Los alrededores de la discoteca Bataplán de Donostia, en pleno Paseo de la Concha, han tenido un movimiento considerable la tarde de este jueves. Bomberos, personal sanitario y agentes de la Guardia Municipal no paraban de correr de un lado a otro, mientras un denso humo salía del interior del establecimiento de ocio. Mientras las ambulancias aparcaban en las inmediaciones y y se establecía un hospital de campaña para atender a los heridos de lo que parecía un aparatoso incendio, multitud de transeúntes se agolpaban, preguntándose cuán grave era lo que había sucedido para provocar semejante despliegue.

Pero todo ha sido una falsa alarma, afortunadamente. Y es que no ha sido más que un simulacro de incendio, englobado en la formación académica de las enfermeras que cursan el Experto Universitario de Enfermería de Urgencias y Emergencias, que tiene esta actividad, que les permite poner en práctica lo aprendido, como prueba final.

Son 35 las enfermeras que han participado en este simulacro, junto con personal de Bomberos de Donostia, DYA, Ambulancias Gipuzkoa, Cruz Roja, o la Guardia Municipal, sumando un total de más de 150 efectivos. Todas ellas totalmente metidas en el papel, como si de una emergencia real se tratara ya que, más allá de una experiencia práctica para las estudiantes, también es un buen entrenamiento para el resto de profesionales.

Simulacro en la discoteca Bataplán de Donostia

Simulacro en la discoteca Bataplán de Donostia Javi Colmenero

Por ello, este ejercicio, que es "una formación anual", tal y como explica a NOTICIAS DE GIPUZKOA Mikel Rojo, enfermero y docente del experto universitario que han cursado las alumnas participantes, intentan que sea variado; es decir, "no repetirlo año a año", para que "todas las agencias intervinientes puedan desarrollar sus prácticas" y reciclajes. Así, este año le ha tocado el turno a Bataplán, con un incendio en su interior, pero el año pasado fue el Reale Arena y un fuego que desembocó en avalancha. En ediciones anteriores, otras localizaciones para estas falsas emergencias han sido el Victoria Eugenia, Sagüés o Illunbe y se han simulado situaciones tan variopintas como un choque de trenes, ahogamientos o hasta un atentado terrorista.

Esta actividad, en tanto que suele pillar por sorpresa a los y las donostiarras y tiene visos de ser algo real, suele preocupar a quienes se encuentran con esta falsa operación; sin embargo, entre las alumnas produce sentimientos positivos y suelen salir contentas del ejercicio, porque "ven que pueden poner en marcha la formación teórico-práctica también en la vida real", señala Rojo.