Educación defiende su plan para combatir la segregación escolar

En general, aseguró Pedrosa, “las medidas han sido muy bien acogidas porque existe la intención de responder de una manera más equitativa y de trabajar de una manera corresponsable en abordar la segregación en Euskadi. Pero, obviamente, todos los cambios estructurales generan cierta incertidumbre porque cada equipo directivo tiene que prever cómo van a impactar todos estos cambios en sus procesos de matriculación”. La viceconsejera explicó que la estrategia diseñada para combatir la segregación escolar tendrá como puerta de entrada a las aulas de dos años para que “curso a curso y de manera progresiva” vaya extendiéndose a lo largo de todo el sistema educativo de forma que en ningún caso se plantee que el alumnado actualmente escolarizado en un centro tenga que moverse a otro.

La principal herramienta del plan de choque contra la segregación obligará a todos los centros sostenidos con fondos públicos a reservar un número de plazas para escolarizar al alumnado vulnerable. Además, el criterio de la proximidad al domicilio gana peso en el proceso de matrícula. La viceconsejera explicó que el cupo de plazas se fijará una vez se reciban las solicitudes. La medida busca una distribución equilibrada de la diversidad y de la vulnerabilidad entre todos los centros del Servicio Público Vasco de Educación, a fin de evitar la segregación del alumnado por razones socioeconómicas o de otra naturaleza. El porcentaje de reservas será el mismo para todos los centros de la misma área. También se ha realizado un ajuste de la zonificación, en Educación Infantil y Educación Primaria, para “posibilitar un efecto real de las medidas establecidas”. Por ejemplo, en los grandes municipios, salvo las capitales, se ha pasado de tener varias áreas de influencia a una sola. En todas las áreas de influencia hay algún centro público.

Escolarización de proximidad

Uno de los cambios más significativos introducidos en los criterios de baremo es la puntuación asignada por proximidad del domicilio al centro. La puntuación máxima para el baremo se puede obtener en el caso de que el centro solicitado sea el centro (público o concertado) más cercano al domicilio del alumno o alumna, con siete puntos. Cualquier otro centro en el área de influencia del domicilio –pero no el más cercano– obtendrá cinco puntos. Se trata de una medida que premia la proximidad incluso dentro de una misma área de influencia, con el fin de fomentar una escolarización de proximidad (hasta ahora, el domicilio daba seis puntos).

Además, no hará tope en la selección de centros por parte de las familias. Pedrosa recordó que “cada familia podrá seleccionar para la escolarización de sus hijos o hijas todos los centros de su área de influencia, o de otras áreas, limítrofes o no, que reúnan las condiciones educativas que ellos consideren adecuadas a sus planteamientos personales, priorizándolos en función de sus intereses”. El proceso de admisión tratará de ofertar a cada estudiante el centro priorizado por las familias, y solo en el caso de que en ninguno de los seleccionados hubiera posibilidad de escolarización se ofertaría otro centro que sea próximo al domicilio. Por este motivo, dijo, “es muy importante que las familias seleccionen el mayor número de centros posible, de forma que el que les corresponda se adecúe lo más posible a sus intereses”.