La fundación guipuzcoana Etiopia Utopia lleva 14 años siendo referente en cooperación en la región etíope de Tigray, una zona en la que la sequía y la pobreza son acuciantes y que desde finales de 2020 sufre “la guerra más cruenta de todo el siglo XXI” a nivel mundial, en palabras del presidente de esta organización sin ánimo de lucro, Imanol Apalategi. A pesar que desde el pasado noviembre sigue en pie el segundo alto al fuego de este conflicto, la situación sigue siendo grave e inestable, por lo que desde Etiopia Utopia se han puesto manos a la obra para ayudar en la medida de lo posible.

Así, en colaboración con el Orfeón Donostiarra, han organizado un concierto solidario, Voces por Etiopía, para este próximo domingo, 16 de abril, en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia. Un recital de hora y media en la que habrá música vasca, zarzuelas, habaneras, ritmos latinos e incluso canciones que forman parte de bandas sonoras de grandes clásicos cinematográficos. “Es un programa precioso”, afirma Apalategi, que agradece al orfeón el haberles dado “todas las facilidades del mundo” para llevar a cabo esta acción.

La venta de entradas, que cuestan 20 euros, va a buen ritmo; “ya se han vendido todas las del patio de butacas y estamos encantados”, manifiesta el presidente de Etiopia Utopia. En un principio, el concierto coincidía con el derbi entre la Real Sociedad y el Athletic, algo que les hacía temer una baja afluencia de público, pero ese problema parece haberse resuelto, ya que finalmente el partido tendrá lugar este sábado en San Mamés. “Nosotros no hicimos nada, no tenemos semejante poder para que cambien la hora de los partidos”, bromea.

Quien quiera adquirir su ticket en el último momento, todavía lo puede hacer en la web del Victoria Eugenia o acudiendo in situ a la oficina de Donostia Kultura, situada en el propio teatro. El dinero recaudado se utilizará para enviar ayuda humanitaria a Tigray.

Tigray, zona en conflicto

La región de Tigray se encuentra al norte de Etiopía, haciendo frontera con Eritrea y Sudán. Se trata de una zona con una considerable inestabilidad política, que ya a finales del siglo XX vivió una guerra con los eritreos, que se querían hacer con parte de sus tierras. Además, a finales de 2020 estalló otro conflicto armado que, a pesar de que actualmente esté en medio en medio un alto al fuego, ha tenido consecuencias devastadoras. Hay quienes incluso califican lo ocurrido como “un genocidio”, se lamenta Apalategi.

Las cifras que facilita el presidente de Etiopia Utopia revelan la dimensión de la emergencia: cinco millones de personas “necesitadas, 4.120.000 con problemas para acceder al agua, 1.300.000 con “carencias alimentarias no cubiertas, 1.180.000 agricultores “que necesitan ayuda para acceder a semillas y fertilizantes”... Pero aún hay más, y es que el 16% de los niños y niñas menores de cinco años están en una situación de “desnutrición severa” y muchos de ellos se encuentran habitando en las calles; “ahora están trabajando en localizar a las familias para hacer agrupamientos”, explica.

Las infraestructuras también se han visto afectadas en su funcionamiento, como es el caso del 80% de los centros sanitarios, ya que “muchos médicos han dejado los hospitales, porque durante dos años no han cobrado un sueldo”, señala.

Por si esto fuera poco, Apalategi, que hace seis semanas volvió del último de sus viajes a la zona (ya va por la veintena), recuerda que recientemente el Tigray ha vivido “unas tormentas de agua increíbles” que han tenido como consecuencia unas inundaciones de las que todavía tienen que recuperarse en esta región que también sufre la sequía que asola desde hace varios años al Cuerno de África.

Labor en varios frentes

Ahora, Etiopia Utopia está volviendo paulatinamente a retomar los proyectos y la labor que desempeña en la zona. El cooperante que tenían cuando estalló la guerra tuvo que “salir por piernas” y “todavía la situación es peligrosa”. Por suerte, cuentan con “una buena contraparte” sobre el terreno, la ONG REST (Relief Society of Tigray o Sociedad de Socorro de Tigray), con la que llevan conjuntamente su trabajo.

Sus proyectos se reparten principalmente en tres líneas de trabajo. Por un lado, todo lo relacionado con el agua, ya sea la instalación de depósitos o la plantación de cañas para evitar que las lluvias arrasen las riberas de los ríos. Por otro, esta el tema de la salud; y es que han construido una clínica dental y ofrecen apoyo al Hospital Ayder, el principal complejo sanitario de la zona “que está hecho un desastre ahora”, a donde han enviado personal de enfermería y donde también a acudido el doctor Javier Gabilondo, cirujano plástico, para formar a los médicos y médicas del centro sobre cómo “tratar a los quemados, especialmente niños”, apunta Apalategi.

Imagen de unos de los depósitos de agua instalados por Etiopia Utopia, esperando a ser llenado por un camión. Etiopia Utopia

La tercera gran temática es la equidad de género, donde han tenido proyectos como MHM (Menstrual Hygienic Management, Gestión de la Higiene Menstrual en inglés), con el que querían formar a las niñas y adolescentes en torno a esta temática. “Allí, la menstruación es un tabú; las madres no hablan de ello con sus hijas, está mal vista”, indica; es más, “cuando tienen la regla, más de la mitad de las niñas dejan de ir a clase”. Sin embargo, finalmente tuvieron que dejar esta iniciativa a un lado.

Eso sí, se trate del tema que se trate, Apalategi incide en la necesidad de la formación, un elemento “transversal” en el hacer de la fundación. “Pensamos que, para salir de donde están, es necesaria”, subraya, mientras recuerda cómo algunas personas voluntarias que fueron hasta Tigray “les enseñaron a hacer depósitos” de agua, que “seguían en pie” en su última visita. “Es una alegría, dentro de las desgracias que ves”.

En la actualidad, Etiopia Utopia cuenta con 80 personas voluntarias y otras 140 que colaboran económicamente. La ciudadanía guipuzcoana que se quiera sumar a esa red de apoyo, lo puede hacer bien mediante ingresos monetarios o participando en los eventos solidarios que la fundación lleva a cabo para recaudar fondos. Además del concierto del domingo, el próximo 6 de mayo habrá un torneo de pádel en la UPV-EHU y el 13 tendrá lugar Arte Topaketak, “un evento artístico” organizado junto con la papelería Tamayo y la Asociación Artística de Gipuzkoa, que tendrá lugar frente a la sede de la Diputación en Donostia.