El Gobierno Vasco calcula que en Gipuzkoa podría haber actualmente alrededor de 2.700 viviendas a las que les podría ser aplicable el canon municipal de vivienda vacía regulado por ley en Euskadi. Quizá hasta 3.200, porque los datos que maneja provienen de una encuesta y el propio Departamento de Vivienda y Planificación Territorial admite que determinar con exactitud el número de inmuebles desocupados durante los dos últimos años requiere de una ardua labor que deberán desempeñar los propios ayuntamientos, que son los que tienen la potestad de aplicar estas prerrogativas que les concede la ley vasca, la primera de todo el Estado que garantiza el derecho subjetivo de las personas a una vivienda. 

Este año se cumplirán ya ocho años desde que se aprobó la Ley de Vivienda en Euskadi, la que abrió la puerta a cobrar un canon a los propietarios de viviendas desocupadas, forzarles a alquilarlas en zonas de alta demanda (por definir aún) o incluso a expropiarles en casos excepcionales y debidamente justificados.  

Un piso desocupado de 80 metros cuadrados pagaría 800 euros al año y hasta 2.400 si continúa sin uso diez años después

El canon municipal conllevaría un coste extra de 800 euros al año para el propietario de un piso vacío de 80 metros cuadrados, que aumentarían hasta los 2.400 euros al año si la vivienda continúa en desuso diez años después, a razón de un incremento del 10% anual en el canon. Lo recaudarán los ayuntamientos y se destinará a las políticas de vivienda del municipio. 

Los ayuntamientos de las capitales vascas ya han reconocido que la medida no podrá ejecutarse en ningún caso antes de 2024, aunque en municipios como Donostia ya se impone un recargo en el IBI a los propietarios de los pisos desocupados. El castigo en el Impuesto de Bienes Inmuebles desaparecerá cuando llegue el canon. Su sustituto. 

La cuenta atrás avanza y 2023 será un año clave en la elaboración de los censos de viviendas desprotegidas. El consejero vasco de Vivienda, Iñaki Arriola, en una respuesta escrita dada al parlamentario de EH Bildu Unai Fernández de Betoño apunta las estimaciones de vivienda desocupada por territorio (11.434 en Euskadi), pero reconoce al mismo tiempo que serán los ayuntamientos los que tendrán que realizar todavía una exhaustiva labor administrativa y de comprobación en este sentido.

El Gobierno Vasco ya ha admitido en más de una ocasión que la ley y el decreto que lo desarrolla, publicado en junio de 2021, se rige más por el espíritu de la zanahoria que por el afán recaudador y punitivo.

Un 24% menos

A su favor, las cifras indican que entre 2019 y 2023, el parque de viviendas desocupadas se habría reducido de forma sustancial en los tres territorios. Lakua estimó que las viviendas susceptibles de pagar este canon rondaban las 15.000 en 2019 y ahora las sitúa en torno a 11.500. Es un 24% menos. 

Pero las cifras bailan. No se computan las segundas residencias, las alquiladas, ni tampoco las que se utilicen de modo esporádico siquiera. Tienen que ser inmuebles aparcados, en desuso total. Estamos hablando de viviendas que se encuentran fuera del circuito y no responden de ninguna manera a la función social que se les asigna desde la aprobación de la nueva ley en 2015.   

Entre las capitales vascas, Gasteiz da el primer paso y anuncia el cobro a comienzos de 2024

Muchas de estas viviendas, según indicó recientemente el concejal de Vivienda de Bilbao, han llegado a sus propietarios actuales a través de herencias y están en desuso probablemente por desacuerdo entre sus propietarios. El espíritu de la ley es precisamente movilizar ese parque y tratar de hacer frente a un creciente problema habitacional.  

Según las últimas cifras hechas públicas por el departamento de Vivienda del Gobierno Vasco, En Gipuzkoa hay 26.343 solicitantes de vivienda de protegida inscritos en Etxebide; y unas 78.500 en el conjunto de Euskadi. Por tanto, liberar estas 11.500 viviendas desocupadas en Euskadi se antoja esencial.

Gasteiz sería la capital que antes y con mayor decisión ha movido ficha. Según ha informado recientemente Elkarrekin Podemos, un acuerdo presupuestario alcanzado por el Gobierno municipal del PNV y el PSE con la formación morada ha permitido acordar que el cobro de este canon se active ya desde principios de 2024. Difícilmente se le podrán adelantar muchos si esto se cumple. 

Donostia ya aplica un recargo del IBI que desaparecerá en el momento que se pueda aplicar el canon

Según el acuerdo alcanzado en Gasteiz, a lo largo de este año comenzarán a darse los primeros pasos con la elaboración del censo de viviendas que encajan dentro de los supuestos de pisos sin habitar. Será personal del Ayuntamiento el que se encargará de elaborar ese censo tras analizar cada caso. No es tan fácil. El concejal de Urbanismo de Bilbao también advirtió de la complejidad de este censo. 

Porque precisamente, uno de los inconvenientes de esta medida “incentivadora” es acreditar que una vivienda está vacía. Para ello se tendrán en cuenta los consumos de luz, gas y agua, además del padrón. Pero los propietarios de dichas viviendas podrán realizar sus alegatos si alguno de sus inmuebles se incluyen en estas listas municipales.  

¿Qué es una vivienda vacía?

Una vivienda se considera desocupada o vacía cuando no es la residencia habitual de ninguna persona ni es utilizada de forma estacional, periódica o esporádica por nadie. Pero ni siquiera existe una estadística oficial sobre ello. El INE no publica datos sobre viviendas vacías desde 2011.

De momento, el Ayuntamiento de Donostia se ha limitado a decir que está trabajando en la elaboración del censo. No es sencillo, insisten. El concejal de Hacienda, dijo a este respecto en julio de 2021 que hay “voluntad” de aplicar estas medidas para “movilizar” el parque de viviendas vacías, que “se están dando pasos”, pero al mismo tiempo afirmó que el procedimiento administrativo  para ejecutar estas medidas debe ser “garantista y sujeto a un largo recorrido”. 

El informe del Gobierno Vasco cifra en torno al millar las viviendas que podrían ser susceptibles de aplicarles el canon en Donostia. Pero hace cinco años se han manejado cifras superiores a las 3.500. La clave es la definición y el poder acreditar que una vivienda no se usa ni siquiera de forma esporádica.  

La estimación del Gobierno Vasco en Bilbao también ronda el millar de viviendas, y sin embargo, el Ayuntamiento, que se ha comprometido a instaurar este canon a lo largo de la siguiente legislatura (2023-2027) cifra estas viviendas en 2.100.  

La radiografía elaborada en Bilbao señala que una importante proporción de estas viviendas desocupadas se caracterizan por tener una tamaño reducido y una antigüedad elevada: tres de cada cuatro tienen más de 50 años y una de cada cuatro son de menos de 60 metros cuadrados.