La primera edición del Biozientzia Foroa ha servido para poner en el centro durante al menos una jornada a las ciencias de la vida, y también tomar el pulso a este prometedor sector integrado por centros de investigación, centros tecnológicos, instituciones, empresas, universidades, cluster, fundaciones, etc., cuya amplia representación se reunió en Donostia el pasado 14 de junio de la mano de NOTICIAS DE GIPUZKOA.
El encuentro contó con un nutrido plantel de ponentes que vertieron interesantes reflexiones en torno a las potencialidades con las que cuenta Gipuzkoa en este ámbito y los desafíos que afronta de cara a fortalecerse más si cabe.
Ainhoa Aizpuru, directora de proyectos de BIC Gipuzkoa, hizo un repaso del recorrido realizado en el territorio guipuzcoano en los últimos 20 años, valiéndose para ello de los datos recogidos en el exhaustivo informe Biociencias-Salud en Gipuzkoa, constatando que “el sector está viviendo un momento dulce, aunque queda mucho camino por andar”.
Aizpuru puso en valor el sólido ecosistema guipuzcoano y la capacidad de visión a largo plazo. También mencionó la necesidad de facilitar el acceso a los datos del sistema sanitario, más intensidad de capital y una mayor visibilidad de los proyectos
Como fortalezas, Aizpuru puso en valor el sólido ecosistema guipuzcoano y la capacidad de visión a largo plazo. En la otra cara de la moneda, y como asignaturas pendientes, Aizpuru mencionó la necesidad de facilitar el acceso a los datos del sistema sanitario, además de a las muestras, para poder explotarlos; una mayor colaboración con el sistema público de salud a la hora de realizar ensayos clínicos y validaciones con las startups del sector; más intensidad de capital, debido a los largos periodos de maduración que requieren las iniciativas de este ámbito; y una mayor visibilidad de los proyectos que se están realizando.
Conocimiento unido a otros factores
El foro supuso también una excepcional oportunidad para conocer de primera mano el recorrido de algunas iniciativas del territorio, porque tal y como observó Eduardo Iribarren, director de NOTICIAS DE GIPUZKOA, “lo que no se cuenta no sucede”. Así, Gurutz Linazasoro, presidente de Vive Biotech, relató que la biotecnológica surgió como una spin-off de Inbiomed, en el ámbito de la medicina regenerativa. “El conocimiento debe estar unido a otros aspectos como las patentes, las necesidades del mercado, la financiación y un modelo de crecimiento racional”, señaló. Y es que tal y como apuntó Fernando López-Gallego, investigador de CIC Biomagune, “es fundamental determinar el momento adecuado en el que transferir el conocimiento a la sociedad, porque no es suficiente desarrollar el conocimiento o la tecnología en el laboratorio si no tenemos en cuenta el resto de factores que van a permitir que llegue al mercado”. Para argumentar su afirmación, el investigador puso como ejemplo lo sucedido con un importante descubrimiento al que no se le supo sacar todo su potencial hasta tiempo después. Se refería a la tecnología CRISPR, una técnica de edición genética que ha revolucionado la biología.
“Es fundamental determinar el momento adecuado en el que transferir el conocimiento a la sociedad, porque no es suficiente desarrollar el conocimiento en el laboratorio si no tenemos en cuenta el resto de factores que van a permitir que llegue al mercado”
Otro caso reseñable es el de Erreka Medical, una cooperativa de Antzuola que ha pasado de fabricar componentes para el sector de la automoción, a los componentes médicos. Gorka Mendiaraz, business developer de Erreka Medical, explicó que, en su caso, “la mayor dificultad para sacar adelante el proyecto no ha sido la financiación, puesto que no hemos requerido de fondos externos, sino la falta de visibilidad hacia posibles clientes o startups del ramo con las que podamos colaborar”.
La repercusión de la pandemia
La repercusión que ha tenido la pandemia en el sector de las biociencias fue otras de las cuestiones que avivó el diálogo. “La escasez de infraestructuras y dispositivos hizo que Europa se diera cuenta de que no podíamos depender tanto de otros. Parecía que esto iba a traer un antes y un después a nuestro sector, pero la realidad no ha sido así, y tan solo el 1% de los PERTE ha ido a parar a las biociencias”, lamentó Linazasoro.
Una triste realidad de la que también se hizo eco Asier Albizu, presidente de Basque Health Cluster, añadiendo que otro de los obstáculos con los que se encuentran las empresas a la hora de transferir el conocimiento al mercado es el de una regulatoria sumamente exigente: “Los productos sanitarios están sujetos a una estricta regulación, lo cual ralentiza y dificulta su incorporación al mercado. En el caso español, esta regulatoria es aún más exigente que en Europa, por lo que hay quienes se plantean fabricar fuera de España”.
“Tras la pandemia no se han cumplido las expectativas que había con respecto a lograr una mayor inversión en el sector. Es una pena, porque se prevé un retroceso y, si no hay empresas, el conocimiento no se traslada a la sociedad”
El presidente de Viralgen, Javier García Cogorro, fue más contundente y dijo que “tras la pandemia no se han cumplido las expectativas que había con respecto a lograr una mayor inversión en el sector. Es una pena, porque se prevé un retroceso y, si no hay empresas, el conocimiento no se traslada a la sociedad”.
Las fortalezas de Gipuzkoa
Las capacidades con las que cuenta Gipuzkoa, un territorio eminentemente industrial, fue otro de los aspectos analizados en la jornada. La estrecha colaboración interinstitucional (Gobierno Vasco, Diputación, ayuntamientos), a través de estrategias como la RIS3, un fuerte ecosistema son algunas de las ventajas que, a juicio de los ponentes, debemos aprovechar. Y parece que vamos por el buen camino; muestra de ello son las razones que llevaron a establecer Viralgen en Miramon: “Un sólido ecosistema, unas instituciones bien engrasadas y la posibilidad de desarrollo del talento”, esgrimió Cogorro. Precisamente, la última mesa redonda de la jornada aportó algunas claves para hacer frente al reto del talento. Fernando P. Cossío, director científico de Ikerbasque, explicó la importancia de abordarlo mediante la estrategia de las “3 R”: reclutar, retener y repatriar. “Este modelo, bien equilibrado, será el que nos permita avanzar”, afirmó, al tiempo que reconoció que “de las tres vertientes, la más costosa es la relativa a la retención, puesto que está exenta de ayudas”. Junto al responsable de Ikerbasque, se subieron al estrado representantes del mundo educativo (Universidad de Mondragon, UPV/EHU, Teknika y Tecnum), quienes subrayaron la importancia de la colaboración entre centro de formación y empresas, y la necesidad de ofrecer en el ámbito de las formaciones STEM nuevos perfiles que resulten atractivos a los futuros alumnos.
