La Diputación hizo ayer balance del programa Gipuzkoa Coopera, una iniciativa que desde 2017 colabora con entidades del territorio para el desarrollo de otras comunidades del mundo a través del arte, el deporte, el ámbito de la salud, la gastronomía o la ciencia. De este modo, el ente foral presentó los proyectos desarrollados a lo largo de los últimos años de siete prestigiosas instituciones del territorio –Zinemaldia, Kukai Dantza Taldea, Tabakalera, Donostia International Physics Center (DIPC), Real Sociedad Fundazioa y la Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Argiñano–, al tiempo que hizo un llamamiento a “crear redes” para que otros promotores se sumen.

Cada una de ellas presenta y lidera un proyecto que, a través de la cultura, el deporte o la ciencia, desarrollará con gentes o entidades de otras zonas del mundo, “transmitiendo su conocimiento y sus habilidades en beneficio de comunidades concretas de países en vías de desarrollo”.

La diputada de Cultura, María José Telleria, en un desayuno informativo celebrado ayer en Donostia, recalcó que “debemos construir un mundo más justo y solidario, en el que los derechos de las personas no dependan del país en el que les ha tocado nacer o vivir”.

Asimismo, afirmó que Gipuzkoa Coopera es “una apuesta decidida de gobernanza y colaboración público-privada que se inserta en la agenda del futuro de Gipuzkoa, unos retos para nuestro futuro que la Diputación Foral quiere liderar a través de la iniciativa Etorkizuna Eraikiz”.

Por su parte, el director general de Cooperación, Fernando San Martín, destacó la importancia de este programa, “que se está replicando en otros lugares”, y explicó que se otorga a los proyectos “una financiación pequeña” pero “con visión pedagógica”. Así, el objetivo es “crear redes” para que otros promotores “se sumen y acompañen también”.

En los últimos años Gipuzkoa Coopera llevó a cabo varios proyectos: Biodonostia ha participado en el proyecto Ellas investigan, creado por la ONG Mujeres por África y que tiene el objetivo de promover el liderazgo de las mujeres africanas en la investigación científica; Impact Hub ha colaborado en un proyecto para dar soluciones sostenibles para la pesca artesanal de cefalópodos en Mauritania; Aspegi ha colaborado con la ONG Mujeres por África para dar apoyo a la creación de una cooperativa pesquera en Tanzania y Senegal; Hostelería Aiala ha ayudado, junto a la Fundación Pachacútec, en la creación de un comedor social en Perú; el Zinemaldia n ha ayudado junto a la ONG INCA a potenciar la creación audiovisual en adolescentes de América Latina; la Fundación Real Sociedad ha estado en El Salvador para ayudar en el aprendizaje de valores a través del deporte; Arkeolan ha ayudado al Instituto de Investigación en Ciencias Sociales y Educación de la Universidad de Atacama (Chile) en un proyecto de arqueometalurgia; y Tabakalera ha ayudado a realizar una gaceta mural en colaboración con colectivos marroquíes.