Un hombre que denunció haber sido agredido sexualmente por otro varón con el que mantenía una relación de amistad ha rechazado haber sido agredido sexualmente por este como dijo en un primer momento y ha dicho que lo hizo porque se sentía "mal" tras haber discutido con el acusado, se enfadó "demasiado" e "igual" exageró "un poco las cosas".

Los hechos, que han sido enjuiciados este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, se remontan a la noche del 26 de junio de 2021, cuando ambos hombres, que antes de lo ocurrido habían convivido en un piso de Donostia y que, tras un intermedio, en la actualidad han retomado su convivencia, salieron a cenar y a tomar algo por la capital guipuzcoana.

Sobre la una y media de la madrugada, ambos decidieron ir a casa del inculpado, al que la víctima dijo que no se encontraba "bien" y pidió que le permitiera quedarse a dormir aunque en aquel momento ya no convivían.

Se acostaron juntos

Los dos hombres se acostaron entonces juntos en la misma cama donde, según denunció en su momento el damnificado, el imputado le habría sometido a tocamientos de índole sexual por todo el cuerpo y, a pesar de que la víctima le pidió que parara, el procesado le habría introducido un dedo en el ano.

No obstante, durante el juicio oral celebrado hoy, la supuesta víctima ha ofrecido una versión diferente de lo sucedido, y ha desvelado que en ocasiones anteriores ya había mantenido relaciones sexuales consentidas con el acusado, quien aquella noche también "tenía ganas" y comenzó a acariciarle.

En este contexto, la víctima ha explicado que él le dijo que "no", pero sin llegar a sentirse "mal" por lo sucedido y sin que en ningún momento el otro hombre llegara a introducirle el dedo.

Esta situación se habría dado en algún momento de las dos horas en las que ambos estuvieron en la cama, hasta que el inculpado empezó a roncar, la víctima se fue a dormir al sofá y finalmente todo desembocó en una discusión en la que el damnificado salió de la vivienda, tras lo que llamó a la Ertzaintza para denunciar lo sucedido.

Nueva versión

Interrogado por la fiscal sobre la nueva versión de lo ocurrido que ha dado hoy en el juicio, el damnificado ha dicho que cuando sucedieron los hechos "había bebido" y "estaba confuso" y "agobiado" porque ambos habían discutido, estaban "de mal rollo" y él es una persona que se estresa "muy pronto" y tiene "tendencia a magnificar las cosas".

Ha recalcado además que no se sintió "abusado" por el inculpado y, al ser preguntado nuevamente por el Ministerio Público sobre la existencia de supuestos "tocamientos inconsentidos", ha respondido que "no fue exactamente así".

Por su parte, el encausado ha insistido en su inocencia, ha aclarado que aquella noche sólo dio unas caricias consentidas a la víctima y ha manifestado que cuando esta le pidió que parara lo hizo así.

Inicialmente, la Fiscalía reclamaba cinco años de cárcel para el acusado como autor de un delito de abuso sexual con introducción de miembros corporales, si bien durante la vista ha rebajado su petición de pena hasta los dos años de cárcel al entender que no ha quedado acreditada durante la vista la existencia de la penetración alguna.

Delito de abusos

No obstante, ha opinado que en el caso "existe prueba de cargo suficiente" para considerar que se ha producido un delito de abusos sexuales, al tiempo que ha recordado que en la actualidad ambos hombres han retomado su convivencia lo que podría haber llevado a la víctima a tener "reticencias" para ratificar su testimonio inicial.

La fiscal ha sostenido además que existen "indicios suficientes" de que el perjudicado "ha alterado su testimonio" con "reticencias" e "inexactidudes" en el juicio, por lo que ha pedido al tribunal que "valore" la posibilidad de que haya incurrido en un delito de "falso testimonio".

La defensa por su parte ha asegurado que la víctima y el procesado han mantenido una relación de "amistad duradera en el tiempo" con convivencia "antes y después" de los hechos, y ha contextualizado la llamada a la Ertzaintza realizada por el damnificado "en un momento de discusión" con "alcohol de por medio" en el que éste se vio "por la noche en la calle" en "pleno contexto de pandemia" y "sin ningún domicilio al que ir".

El abogado defensor ha recalcado además que las caricias de su patrocinado se produjeron "en la espalda" y fueron "consentidas" hasta que el perjudicado dijo "se acabó", momento en el que su patrocinado cesó, sin violentar sexualmente "en ningún momento" a su compañero. El juicio ha quedado visto para sentencia.