A pesar de las continuas retenciones en la muga, sobre todo, en época vacacional y puentes como el de la próxima semana, el gobierno francés ha explicado que continuará realizando controles. Esta decisión se ha dado a conocer en la reunión celebrada esta semana entre la agencia foral Bidegi y ASF, en el que la concesionaria de la A-63 ha confirmado que no se prevén cambios en un futuro cercano. Muestra de ello es la petición realizada por el gobierno francés a Europa pidiendo la exención del acuerdo de Schengen por otros seis meses, por seguridad nacional.

ASF ha mostrado su malestar ante las retenciones que colapsan, a menudo, la parte guipuzcoana de la muga, pero al estar sujeta a las órdenes de la policía francesas, está obligada a reducir la cantidad de cabinas abiertas al tráfico: de las diez vías disponibles se habilitan cinco o seis vías, de las cuales una es exclusiva para las incorporaciones desde Hendaia y dos o tres están destinadas a los camiones.

En la reunión mantenida entre Bidegi y ASF, esta última ha explicado que, a pesar de tener capacidad para evitar esas retenciones, están obligados a seguir las órdenes de la policía francesa, y además de reducir el número de vías han ralentizado la subida de barreras.

Las dos partes, Bidegi y ASF, se han comprometido a realizar reuniones cada tres meses para intercambiar información y mejorar, en la medida de lo posible, la conexión de la frontera. Así mismo, la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, insta a través de una nota al gobierno español a que tome las medidas necesarias para restablecer el orden en la frontera: “Las retenciones en Biriatu son un problema recurrente, ya que bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un periodo de restricción de tráfico para vehículos pesados en Francia, se producen retenciones kilométricas que colapsan totalmente el entorno de Bidasoaldea y Donostialdea".

Ante esta situación, la Diputación de Gipuzkoa vuelve a reiterar que “de ninguna de las maneras, está en su mano dar una solución a una situación creada, con premeditación, por el Gobierno francés: “No podemos influir en las retenciones de la frontera, por lo que la subida de las barreras no es una opción”.