Más tarde de lo inicialmente previsto y tras varios contratiempos por el camino, el tercer hilo entre Astigarraga e Irun que dará continuidad a la nueva Línea de Alta Velocidad avanza a buen ritmo con el objetivo puesto en ser una realidad a finales de próximo año. Para ello, en la actualidad, los trabajos se centran principalmente en el túnel de Gaintxurizketa, donde gracias a una máquina escudo pionera en el Estado se compagina la ampliación del gálibo con la circulación de los trenes.

Tras el parón en 2018 fruto del concurso de acreedores en el que entró la empresa que ejecutaba las obras, el reinicio de los trabajos ha permitido avanzar en uno de los tramos más importantes de cara al futuro paso del TAV por Gipuzkoa. Con una inversión económica de 52,9 millones de euros, Adif AV adapta el actual trazado por el que circulan trenes de pasajeros y mercancías para permitir el uso conjunto de las circulaciones de alta velocidad y de ancho ibérico.

Para ello, los esfuerzos se centran en la ampliación del túnel de Gaintxurizketa, donde este jueves han comprobado de primera mano el avance de las obras el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso; el consejero de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola; y el director general de Adif AV, Juan Pablo Villanueva, quien ha explicado los pormenores de la actuación. “Es una obra única, que por primera vez se hace en España. Se está ampliando el túnel con las líneas en marcha”, ha detallado.

Esta labor solo es posible gracias a una máquina escudo que se adapta a la forma del túnel. Con una unidad de protección, la instalación rodea los trenes, permitiendo su circulación, mientras la perforadora y los operarios pueden avanzar en la ampliación del gálibo para adaptarlo a los convoyes estándar interoperables. “Es un trabajo complicado porque tiene que llevarse en espacios confinados con equipos pequeños, por lo que el avance es más lento del deseado”, ha explicado Villanueva.

Las obras se están llevando a cabo sin cortar el tránsito de trenes. Ruben Plaza

Para facilitar el trabajo, se ha centrado la vía en una sola, lo que ha llevado a reducir la frecuencia de las líneas de Cercanías. La previsión es que la normalidad llegue a finales del próximo año, cuando no solo el túnel de Gaintxurizketa esté listo, sino todo el tramo del tercer hilo. Para ello también será necesario adaptar el gálibo de otros dos túneles más, el de Loiola, de 288 metros, y el de Capuchinos, de 196 metros, más pequeños que el de Gaintxurizketa, de 535,5 metros.

Las obras también incluyen la remodelación de las estaciones de Hernani, Pasaia y Lezo-Errenteria; la demolición y reconstrucción de cuatro pasos; el cambio de las instalaciones de señalización y comunicaciones; y la construcción de dos nuevas subestaciones en Martutene y Tolosa. Todos estos trabajos que se llevarán a cabo en diferentes fases de la obra

Preocupación por Francia

El tercer hilo tiene como finalidad última la ansiada conexión con el resto de Europa a través de Francia. No obstante, el gobierno galo no parece por la labor de conectar las líneas con la Y vasca en un futuro cercano. A este respecto, el consejero de Infraestructuras del Gobierno Vasco, ha asegurado que la Unión Europea “debería pedir explicaciones y ofrecer garantías para que el acuerdo se cumpla”. “Los objetivos encomendados tienen que ir con lo internacional. El Corredor Atlántico es un objetivo estratégico de la UE, no de España-Francia”, ha recordado, al tiempo que ha adelantado que la próxima semana el lehendakari se reunirá con los presidentes autonómicos afectados por el trazado.

Preguntado sobre este encuentro, Itxaso ha afirmado que “una reunión sobre algo que les preocupa no es un problema”. “El Gobierno español velará por el compromiso de Francia”, ha asegurado. Asimismo, ha indicado que las previsiones sobre cuándo estará lista la Y vasca no han variado y 2027 sigue siendo la fecha final.

En la actualidad, los trabajos de Adif en Gipuzkoa se reparten en siete tramos y en el conocido como nudo de Bergara, sobre el que se ha realizado una inversión de 800 millones de euros y las obras se han ejecutado en un 60%.