Cinco jefes médicos del Hospital de Cruces han acusado a exdirectivos y jefes de servicio de la OSI Donostialdea de "mala fe" y de "mentir" al afirmar que Osakidetza otorga trato de favor al centro hospitalario por "amiguismo", al autorizar, entre otras cuestiones el uso en Cruces de una técnica en el tratamiento para el cáncer peritoneal, del que ellos son especialistas, y empleada solo hasta ahora en el hospital guipuzcoano.

Los facultativos, que han hecho pública una carta en El Correo, son Aitor de la Quintana, Alberto Muñoz y Txanton Martínez-Astorquiza, jefes de servicio de Cirugía General, Oncología Medica y Ginecología, respectivamente, así como Andrés Valdivieso y Gaizka Mallabiabarrena responsables de las Unidades de Cirugía Hepatobiliar y Transplante Hepático y Ginecología Oncológica.

En especial, los firmantes de la carta apuntan directamente al exsubdirector médico del Hospital Donostia (HUD), Adolfo Beguiristain, a quien acusan de "mentir, no por ignorancia, sino por mala fe", y de emplear en sus declaraciones un tono "ofensivo" hacia el hospital vizcaíno y su personal médico.

Los jefes médicos aluden a las afirmaciones de Beguiristain de estos días en las que sostiene, en relación a la autorización del uso de la técnica HIPEC (quimioterapia caliente directamente en la cavidad abdominal) en Cruces que su utilización en la cirugía del cáncer peritoneal requiere de formación y experiencia y que solo el hospital Donostia ha sido el único que ha empleado estos procedimientos.

Sin embargo, los autores del escrito aseguran que en Cruces realizan la cirugía peritoneal "desde 1996, con 43 intervenciones este año y más de 130 desde 2016" y que, "en más de una ocasión, el hospital guipuzcoano ha rechazado a pacientes derivados de Cruces que han sido tratados con éxito en otros centros del país con más experiencia".

Con esta aseveración salen al paso de la afirmación de Beguristain, quien ha asegurado que en la HUD donostiarra han tratado a pacientes de con esta patología derivados de todos los centros de Osakidetza, salvo Cruces, que han sido trasladados a Córdoba porque "preferían enviarlos fuera de Euskadi antes que al Donostia".

"Una cuestión personal"

En su opinión, con estas aseveraciones, parece "como si para él se tratase de una cuestión personal" y lamentan el tono "ofensivo" empleado por parte de Beguiristain y consideran estas afirmaciones un un ataque directo contra su "profesionalidad" y "prestigio" ya que Cruces cuenta con experiencia desde 1996 en la cirugía peritoneal, aunque no en la técnica HIPEC, para cuyo uso recibieron autorización en octubre pasado tras haberla solicitado en 2016.

"En ningún momento hemos pedido que se le retirara al HUD la realización de esta técnica, sino que solicitamos poder utilizarla también con nuestros pacientes con carcinoma de ovario que lo necesitan", sostienen en su escrito.

Tras considerar que "no es "cierto" que Cruces no tenga "experiencia en este tema" ni que el hospital guipuzcoano "sea el único" en el que se realiza hasta ahora esta cirugía; consecuentemente, miente y atenta contra nuestro prestigio profesional porque en el País Vasco los cirujanos nos conocemos y él lo sabe".

Tras lamentar que se han visto involucrados en este problema sin haberlo buscado, le dicen al el exsubdirector médico del Hospital Donostia que quieren dejarle "claro" que el HIPEC "no es más que una máquina que sirve para calentar un fármaco contra el cáncer para introducirlo en el abdomen tras haber terminado la cirugía".

Además, remarcan a continuación que "los mejores resultados están relacionados con la experiencia de los cirujanos, no con el uso de la máquina que, como cualquier otra máquina, simplemente hay que aprender cómo funciona".

En este punto, niegan las acusaciones de "amiguismo" por autorizar Osakidetza el uso en Cruces de esta técnica, puesto que desde 2016 "están intentando conseguir la autorización por parte de Osakidetza para el uso de la máquina".

"Queremos dejar claro que ninguno de los implicados en este tratamiento tenemos ninguna relación con los directivos de Osakidetza, más allá de la mera profesional", por lo que entienden que "no es aceptable defender los intereses propios en base a acusaciones infundadas".

Finalmente, los cinco jefes de Cruces creen que, con estas acusaciones, se ha atentado contra nuestro buen nombre y nuestra profesionalidad, asegurando públicamente nuestra falta de experiencia y alegando, de forma infundada que la decisión de Osakidetza ha sido política o por amiguismo".