Prácticamente uno de cada cuatro hogares guipuzcoanos tiene al menos una segunda vivienda en propiedad. Algunos poseen más, de hecho. Son 69.532 hogares, el 23,8% del total en nuestro territorio, que cuentan con 76.407 segundas viviendas y la mayoría no las utilizan para obtener un rendimiento económico, sino como alternativa vacacional o para escapadas de fin de semana, especialmente cuando hablamos de las 31.536 segundas residencias que los guipuzcoanos tenemos fuera de Euskadi. Solo una de cada 20 de estas está destinada al alquiler. Sí se alquilan más las que tenemos en nuestro propio territorio.

El porcentaje de posesión de esas más de 76.000 segundas residencias que tenemos los guipuzcoanos es mayor en los hogares de las ciudades o núcleos más habitados que en las familias de municipios pequeños. Y más de la mitad de todas estas viviendas están en el propio territorio (56,9%). El 41% del total son casas ubicadas fuera de Euskadi; un 1,8% se hallan en Araba o Bizkaia y los menos se permiten el lujo de contar con casa en el extranjero.

Son datos del estudio de Hogares Vascos que disponen de viviendas no principales en propiedad, relativos a 2021, y han sido obtenidos por el Gobierno Vasco en base a los datos de la Encuesta sobre Necesidades y Demanda de Vivienda realizada por el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes. Spoiler: en este apartado, los guipuzcoanos se ven superados por alaveses y sobre todo vizcaínos.

El 87% de las segundas residencias que tenemos fuera de Euskadi se destinan exclusivamente para uso vacacional propio

Hay dos factores que inciden claramente en los datos. Por un lado, está el hecho de haber sido una comunidad industrial con capacidad para atraer mano de obra generaciones atrás. Es decir, muchas de estas viviendas se encuentran de hecho en puntos de la geografía española de donde emigró mucha gente a Euskadi. La típica casa del pueblo.

Pero también existe un componente de prosperidad económica, ya que otras muchas viviendas se sitúan en territorios periféricos de los que los vascos somos asiduos en nuestras escapadas de fin de semana y también en la costa mediterránea.

Ya hemos avanzado que Gipuzkoa se queda a la zaga de los otros territorios vascos en esta estadística, pese a lo llamativo de sus números. De hecho, la media vasca marca que el 26,1% de los hogares tiene segunda residencia; y Bizkaia está a la cabeza con un 27,9% frente al 25,1% de los hogares alaveses y el 23,8% de los guipuzcoanos.

Bizkaia rompe varios moldes en este análisis. Es, de hecho, el único territorio que tiene la mayoría de su  segunda residencia fuera de Euskadi, más del 52%. Por su parte, tanto en Araba como en Gipuzkoa, más de la mitad de las segundas residencias se encuentran dentro de la CAV; y más concretamente en territorio propio.

El peso de la segunda residencia vizcaína se ve claramente en la distribución global de las segundas residencias: Castilla y León y Cantabria son los dos principales emplazamientos donde se ubican las segundas residencias de los vascos fuera de nuestras fronteras: más de 66.000 entre ambas comunidades autónomas.

Llama la atención, en concreto, que 17.000 de esas viviendas se hallan solo en Burgos. Un 14% de las segundas residencias de los vascos se encuentran por tanto en esta provincia. Castilla y León, Cantabria y La Rioja, que integran el top tres, concentran el 61,9% de las segundas viviendas que los vascos tienen fuera de Euskadi.

Para disfrute propio

Los hogares vascos utilizamos principalmente nuestra segunda residencia para disfrute propio. Especialmente en el caso de las viviendas que tenemos fuera de Euskadi. Así, el principal uso como segunda residencia para vacaciones y/o fines de semana, aparece en un 87,0% (109.051 viviendas) de las viviendas no principales que se localizan fuera de la CAV.

Este peso tan elevado del uso como segunda residencia de las viviendas ubicadas fuera de Euskadi provoca que los restantes usos sean prácticamente residuales; de este modo, solo el 5,3% se destina a alquiler en sus distintas fórmulas: un 3,5% (4.431 viviendas) están alquiladas ya en el mercado libre, nn 1,2% son alojamientos turísticos y un 0,6% están en busca de inquilinos.

Sí se alquilan mucho más, sin embargo, las segundas viviendas que tenemos en territorio propio. En el caso de Gipuzkoa, estaríamos hablando que algo más del 48% de las segundas residencias propiedades de hogares vascos están alquiladas o en busca de inquilinos en alquiler.

Los hogares vizcaínos son los que acaparan más segunda vivienda, un 27,9% frente a un 23,8% de guipuzcoanos

En concreto, el 32% de las segundas residencias que tenemos en nuestro territorio, están alquiladas en el mercado libre, un 7,9% están puestas en alquiler sin inquilinos todavía; un 6,6% en programas públicos de arrendamiento y un 1,8% destinados para alquiler turístico.

El uso vacacional o de fin de semana queda en tercer lugar con el 16,4% en este caso y las cesiones de este tipo de viviendas a familiares o allegados alcanza el 20%.

En datos globales, si tenemos en cuenta tanto la segunda residencia de Euskadi como la que tenemos fuera, se concluye que el 49,6% son viviendas destinadas exclusivamente para nuestro disfrute y casi otro 10% de esas viviendas están cedidas a familiares o allegados. Las alquiladas en alguna de sus modalidades o en busca de inquilinos son el 25,2% y la fórmula del alquiler turístico se queda en el 1,2%.

2.000 viviendas en el extranjero

Entre las viviendas no principales en propiedad de hogares vascos, se detecta que de las 125.302 viviendas que se localizan fuera de la CAE, el 98,4% (123.282 viviendas) se encuentran en España (excluida la CAE). Francia, como segundo país con más volumen de este tipo de viviendas, acoge a 987 viviendas no principales (0,8%) y el resto de las viviendas no principales (otro 0,8%: 1.033 viviendas) se concentran en el resto de los países del mundo.

Por otra parte, dentro de Gipuzkoa, Goierri es la comarca donde menos segundas viviendas de propiedad de los hogares vascos se ubican, lo cual no quiere decir que los habitantes de esta comarca sean los que menos segunda vivienda tienen, ni mucho menos. Estas segundas viviendas representan poco más del 7% del parque inmobiliario de la comarca, frente al casi 20% de Debabarrena, la comarca que acoge más segunda vivienda en propiedad de hogares vascos. A nivel de Euskadi, solo la vizcaína Busturialdea-Artibai (24,7%) supera a Debabarrena con más segunda residencia de propiedad vasca. La media en Euskadi se sitúa en el 13%. Es decir, de las de más de 1.075.000 viviendas en la CAV, 141.270 no son viviendas principales.