Ha cambiado la forma, la vestimenta, pero en el fondo, dice, el sustrato de las relaciones sentimentales en las nuevas generaciones sigue siendo el mismo de otras épocas. “El modelo atractivo de pareja para las chicas jóvenes sigue siendo de subordinación”, ha asegurado este lunes en Donostia la psicoterapeuta Pepa Bojó, que ha presentado los resultados de una investigación que tiene como base el trabajo realizado en escuelas de empoderamiento de toda Gipuzkoa.

El estudio constata los beneficios generados por estos encuentros, sobre todo en la salud y la autoestima de las mujeres. Pero la experta, que lleva más de veinte años siendo terapeuta de víctimas de violencia de machista, ha alertado de que “no es tan fácil” revertir las reglas de juego de un patriarcado "cuyo ADN" es precisamente el fomento de relaciones jerárquicas. “Seguimos erotizando modelos de maltrato, y no hay más que ver videoclips, redes sociales, influencers y pornografía. Todavía la gran maquinaria social sigue erotizando unas relaciones en las que se nos cuenta que a través de alguien que tiene poder sobre nosotras, vamos a encontrar la felicidad”, ha censurado.

De la mano de la directora foral de Igualdad, Nerea Isasi, ha presentado el estudio Grupos de empoderamiento de Gipuzkoa: motivación para participar y cambios reseñables. Bojó es una voz muy acreditada en este campo. Lleva casi tres décadas dinamizando grupos de empoderamiento feminista, y ha sido formadora en las escuelas de Arrasate, Azpeitia, Oñati, Tolosa, Trintxerpe, Urnieta, Usurbil y Zarautz.

El documento revela que más de un tercio de las mujeres que participan en estos talleres ha manifestado gozar de mayor autoestima y seguridad personal (33,8%), mientras que el 24,4% observa un aumento de la toma de decisiones respecto a las propias necesidades, entre otros aspectos.

Espacios de prevención

Según sus conclusiones, las escuelas de empoderamiento de Gipuzkoa se han convertido en un espacio de prevención de la violencia de género y cada vez son más las jóvenes que acuden a talleres donde se reflexiona sobre el tipo de relaciones amorosas que se desean. “Desde el momento en el que empezamos a construirnos teniéndonos en cuenta con mayor fortaleza, las relaciones de pareja que vamos a crear son muy diferentes”, ha asegurado, tomando como base el testimonio de tantas participantes en estos foros.

Escuelas y talleres de empoderamiento se han convertido “en espacios de detección” de distintos tipos de violencia. “Muchas mujeres cuestionan sus relaciones porque empiezan a darse cuenta de que hay un nivel de maltrato”, ha asegurado, una violencia de la que no eran conscientes hasta ese momento.

“Tristemente, las situaciones de violencia se dan en todos los rangos de edad, por eso es tan importante que las mujeres transformemos las relaciones para construir nuevos modelos afectivos”, ha insistido. “Tras un trabajo durante más de 25 años con grupos de empoderamiento de mujeres, he podido observar que los cambios en sus vidas son evidentes, duraderos, estructurales y suponen el inicio de otra manera de estar en el mundo”, ha explicado la autora del estudio. Además, según ha corroborado, estos procesos “ayudan a mejorar y también desaparezca en muchos casos” la sintomatología relacionada con “malestares de salud”, que habitualmente están ligados a los roles de género.

La Diputación, en el marco del III plan foral de Igualdad de mujeres y hombres, tiene entre sus objetivos estratégicos contribuir al empoderamiento de las mujeres en Gipuzkoa.