Un ciudadano africano residente en Oiartzun ha sido condenado a tres años de cárcel y 40.000 euros de multa por encabezar una red que se dedicaba a traficar con migrantes que querían cruzar el Bidasoa. A cambio de la ayuda la red cobraba unos 150 euros a las personas que llegaban a la orilla sur del río y querían atravesar al Estado francés, hechos que el acusado ha negado ante el tribunal de Baiona.

La presidenta de la Sala de lo Penal, Emmanuelle Adoul, ha explicado que la labor del condenado era la de “ejercer de intermediario entre los migrantes y al menos cuatro conductores”, también arrestados en los últimos meses, que a cambio de una parte del dinero, cruzaban a las personas que querían llegar a Francia.

El condenado, de nacionalidad camerunesa y no costa-marfileña como se había indicado en informaciones anteriores, habría organizado unos 35 traslados entre Irun y Baiona entre marzo de 2020 y diciembre de 2021, en los que habría conseguido desplazar 247 migrantes, a razón de 150 euros por pasaje, según recoge la sentencia France Bleu Pays Basque.

“Uno de los traficantes fronterizos más importantes de los últimos años”, es como lo tenían catalogado los investigadores del caso y el propio jefe de la Policía Fronteriza del puesto de Hendaia, Bertrand Buisson. El condenado ya había sido sancionado en 2019, tras ser detenido en Errenteria por la Policía española, a ocho meses de prisión y a cinco años de expulsión de suelo francés por hechos similares.