Con el objetivo de atraer a los jóvenes y darles a conocer la Formación Profesional, desde Ikaslan Gipuzkoa, la asociación de Centros Públicos de Formación Profesional, llevan varios años poniendo el foco en la orientación en centros de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Su presidenta, Nora Amorena, relata en esta entrevista cuáles son los actuales retos de la FP en el territorio y cuáles han sido los avances e hitos en los 30 años que lleva funcionando la entidad.

¿Cuál es la situación actual en los 27 centros públicos que aglutina Ikaslan Gipuzkoa?

La matriculación va aumentando año tras año; en los últimos tres el crecimiento ha sido del 8% y este curso tenemos unos 12.300 alumnos en los centros de Ikaslan Gipuzkoa. La oferta educativa también está creciendo; del año pasado a este, por ejemplo, tenemos 52 ciclos formativos nuevos que impartiremos en el curso 2023-2024, entre grados medios, superiores y cursos de especialización.

¿Con qué criterios se diseñan esas nuevas formaciones? 

Desde el Gobierno se quiere impulsar la Formación Profesional y atraer al alumnado. Para ello la estrategia de la viceconsejería de Formación Profesional es ampliar el abanico de la oferta formativa. No se enfoca en un solo sector, sino que se ha ampliado en todas las familias profesionales, desde la Sanitaria hasta la Industrial, para que sea atractiva. Lo que sí se ha hecho es crear más especializaciones acordes a las necesidades de las empresas. 

¿La demanda por parte de las empresas va de la mano con la matriculación en los ciclos?

Las formaciones más demandadas por el alumnado son la fabricación mecánica, la electricidad, la electrónica, y las de las familias de Sanidad, y Administración y Gestión. Si nos vamos a los que tienen mayor demanda empresarial, también son estos sectores los que encabezan la lista. Las titulaciones más demandadas y las del mercado laboral son acordes, pero el problema que tenemos es que la necesidad va a ser cada vez mayor y no se va a cubrir, porque además tenemos un retroceso demográfico al que deberemos hacer frente mediante políticas migratorias. Otro reto lo constituyen las mujeres que, siendo la mitad de la población, debemos conseguir que se matriculen más en esos ciclos formativos para poder cubrir las plazas que las empresas van a solicitar. 

¿Qué se hace desde Ikaslan para romper esa brecha entre hombres y mujeres?

Hemos desarrollado el proyecto Somos las FP, futuras profesionales, que está teniendo bastante éxito. En Gipuzkoa se han realizado 3.000 encuestas a mujeres que están estudiando ciclos STEM (técnico-industriales), para ver qué es lo que les motiva a la hora de elegir sus estudios. Han salido datos muy potentes que ahora nos toca analizar. Por ejemplo, que echan de menos conocer cuáles son los Planes de Igualdad que tienen los centros de FP e industriales. Ya se está trabajando en eso, en ponerlos a disposición del alumnado. Además, junto a HETEL hemos desarrollado NeskUp!, una plataforma que aglutina todas las iniciativas que se hacen en los distintos centros para atraer a las mujeres a este sector.

“En los últimos 30 años no solo ha aumentado la oferta educativa, sino que la relación con las empresas se ha vuelto mucho más estrecha”

Ikaslan cumple ahora 30 años, ¿cuál diría que ha sido la evolución de la Formación Profesional en estas tres décadas?

La ampliación de la oferta educativa ha sido muy grande. Además, aunque la FP siempre ha tenido una gran relación con la empresa, esa colaboración se ha vuelto cada vez más estrecha. El alumnado ya no solo hace prácticas o formación dual, sino que la empresa entra en los procesos de enseñanza y aprendizaje de los centros, mediante la creación de retos y proyectos de innovación en común. También destacaría la internacionalización. Por un lado, a través de los proyectos K1, para los Erasmus, con formaciones prácticas en el extranjero; y por otro lado, con los K2, que son proyectos que se realizan entre centros de diferentes países europeos. Aquí también ha habido un gran avance y eso nos ayuda a mejorar, porque los proyectos que se crean en otros países enriquecen la FP en Euskadi y a su profesorado y, en consecuencia, el alumnado recibe ese conocimiento. 

¿Cómo se posiciona la FP en Euskadi respecto a otros países europeos?

Hoy por hoy la Formación Profesional vasca es un referente a nivel europeo, muchas de las políticas que se desarrollan se basan en las políticas de Euskadi. Y aquí se está haciendo un gran trabajo en este sentido. A nivel de Euskadi también está reconocida. Hay un porcentaje muy alto de la sociedad que reconoce la FP como una formación de calidad, el problema es que ese porcentaje desciende a la hora de matricular a sus hijos, por ejemplo, aunque la evolución está siendo positiva. 

“A día de hoy la Formación Profesional vasca es un referente a nivel europeo y también dentro de Euskadi, aunque a veces no se refleje en las matriculaciones”

¿Se está desarrollando alguna acción para revertir ese desajuste, así como para hacer frente a la falta de alumnado que cubra las necesidades de las empresas industriales?

Sí. Estamos trabajando en sesiones de orientación en las etapas anteriores a la Formación Profesional, porque vemos que muchas veces hay un desconocimiento y que la FP es como el patito feo, siendo casi siempre la universidad la primera opción. Es verdad que vamos avanzando y eso va cambiando, pero ese estigma sigue existiendo. Las sesiones están orientadas a que el alumnado vea cómo son esos ciclos, que no son como antes. A menudo te viene a la cabeza la típica fábrica de hace 30 años, pero hoy en día las empresas industriales están automatizadas y son atractivas, solo que no se conocen. Además, como somos conscientes de que las personas que más influyen a la hora de escoger el recorrido formativo suelen ser las madres o algún familiar, últimamente también hemos empezado a presentar la FP en las AMPAS de los centros. 

Una de las cosas que se quiere fomentar es el binomio entre la FP y la universidad, estudiar dos años de lo primero y tres de lo segundo”

¿Destacaría algún otro reto?

Hablaría de que a veces parece que la FP y la universidad son excluyentes, que tienes que decidirte por uno o por otro. Pero en otros países, como en Alemania, hay un itinerario único y un porcentaje muy alto de alumnado que comienza por la FP y continúa en la universidad, logrando tener a una edad temprana una formación muy completa. Ese es el itinerario que creemos que se debería fomentar aquí en Euskadi. De hecho, algunos centros de formación profesional ya están poniendo en marcha ese binomio de estudiar dos años de FP y después tres de universidad, lo que llamamos “2+3”. Y desde las viceconsejerías de FP y de Universidades se quiere fomentar esa relación y que existan esos itinerarios. 

Con la nueva Ley de Formación Profesional el próximo curso todo el alumnado deberá realizar formación dual, pero esta es una práctica que en Euskadi ya se ha puesto en marcha. ¿Qué tal está resultando? 

Ha sido un esfuerzo enorme, porque es muchísimo alumnado para acoger en las empresas, y nos parecía difícil, pero la respuesta está siendo mejor de la que esperábamos. Además, hemos visto que a menudo a aquellas personas que quizá en las aulas no están tan motivadas ir a la empresa les motiva.

“El 93% del alumnado que realiza una formación dual consigue trabajo, mientras que entre el resto la tasa es de alrededor de un 86%”

Por último, ¿qué datos puede aportar en relación con la tasa de inserción laboral?

La tasa es del 93% entre el alumnado que realiza formación dual y de alrededor del 86% entre el resto. n