Las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa han apoyado de forma mayoritaria el nuevo convenio 2022-2024. Al ser un convenio firmado por las patronales Garen, Lares y Adegi, afecta al 60% de las trabajadoras (alrededor de 3.000 personas), mientras que el restante 40% (2.000 personas) queda por ahora al margen porque sus empresas están con la patronal Matia -que no ha firmado- o porque no están asociadas a ninguna patronal.

El nuevo convenio es fruto de muchos meses de negociación y de más de 260 días de huelga por parte de las trabajadoras que querían mejorar sus condiciones laborales. El aspecto más importante es la subida salarial, que será de un 13,5% en los próximos tres años. El aumento del sueldo será del 6,5% este año, del 4% en 2023 y del 3% en 2024. En enero de 2025 se podrían actualizar estos salarios en caso de que los IPC sean mayores dentro de la vigencia del convenio, aunque para ello tendría que haber “una mayoría sindical que respalde el convenio”. Además, se estipula un tiempo de descanso pagado y se ha subido “un poco” el pago de los días festivos.

Desde UGT destacan que el dato de adhesiones es “muy alto”, ya que prácticamente lo han apoyado el 100% de las trabajadoras cuyas residencias están asociadas a las patronales Garen, Lares y Adegi, y valoran el convenio como “positivo”, ya que “sienta unas bases mínimas”, aunque reconocen que “haría falta un convenio de eficacia general”.

Para la patronal Garen, el objetivo era “llegar a un acuerdo que sea beneficioso para todos” y considera lo firmado como “el mejor convenio posible para el sector”.

ELA es el sindicato que más crítico se venía mostrando en la negociación. Asegura a este periódico que “apoya a las trabajadoras”, aunque considera que el sector sigue “en una posición débil”, ya que “se queda prácticamente en una subida salarial conseguida gracias a las protestas en la calle”. Además, fuentes de ELA dicen que sigue habiendo “vías abiertas” para seguir luchando “por la mejora de las condiciones de trabajo y vida de las trabajadoras”.

LUCHAR POR EL RESTANTE 40%

Desde ELA subrayan que “las residencias que no han firmado no tienen por qué aplicar este convenio, y eso afecta al 40% de las trabajadoras”, lo que obliga a “seguir luchando” por esos derechos: “Hay vías abiertas para seguir activando movilizaciones y huelgas”.

En UGT confirman que esas residencias no están obligadas a firmar, aunque sí están “dispuestas a aplicar” el convenio. UGT coincide con ELA en que este convenio “es un primer paso” y que “queda un largo camino” en esta “labor” de mejorar las condiciones del personal trabajador de las residencias de Gipuzkoa.