la noche electoral, Larraitz Ugarte, diputada de Infraestructuras, quien salió a celebrar aquel triunfo. Teníamos muy claro que teníamos la mayoría de los votos para conformar un gobierno alternativo y es lo que hemos buscado y lo que hemos encontrado con el Partido Socialista.
¿Esa determinación también existía de la otra parte, en el PSE? ¿Fue más fácil de lo esperado ese acuerdo, o ya lo tenían claro como socios de gobierno que han sido durante ocho años?
La democracia es así.
Y también aceptar que te pueden dar calabazas.
Por supuesto. En este caso es tener la mayoría, aunque sea simple, que posibilite llevar adelante un proyecto determinado. El jueves, la candidatura con mayor número de votos fue la presentada por el PNV y el PSE. Y nuestros votos son 16.000 votos más de los que contaba EH Bildu y no darles ese valor es tener una visión sectaria y que nos lleva a mensajes muy del pasado y que rechazamos todos y todas.
El portavoz popular ocultó su voto hasta el final. ¿Se puso nerviosa en la votación de investidura?
Fui muy tranquila al pleno y con el temple suficiente y así se lo transmití a mi familia y amigas, porque estuve muy acompañada. Les transmití que allí había dos candidaturas y cualquiera de las dos podía ser investida diputada general. Era perfectamente consciente de que podía no salir yo, porque el resultado no estaba claro, a pesar de que Feijóo la víspera, desveló en un programa de televisión que habían dado el gobierno de la Diputación Foral de Gipuzkoa al PNV y al PSE con su voto. Pero yo he asistido a votaciones muy ajustadas, en la que se han aprobado presupuestos por algún error, o por la tardanza de algún parlamentario en llegar.
¿Siente el desafío de recuperar en estos cuatro años el terreno perdido en estas elecciones?
Pues yo voy a insistir. El 48% de los votos de la ciudadanía de Gipuzkoa fueron los que se reflejaron en las Juntas Generales de Gipuzkoa y yo le doy mucho valor a eso. Lo que voy a hacer durante estos cuatro años es empeñarme en hacer mejor las cosas para Gipuzkoa. Eta herritarrei eskerrak eman nahiko nizkie konfidantzagatik. Les quiero dar las gracias de verdad por su confianza.
"Que haya una mujer diputada general, lo convierte en referente para el resto"
¿Qué supone para usted ser la primera mujer diputada general?
Que sea yo, Eider, es algo circunstancial, pero que sea una mujer tiene una carga simbólica impresionante. Estoy muy emocionada por haber dado ese paso a favor de la igualdad. En todas las sensibilidades políticas ha habido mujeres que han estado en primera línea. Yo quisiera reivindicar a todas ellas y por la parte que me toca, sí me gustaría mencionar a personas que son muy cercanas a mí en lo ideológico. Recordaría a Julene Urzelai, también a Elbira Zipitria, que la tenemos además aquí, en el Palaci Foral, es la primera mujer que está en la planta de honor esta legislatura. Quisiera recordar a Idoia Zenarrutzabeitia, a Miren Azkarate, a Mirentxu Etxeberria en Tolosa…
Se dice que las mujeres aportan una mirada distinta y que durante años hemos renunciado a la mitad del talento de la sociedad. ¿Qué nos puede aportar esa mirada femenina?
Todas las personas tenemos miradas distintas, pero que de manera sistemática se excluya a la mitad del talento, es un error garrafal. Por lo tanto, es importante que por primera vez haya una mujer que ocupe un cargo como este, por su especial relevancia, porque es un cargo donde se decide y se influye; y más allá de eso, también se crean nuevos referentes en la política, porque aquello que no se ve, no existe y tampoco se aspira a ello. Que haya una mujer que sea diputada general, lo convierte también en referente para otras mujeres.
También hay muchas mujeres en su gobierno. Seis de nueve. Y con usted, siete de diez.
Es un gobierno nuevo, que he podido gestionar a mi manera, con la complicidad de esas personas. Es un gobierno en el que hay muchas mujeres, y además ha sido muy natural, ha surgido así. Y eso es muy buena noticia, porque ni siquiera lo he buscado.