En Gipuzkoa hay unas 20.700 personas de entre 18 y 44 años que cuentan con ingresos propios y necesitan acceder a su propia vivienda, emanciparse, y no lo han conseguido aún. A algunos les salen las cuentas. Es decir, ganan lo suficiente para dar el salto y simplemente están esperando el momento, que se complica debido al encarecimiento de la vida y el alza de las hipotecas y los alquileres. Son los menos. Pero a otros ni siquiera les llega con su nómina. Son los más.

Solo uno de cada cuatro de los que tienen sus propios ingresos y quieren emanciparse pueden hacer frente al ansiado acceso a su primera vivienda. Se calcula que para satisfacer las necesidades de forma individual de este colectivo (18-44 años) harían falta casi otras tantas viviendas: 20.288.

Pero hay más. Personas sin ingresos, sin nómina, pero que sienten la necesidad de emanciparse. Según la última Encuesta de Necesidad de Vivienda de Euskadi 2021, elaborada por el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, habría más de 13.000 personas de entre 18 y 44 años en esa situación. Es decir, solo en Gipuzkoa harían falta 13.544 pisos para satisfacer las necesidades de emancipación de esa gente sin ingresos.

Y más si contamos a los mayores de 45 años y personas con otro tipo de necesidades especiales. Ahí también hay de todo. Personas que quieren y no pueden. Más de la mitad no tienen ingresos suficientes para emanciparse pese a su dilatada experiencia en el mercado laboral. En total, serían 39.253 las viviendas que harían falta en el territorio para satisfacer de forma individual la necesidad de acceso a la primera vivienda manifestada por los guipuzcoanos.

El drama

El drama es que solo uno de cada seis tiene ingresos suficientes para dar el salto, si incluimos a todos. Un 34,5% de las personas que aseguran necesitar acceder a una primera vivienda ni siquiera tiene ingresos propios o renta. Y del otro 65,5% que sí tiene ingresos, casi la mitad tienen una nómina irregular o insuficiente.

Y todo ello sin contar a otro número importante de personas que necesitan cambiar de vivienda. En Gipuzkoa se calcula que solo entre los 18 y los 44 años son más de 26.000 los hogares que quieren cambiar de casa. Y otros 29.750 los que necesitan una rehabilitación de su hogar. Y todo ello en un territorio con una población total de 726.000 personas que conviven en 292.646 hogares: una media de 2,5 personas por casa. El mapa no difiere mucho en el resto de la CAV.

Euskadi

En esta encuesta, el Gobierno Vasco ha puesto el foco en las personas entre 18 y 44 años. En Euskadi, el Gobierno Vasco ha calculado que un 15,1% de la población en esa franja de edad necesita acceder a su primera vivienda. Son casi 100.000 personas (99.114); mientras que tres de cada cinco personas que constituyen este grupo de edad ya están emancipadas: 391.310 personas (59,5%).

El mapa dice que una de cada diez personas de 18 a 44 años tiene necesidad de acceso a la primera vivienda y dispone de ingresos o renta propia, mientras que otro 5,2% tiene la misma necesidad, pero carece de ingresos propios.

Esas casi 100.000 personas  de 18 a 44 años que en Euskadi quieren acceder a una vivienda por primera vez representan el 37,3% de las personas sin emancipar que reside en las viviendas de sus progenitores, tutores u otros familiares. Es decir, a ese otro 62,7% no le ha llegado el momento.

Por otro lado, esta encuesta también identifica que un 9,1% de los hogares vascos tienen necesidad de cambiar de vivienda (82.326 hogares), mientras que el 9,7% de hogares (87.857 hogares) indican que su vivienda necesita de algún tipo de rehabilitación, bien en elementos comunes del edificio, bien en propios de la vivienda por un importe superior a los 3.000 euros.

En 2021, en el conjunto de Euskadi se contabilizan un total de 130.084 personas con necesidad de acceso a una vivienda (80.724 personas con ingresos o rentas propias) que requerirían un total de 112.718 viviendas.

Además de las 99.114 personas de 18 a 44 años sin emancipar con necesidad de acceso a una vivienda, se identifican dos nuevas tipologías de necesidad: por un lado, 10.766 personas de más de 44 años con necesidad de acceso a una vivienda, que residen en viviendas de progenitores u otros familiares, y que requieren 10.388 viviendas. Por otro lado, 20.204 personas ya emancipadas que requieren poder acceder a 13.167 viviendas para residir de forma independiente o con el grupo familiar que conforma.

Gana el alquiler

La condición de vivienda nueva o vivienda usada no parece destacar entre las preferencias del grupo de personas de 18 a 44 años demandantes de primera vivienda; ya que, a tres de cada cuatro le es indiferente. Ligeramente supera la necesidad de vivienda nueva (12,2%) sobre la usada (8,0%).

Tampoco es un colectivo que soliciten vivienda de gran tamaño: el 43,3% se decantan por las viviendas de menor tamaño (hasta 60 m²) y el 72,5% de este grupo de personas las prefieren con un tamaño no superior a 75 m².

Respecto al régimen de tenencia, casi dos de cada cinco personas de 18 a 44 años demandantes de primera vivienda se inclinan por la vivienda en propiedad (39,6%), pero la opción más preferida (un 42,4%) es el alquiler. Se trata de un colectivo donde predominan las personas de 25 a 34 años (53,5%), los hombres (52,9%), las personas con estudios universitarios (41,3%) o profesionales (37,9%). Personas principalmente ocupadas asalariadas (87,7%), con predominio del trabajo temporal (51,1%) sobre el fijo (36,6%).

DATOS:

Cambio de vivienda: Entre los hogares que señalan necesidad de cambio en 2021, el 35,6% indica que no tienen necesidad objetiva, pero sí están valorando mudarse de casa a corto/medio plazo. Las familias guipuzcoanas son las que mayor proporción de necesidad objetiva declaran (69,0%).


Motivos cambio vivienda

Tamaño inadecuado 33,3%

Mal estado 12,7%

Mejora de la vivienda 12,7%

Querer un alquiler más barato 11,5%

Preferir vivienda en propiedad 11,5%


Rehabilitación de vivienda: 87.857 hogares en Euskadi manifiestan necesidad de rehabilitación: un 9,7% del total. Casi el 40% de las reformas afectarían solo al interior de la vivienda y casi el 39% solo a elementos comunes del edificio. El 21% restante serían afectarían a ambas.