El Departamento de Igualdad del Ayuntamiento de Irun ha elaborado, junto a la asociación Arrats, un informe que recoge las experiencias, preocupaciones, necesidades y problemas de las mujeres que ejercen la prostitución en el municipio y que son atendidas a través del programa Aukera.

La elaboración del trabajo ha sido posible gracias a la colaboración de 102 mujeres que se dedican a esta actividad. Y es que, según se desprende del informe, esta es ejercida mayoritariamente por mujeres (91%), seguidas de mujeres trans (7%) y de hombres (2%), de entre 31 y 45 años. La mayoría procede de América Latina, y más de la mitad tiene hijos o familiares a cargo, generalmente en su país de origen. 

Por otro lado, muchas de ellas afirman sentirse juzgadas por ejercer la prostitución, y el 48% de las entrevistadas cambiaría de trabajo, frente al 49% que no lo haría. No obstante, este último grupo considera necesario regular su trabajo y contar con unas condiciones laborales dignas. 

Las mujeres que sí dejarían de ejercer la prostitución solicitan que se les abran las puertas a otras “opciones laborales” o, en su defecto, a “prestaciones económicas” que les permitan cesar en esta actividad.

En cualquier caso, todas coinciden en encontrarse con dificultades ante los clientes que muestran actitudes machistas. También destacan sus impedimentos para poder empadronarse, lo que les permitiría adquirir derechos como la obtención de la tarjeta sanitaria individual o el acceso a recursos comunitarios. 

En consecuencia, las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de discriminación, aumentando su “vulnerabilidad, estigma y exclusión social”.

“Sabemos que son altamente vulnerables, que tienen cargas importantes y que necesitan un mejor acceso a las ayudas que prestamos desde las instituciones”, ha señalado la delegada de Igualdad del Consistorio, Miren Echeveste.

El informe recoge asimismo propuestas de mejora de la atención a estas mujeres, entre las que destacan la formación de las y los profesionales que la realizan, un protocolo para garantizar el padrón social, el acceso a pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual en Irun y garantizar el servicio Aukera, para continuar con la intervención directa. 

La realidad en Irun

Según se apunta en este trabajo “la zona donde se ejerce en el espacio público está muy localizada, concretamente, está ubicada en la zona poligonal de Behobia. Hace años las mujeres ejercían dentro de la ciudad de Irún, concretamente por la zona de San Miguel, pero empezó un fuerte control policial y se colocaron cámaras de seguridad que generó que estas mujeres se desplazaran a la zona poligonal, un espacio mucho más peligroso para ellas”.

Para contextualizar la realidad de la prostitución en Irun, se indica en el estudio, hay que tomar en cuenta que el municipio tiene una gran oferta de servicios sexuales de pago por tener un alto nivel de hombres de origen francés que cruza la “muga” para solicitar estos servicios”. “Hay que tener presente la Ley abolicionista en Francia, que multa a los clientes, por lo que muchos se desplazan a Irun y también a otras localidades cercanas”, como Lezo o Donostia, se destaca. 

El documento, que se puede consultar en la web municipal de Igualdad. incluye también un apartado en el que se recogen las diferentes legislaciones vigentes a nivel europeo y hace referencia a algunos casos que presentan particularidades, como el de Nueva Zelanda.

Se incorpora asímismo una reflexión y un repaso por la situación actual a nivel estatal, aportando el marco legislativo vigente e incluyendo ordenanzas de menor rango que también tienen efecto en dicha actividad.