Garbanzos, pescado a la plancha y yogur: 4,60 euros. Es el menú de un día cualquiera en un comedor escolar de Euskadi, uno de los 515 de la red pública vasca de enseñanza, donde a diario se alimentan cerca de 94.000 alumnos. El precio sigue siendo el mismo desde hace diez años y el nuevo curso 2022-2023 arranca sin variación. Fuentes del Departamento de Educación del Gobierno Vasco aseguran que se trata de “una decidida apuesta” por parte del Gobierno Vasco, que quieren “evitar que la inflación repercuta directamente en los bolsillos de las familias”.

¿Pero quién amortigua esa inflación, instalada en el 10,4% solo en el último año, y cómo? Organizaciones como la ONG Justicia Alimentaria, que esta semana ha organizado unas jornadas en Bilbao sobre comida escolar sana y saludable, cree que se hace a costa de la calidad del menú y de reducir en la cesta de la compra. Es decir, a base de comprar más barato, lo que lleva, dicen, a consumir producto de lejanía y a menudo menos saludable.  

Por su parte, las empresas de restauración colectiva que prestan estos servicios se sienten cada vez más al límite y aseguran que su supervivencia está en peligro. Reconocen que sus costes laborales aumentan, al igual que la energía, el transporte y la propia cesta de la compra. Y por si eso fuera poco, la reducción de la natalidad también está reduciendo poco a poco el número de niños y niñas que comen sus menús. Un cóctel de difícil gestión.

El debate cobra fuerza. Este curso son varias las comunidades autónomas que han actualizado los precios al alza. Lo han hecho seis de ellas (Andalucía, Asturias, Cataluña, Castilla y León, Extremadura y Murcia), pero es cierto que los precios llevan muchos años sin actualizarse en la mayoría de los casos y que las subidas son inferiores a los de la inflación interanual. Madrid, por ejemplo, mantiene el precio en 4,88 desde hace nueve años. Pero lo sube Cataluña, un 3,3%, después de más de una década con el precio congelado. Ahora se sitúa allí el menú en 6,54 euros, de los más caros.

Seis comunidades autónomas han actualizado los precios este curso: las cuotas oscilan entre los 3,30 y 6,54 euros

El precio medio del menú escolar en el Estado, antes de esta subida, rondaba e el Estado los 4,65 euros, con cuotas que van desde los 3,30 de comunidades como Canarias o los 3,50 de Asturias, las más baratas; hasta los 6,50 euros, según sendos estudios elaborados por la revista Consumer de Eroski y la Fundación Educo.

10 años congelados

En Euskadi, la última subida fue justo hace diez años, en el curso escolar 2012-2013. De un año para otro, el precio del menú escolar en la red de escuelas públicas de Euskadi subió un 15% de golpe, de 4 a 4,60 euros y desde entonces este precio no se ha modificado. La tarifa es de 3,30 euros para los requieren de transporte escolar y de 5,20 euros para un servicio esporádico.

De los 515 centros de la red pública, solo el 22% cocinan el menú en el propio colegio

¿Pero cuánto costaría el menú hoy si se hubiese repercutido el aumento del IPC en todo este tiempo? Según el INE, la tasa de variación del IPC en los últimos diez años, entre agosto de 2012 y 2022 es del 18,9%. Es decir, si el precio fijado en ese curso en 4,60 euros se hubiera actualizado en función de la inflación, el menú costaría este curso 5,47 euros. Unos 20 euros más al mes por cada alumno.

Actualmente en Euskadi hay 515 comedores de gestión directa del Departamento de Educación y de todos ellos, solamente 115 (33 de ellos en Gipuzkoa) ofrecen servicio de cocina in situ. Pero los precios de unos y otros son los mismos. ¿Es igual la calidad en unos y otros?, cuestionan desde Justicia Alimentaria.

Estos comedores de la red pública ofrecen menús y dietas de distintos tipos (basal, ovolactovegetariano, ovolactovegetariano con pescado; no cerdo;y dietas para necesidades nutricionales especiales frente a intolerancias, alergias y dietas para patologías con tratamiento dietético específico, con informe médico oficial del especialista).

Pero el debate va más allá. En Bilbao se ha celebrado esta semana "Gozo, II Jornadas Internacionales sobre Alimentación Sana y Sostenible”, organizadas por la ONG Justicia Alimentaria y la confederación de asociaciones de padres y madres (ampas) Ehige. 

Otro modelo con producto de cercanía

Eneko Viñuela, el coordinador en Euskal Herria de la ONG Justicia Alimentaria, asegura que a día de hoy es “posible” elaborar menús más saludables y con producto de cercanía por el mismo precio (4,60 euros) y cuestiona el modelo que mediante las bases de sus concursos públicos impulsa la Administración. En este caso el Gobierno Vasco. Viñuela ha participado esa semana en Gozo, "II Jornadas Internacionales de alimentación saludable y sostenible”, organizada en Bilbao por la propia ONG Justicia Alimentaria y Ehige, la confederación de asociaciones de padres y madres de colegios públicos de Euskal Herria.

“Nuestra lectura es que se ha mantenido el precio y se ha bajado la calidad”

Eneko Viñuela - Coordinador de la ONG Justicia Alimentaria en Euskal Herria

Aunque admite el esfuerzo de la Administración vasca en cuanto a la inversión destinada y el sistema de ayudas, asegura que su organización aboga por crear iniciativas de cambio y, en definitiva, por la "modificación de este modelo de comedor". 

“Los alimentos que vienen son kilométricos, que vienen de lejos. Todas las escuelas no tienen cocina. Solo el 22% y los precios son estándar, con cocina o sin cocina" en el propio centro. Es decir, "que yo te haga un arroz a las 12, tú te sientas y te lo comes al momento; o que yo te lo haga a las 4 de la mañana, te lo meto en una bandeja caliente y te lo sirvo al mediodía. Y no es lo mismo. Es evidente. Es una pérdida de calidad", asegura Viñuela.

En su crítica, esta organización también lamenta que son estas propias empresas de catering adjudicatarias las que elaboran el menú y deciden todo sobre el mismo. "Los menús, aunque tengas cocina propia, los decide la empresa. Si quieres que te quite el azúcar, tienes que solicitarlo y la capacidad de decisi´no está en la empresa", lamenta, no en las familias, ni siquiera en el Departamento de Educación, pese a que quienes "asumen el gran peso del precio del menú son los padres y madres", afirma.

"La lectura es que se ha mantenido el precio y se ha bajado la calidad", asegura Viñuela, quien cree que "la mala alimentación está ganando terreno a la alimentación sana y sostenible. Que no suba la cuota de la familia, no quiere decir que no haya subida", añade. La clave, asegura, son "los productos frescos".

Experiencias piloto sin ánimo de lucro

Según Viñuela, "cuatro experiencias piloto llevadas a cabo en Markina, Urduña, Laukariz y Mungia han gestionado su comedor escolar con el mismo precio y han conseguido materia prima cerca por el mismo precio, a fecha de hoy, octubre de 2022. “Es viable tener unos menús con producto fresco y sano por ese precio”, asegura, pero en la gestión de esas escuelas ,“desaparece el ánimo de lucro, porque la gestión la hacen las escuelas con las ampas. Sin intermediarios".

Vayamos al otro lado. Recientemente, según una sentencia del Tribunal Superior de Cataluña, en 2017, el precio máximo de comedor escolar que se paga en esta comunidad autónoma, 6,20 euros, no cubría los costes mínimos del servicio, por lo que lo calificaba de “económicamente inviable”. 

La perspectiva cambia en el lado de las empresas. La patronal estatal, Food Service, advierte de que la supervivencia de muchas de estas compañías de catering está en peligro si no se actualizan los precios escolares y reconocen que han reclamado a las Administraciones la revisión de los precios.

A nivel estatal, la patronal Food Service describe que la no actualización de los precios lleva a estas empresas a una situación “crítica” en la que absorben un 12% del aumento de los costes del servicio. Y recuerda también que solo de enero a julio, ha habido una variación en el índice de alimentos y bebidas no alcohólicas del 12,9% y que los alimentos básicos de un comedor han sufrido subidas como aves (14%) pescado (11%) huevos (23%) aceite (37%). Por no hablar de los costes laborales.

Más de 50.000 becas de comedor

Euskadi es una de las pocas comunidades en las que todas las familias que cumplen con los requisitos exigidos perciben las becas de comedor y lo hacen en la cuantía que les corresponde, sin rebaja, independiente-mente de que aumente o no el número de solicitantes. Aunque “no es un derecho subjetivo per ese, hacemos que lo sea, de facto, y aumentamos todos los años la partida presupuestaria para hacer frente a todos los casos”. 

El año pasado, sin ir más lejos, se registró un fuerte aumento de perceptores de becas de comedor en Euskadi, pasando de los 44.212 beneficia-rios que hubo en 2020-2021 a 50.356 en el curso 2021-2022. Más de 6.100 beneficiarios más en un solo año. En el curso 2011-2012, en lo más duro de la crisis financiera de 2008, justo en el crítico 2011 que provocó mucho desempleo en Euskadi, se llegó a los 70.000 beneficiarios.

Según fuentes del Gobierno Vasco, todavía es pronto para asegurar si esta cifra va en aumento, puesto que han no se han resuelto los expedientes de solicitud. En todo caso, este año comienzan el curso un total de 361.031 alumnos, y en la 2018-2019 eran 387.984: un 6,9% menos.

El coste del comedor puede llegar a ser superior a la cuantía máxima de la beca del comedor, que asciende a 818,80 euros. Este importe es el resultado de multiplicar el número de días de comedor con un máximo de 178 días por un precio diario máximo de 4,60 euros. Se puede solicitar la ayuda de comedor siempre que haga uso de ese servicio un mínimo de 20 días durante el curso.