La denuncia de GuraSOS sobre el aliviadero clandestino tal y como se ha explicado no tiene soporte alguno y es fácilmente demostrable su falta de rigor técnico”. Es el resumen de la respuesta dada por la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, a la pregunta parlamentaria realizada por el grupo Elkarrekin-Podemos en la cámara vasca.

Tapia insiste en que la “noticia publicada en prensa y presumiblemente basada en la denuncia de GuraSOS" es falsa. Según dicha información desmentida por la consejera, los drenajes del sistema de filtración de la incineradora estarían conectados de forma clandestina con el alcantarillado y estarían vertiendo, por tanto, sustancias nocivas a las alcantarillas, y por tanto al río Oria. Tapia lo niega.

La polémica sobre la incineradora no se detiene. El próximo domingo, de hecho, la plataforma GuraSOS ha convocado en Donostia una manifestación para reclamar la “paralización preventiva” de esta infraestructura de quema y valorización de residuos, con el objetivo, asegura, de establecer una “barrera social de protección” para “proteger las aguas de ese enclave y del río Oria de la grave contaminación procedente de la incineradora”.

En su respuesta por escrito, Tapia aporta varias fotografías tomadas durante las inspecciones realizadas en febrero y junio de 2020 en la incineradora. La consejera asegura que “la existencia de drenajes de los sistemas de filtración no solamente está documentada en los planos facilitados por el promotor, sino que en las visitas para la efectividad realizadas en febrero y en junio de 2020 recogen “en distintas fotos específicamente los drenajes de condensados de los sistemas de filtración”.

Según la consejera, la información sobre la denuncia de GuraSOS “obvia que el sistema de drenaje es algo autorizado, documentado, necesario, conforme a la normativa europea y que no genera ningún tipo de vertido a cauce”. La consejera argumenta que “estos condensados” o sustancias “se recogen y canalizan a un sistema cerrado exactamente como establece la normativa europea específica para las instalaciones de valorización energética”.

"El sistema de drenaje es algo autorizado, documentado, necesario, conforme a la normativa europea y que no genera ningún tipo de vertido a cauce”

Arantxa Tapia - Consejera de Desarrollo Económico

Según Tapia, “la información del expediente administrativo de la autorización” de este sistema de drenaje es “pública y numerosos colectivos y ciudadanos la han consultado. La consejera añade que que GuraSOS en particular “dispone de la información aportada por el promotor para la efectividad de la autorización, ya que en el marco del procedimiento contencioso administrativo que se mantiene contra el Gobierno Vasco se le ha facilitado”.

La polémica se reactivó en verano, como consecuencia de un vertido de lixiviados a la regata Arkaitzerreka, que pasa justo por debajo de la incineradora. Este vertido, según apunta Tapia, nada tiene que ver con los sistemas de drenaje de filtración de gases.

En la misma información publicada  en prensa “se mezcla de manera interesada”, según Arantxa Tapia, dos cosas diferentes: por un lado, el sistema de filtración de gases aludido, y por otro, el vertido registrado en verano, para el que ya se han adoptado las medidas oportunas tras el seguimiento realizado por este órgano y por la Agencia Vasca del Agua URA.

La consejera reconoce que ya ha abierto un expediente sancionador a GHK por el vertido de lixiviados al cauce este verano. Pero desmiente las acusaciones de GuraSOS. Tapia asegura que “con el término ‘aliviadero clandestino’ se pretende mezclar la recogida de condensados del tratamiento de gases (que es un drenaje necesario en toda planta de estas características y que aparece reflejada en la documentación y por tanto es rotundamente falsa la afirmación de Gurasos), con el drenaje de fondo de aguas subterráneas habilitado en la fase de obras de preparación del terreno para la implantación de la instalación”.

La consejera asegura que ya se abrió un expediente sancionador a GHK por el vertido de lixiviados del pasado verano

Es en ese drenaje de fondo de aguas subterráneas donde se produjo el vertido de lixiviados este verano, habiéndose identificado en numerosos sondeos efectuados por la Agencia Vasca del Agua, URA, entre el 13 de julio y el 27 de septiembre, niveles superiores a los valores de referencia establecidos por el Plan Hidrológico de la demarcación del Cantábrico Oriental.

A este vertido se le ha realizado un “seguimiento exhaustivo”, dice Tapia, que detectó niveles por encima del límite establecido de amonio, DBO5, sólidos en suspensión y DQO en las aguas superficiales de la regata de Arkaitz. Y también ha dicho que las muestras se siguen tomando de forma preventiva aún hoy.

Una polémica enquistada

No es el primer vertido que se detecta en eta zona, concretamente en la regata de Arkaitz-erreka, donde en mayo de 2020 ya se produjo un vertido de amoniaco que terminó en este arroyo. Según denunicó GuraSOS entonces, ese “desastre ecológico” que mató a varios peces de la regata, fue “intencionado para ocultar el funcionamiento ilegal” de la incineradora de Zubieta.

La incineradora de Zubieta se puso en marcha a finales de 2019 a modo de prueba, después de un compleja y polémica fase de aprobación y construcción que duró años y enfrentó a los gobiernos forales de distinto color: PNV-EA/Hamaikabat (2007-2011) y PNV-PSE (2015 hasta hoy), favorables a su construcción; y al gobierno de EH Bildu (2011-2015), contrario.

La incineradora lleva funcionamiento a pleno rendimiento desde finales de 2020, tras un año en fase de pruebas, pero aún hoy colea la polémica en torno a esta infraestructura.