Situación enquistada en las obras del centro de investigación y computación cuántica de Ikerbasque en Donostia, mientras las obras siguen al tran-tran, a la vista de que las subcontratas que deben entrar en esta fase de los trabajos rechazan hacerlo por miedo a no cobrar. Muchas de ellas acumulan impagos previos por parte del constructor y temen que la cuenta aumente.

Fuentes del Departamento de Educación del Gobierno Vasco, promotor de la obra, han confirmado a este periódico que Ikerbasque y la constructora contratista están en conversaciones, pero prefieren no revelar, por el momento, el objeto de esas negociaciones. Sin embargo, otras fuentes consultadas por este periódico sugieren que el abanico de posibilidades es amplio y contempla incluso la resolución del contrato.

Tampoco han confirmado desde Educación si estas conversaciones se están produciendo con la constructora Murias, que es la filial guipuzcoana encargada de los trabajos, o con el propio grupo financiero Urbas, el adjudicatario, donde desde el principio han colocado el foco en su filial.

Este periódico reveló la semana pasada que las empresas vascas Murias y Construcciones Urrutia, ambas del grupo Urbas, debían al menos 400.000 euros a una pequeña firma guipuzcoana de la construcción que se hallaba en “situación crítica” por estos impagos.

Reconoce deudas

Según informan fuentes de ELA, en la última reunión que mantuvieron el miércoles en el Preco (Consejo de Relaciones Laborales) el grupo Urbas, Murias y dos subcontratas a las que se les adeuda más de 400.000 euros. Según recoge el acta de la reunión a la que ha tenido acceso este periódico, Urbas reconoce deudas, pero no plantea ninguna solución encima de la mesa, ni plazos para su abono.

Si esta subcontrata a la que se le deben más de 400.000 euros ha podido salvar momentáneamente el abismo, y pagar los cerca de 250.000 euros que acumulaba en pagos atrasados a sus trabajadores, “ha sido gracias a otras empresas importantes del territorio que han adelantado el dinero de otros trabajos que tenían que abonar más adelante a esta subcontrata, pero si Urbas no paga lo suyo, al final vamos a tener problemas porque es una deuda potente para estas pymes”.

La pelota sigue estando en el tejado de Urbas y sus filiales. Si no pagan las cantidades pendientes, muchas empresas pequeñas sufrirán y algunas bajarán la persiana, alerta el responsable de la Construcción de ELA, a quien también preocupa la situación de los propios trabajadores de Murias. “Nos consta que están al día en el cobro de sus nóminas, pero creemos que es a costa de dejar de pagar a las subcontratas”, alerta Igor San José.

El sindicalista segura que Murias tiene a “dos operarios moviendo un par de máquinas en la obra” de Ikerbasque en Ibaeta con el objetivo de que “no les denuncien por abandono de obra” y sospecha que Urbas podría estar negociando una salida de la obra con Educación.

“Creemos que el Grupo Urbas se ha llevado el dinero fuera de Gipuzkoa y están haciendo las obras con subcontratas a las que adeudan un montón de pagos. Es un claro ejemplo de cómo hacemos las obras públicas. Y luego pasa lo que pasa; la gente ha dicho hasta aquí hemos llegado”, concluye.