De pequeño, Joseba Ona se pasaba “horas mirando las nubes” cuando iba con su aitona a pescar y apuntaba cada día en un cuaderno las temperaturas que marcaba el termómetro que tenía en la terraza de casa. Jonathan López se fijaba en las nubes, la lluvia y el viento, y veía a diario en la tele la información meteorológica. Imanol Fernández también apuntaba todos los días la temperatura y con un bote de Cola Cao puesto en la repisa de la ventana calculaba cuánta agua caía. 

Estos tres guipuzcoanos coinciden en su pasión por la meteorología y en que han pasado de estos métodos rudimentarios a otros más profesionales (como sus propias estaciones meteorológicas) y a compartirlo en redes sociales, donde tienen un buen número de seguidores. Sus comentarios sobre la meteorología, sus previsiones y las charlas que mantienen sobre distintos fenómenos climatológicos enganchan en Twitter. Ahora podemos poner cara a @meteogros (Joseba), @urnietameteo (Jonathan) y @MeteoAndoain (Imanol), que pasan parte de su tiempo libre entre mapas, modelos meteorológicos... y las ganas de que llegue la nieve, que parece que esta semana también se resistirá, salvo en algún punto del interior.

Una estación meteorológica en el tejado

“Desde txiki iba mucho con el aitona a pescar. A veces me aburría un poco y me pasaba horas mirando las nubes. Al aitona también le gustaba y me explicaba cosas. Me compré un termómetro y en un cuaderno iba apuntando todos los días. Estuve años así, no sé si estará el cuaderno por ahí”, cuenta Joseba, que ya de mayor se compró una estación meteorológica que tiene instalada en el tejado de casa de sus padres y que en 2013 dio otro paso más, al hacerse una cuenta de Twitter, donde empezó a compartir sus inquietudes meteorológicas y los datos que le ofrece esa estación (temperatura, humedad, viento, presión y lluvia), que se pueden ver a diario en sus redes sociales. “Son datos fiables”, aclara.

Su formación –como la de todos estos aficionados a la meteorología, que son unos cuantos en las redes sociales e interactúan diariamente– es “autodidacta”. Por medio de páginas web, mapas y modelos que anuncian el tiempo que va a hacer en los próximos días, son capaces de hacer predicciones muy atinadas. “Está el modelo americano ( GFS), el europeo (ECMWF) y el británico (UKMO). Y también mapas y algunas fórmulas que te permiten saber cuánta lluvia va a caer o a qué altura va a estar la cota de nieve. Por ejemplo, para mediados de esta semana, especialmente mañana, la cota de nieve puede situarse en los 300 o 400 metros en Gipuzkoa. Con internet empecé a usar un montón de herramientas y fui interpretando los modelos. Casi nunca hay situaciones iguales, pero más o menos puedes saber. De ahí hago mis pronósticos. Me baso en los modelos”.

“Cada modelo tiene variables. Es un mundo. Si entiendes un poco y te gusta, te puedes estar un buen rato ahí enredando”, sigue contando Joseba, que tiene una segunda cuenta en Twitter (@meteoformigal), donde hace también las previsiones de esa zona del Pirineo, ya que es un gran aficionado a la nieve y suele hacer escapadas a esa zona. Se encarga incluso la previsión meteorológica dos veces por semana en el foro de Nevasport, en la sección titulada La Meteo por Joseba. Lo que no esperaba quizás este vecino del barrio donostiarra de Gros es su éxito en Twitter, donde una cuenta tiene casi 2.000 seguidores y la otra, alrededor de 1.200. “Parece que a la gente le interesa. Ven que son cuentas más o menos fiables, en las que además intentamos explicar las cosas para que se entiendan un poco más. Tampoco le dedico mucho tiempo. Es cómodo. Estás un poco al loro y hacer un par de comentarios y una previsión diaria me lleva 15 minutos. Además, es algo que me gusta”.

La actividad alrededor de su cuenta y la de otros aficionados a la meteorología crece cuando llegan semanas como la actual, con previsión de lluvia, tormentas e incluso nieve. “Cuando vienen situaciones golosas, las comentamos. A mí, por ejemplo, me gusta mucho la nieve y las olas. Parece que puede nevar en alguna zona esta semana...”, comenta Joseba, que suele adornar sus comentarios sobre la meteorología con fotos propias –otra de sus aficiones es la fotografía– y que, en cuanto hay nieve, aprovecha para “coger el coche e ir a Aralar o así”.

Jonathan y los datos

A Jonathan, urnietarra, también le gustaba de pequeño “mirar el cielo, las nubes, el viento y la lluvia” y no se perdía “la información del tiempo” en la tele. “Con 15 o 16 años, ya con internet, empecé a seguir páginas web y modelos meteorológicos. Vas aprendiendo a interpretar los mapas, los colores, lo que condiciona el viento... se puede predecir con bastante exactitud viendo los modelos meteorológicos”, cuenta.

Jonathan cuenta con cerca de 1.300 seguidores en Twitter, donde se abrió una cuenta a finales de 2011. “Lo hice para hablar básicamente de meteorología y de dar información de Urnieta y alrededores”, comenta. Lo que más le gusta son “los datos, la información”. De hecho, en uno de sus tuits más recientes ofrece el dato de la temperatura máxima que se alcanzó en Urnieta el pasado año (41 grados el 18 de junio) y de la mínima (-1,6 grados el 23 de enero). En otras de sus entradas retuitea con envidia la nieve que ha caído en algunas zonas de Navarra mientras se resigna a que llegue a Urnieta. “Lo veo difícil”, reconoce.

Al igual que Joseba, está sorprendido por la actividad que tiene su cuenta. “Veo que a la gente le interesa. Que te sigan más de 1.000 personas es mucho, yo ni me planteaba cuántos seguidores podía tener. Sobre todo en semanas como esta, con temporal y posibilidad de nieve, la gente pregunta e interactúa más, te pregunta cosas. A mí me gusta dar esa información”, dice el urnietarra, otro enamorado del monte y de la fotografía, y que no tiene por ahora una estación meteorológica propia, aunque se lo está “pensando”.

Medir el agua con un bote de Cola Cao

Imanol Fernández, andoaindarra, comenzó a interesarse por la meteorología “en las inundaciones de 1997”, que afectaron a Donostia y otras localidades de alrededor. “Me interesó cuántos litros habían caído, tenía curiosidad”, cuenta. A falta de otras herramientas, utilizaba botes de Cola Cao “para recoger el agua y medir cuánta había caído”. También tenía un termómetro en la ventana de casa y “apuntaba cada día las temperaturas”. “Lo tenía todo escrito en la agenda del cole”, añade. Ahora ya tiene dos estaciones meteorológicas situadas en dos zonas de Andoain y todo lo que antes hacía a mano ahora “es automático”: “Me pasa los datos directamente al ordenador”.

Comenzó a usar las redes sociales en 2010: “Lo utilizo casi como un pequeño diario o blog, en el que recojo datos. Y ahora voy haciendo previsiones y más cosas”. A día de hoy cuenta con casi 1.800 seguidores de sus comentarios: “No me imaginaba que tanta gente me iba a seguir. Parece que estos temas gustan, sobre todo cuando viene mal tiempo o nieve, que se forma debate. La mayoría no nos conocemos en persona, solo de las redes sociales”.

Una de sus características es que usa muñecos de Playmobil para ilustrar sus fotografías, que las hace él mismo: “Me gusta sacar fotos y vídeos y se me ocurrió poner los muñecos. Por ejemplo, esta semana he puesto unos muñecos con el trineo, como dando a entender que puede nevar. Lo que más me gusta es el frío y la nieve”. No pierde la esperanza de sacar mañana o el jueves alguna foto de nieve desde la ventana de su casa: “Igual cae algo en Andoain”. Caiga o no la primera nevada del invierno, seguro que estos tres fanáticos de la meteorología y unos cuantos más debaten sobre ello en las redes.