Una treintena de niños de Chernobil ha llegado este domingo a Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra tras un largo viaje en autobús gracias a la colaboración de cuatro asociaciones, entre ellas, Chernobil Elkartea. Los menores, que viven en pueblos muy cercanos a la central nuclear, viajaron en autobús a Polonia y allí pudieron coger otro.

Olatz Linazisoro, voluntaria de Chernobil Elkartea, ha señalado a este periódico que los últimos meses los menores están viviendo una situación muy difícil en Ucrania a causa de la guerra. “Hace mucho frío y no tienen electricidad durante muchas horas”, relata. Para evadirse de esa situación, con la ayuda de esta asociación han venido 22 menores a Euskadi y Navarra que serán acogidos por once o doce familias. A ellos se le suma una decena de jóvenes más a través de otras asociaciones.

Los niños que participan en estos programas tienen más de ocho años y, en algunos casos, son hermanos. Proceden de familias de ámbito rural y que cuentan con pocos recursos. “Algunos viven en pisos, pero muy pocos. La mayoría no tienen baño dentro de casa, lo tienen fuera, o no tienen: “La situación ha ido a peor”.

Gracias a este programa de acogida, los menores van a tener la oportunidad de estar varias semanas fuera de sus casas. “Se podrán airear en todos los sentidos, podrán estar tranquilos, comer bien, descansar… y luego volver”, indica Linazisoro. Está previsto que el viaje de vuelta se realice a finales de enero.

Problemas para cruzar la frontera

Los niños tuvieron dificultades en la frontera: “Debía de haber mucha gente y tuvieron que estar muchas horas”. Pero eso no fue lo peor. “Desgraciadamente, algunos niños se han quedado sin venir porque no les han dejado cruzar. Sus padres estaban en el frente y no pudieron firmar la documentación de los menores”.

A pesar de las dificultades, la asociación Chernobil espera poder solucionarlo pronto y conseguir la documentación apropiada para que puedan salir de Ucrania.

Programa de invierno

Normalmente, el programa de Chernobil Elkartea está centrado en el programa de verano. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que viven en áreas contaminadas, como las de Chernobil, deben salir de esa zona durante 40 días seguidos. De esta forma, se recupera el sistema inmunológico y es beneficioso en todos los sentidos, tanto física como mentalmente. Por ello, se establecieron las estancias de 40 días en verano para estos jóvenes.

Pero, por lo visto, muchas familias intentaban traer a los niños por su cuenta en navidades y por eso decidieron crear el programa de invierno. El Gobierno Vasco publicó un decreto con el cual los menores podrían venir durante un mes y así es como se ha hecho durante los últimos años. Esta vez, a causa de la guerra, se ha hecho una excepción y podrán quedarse unas semanas más.