La madera como fuente de energía para hacer frente al invierno sin gas ruso. Renovable y más barata. En Gipuzkoa y Euskadi la leña para chimeneas y el pellet provenientes de biomasa viven un verano más movido de lo habitual. Los consumidores de estos productos están haciendo acopio antes que otros años, sin esperar a los tradicionales meses de octubre y noviembre, lo que ha generado ciertas tensiones en el suministro en Navarra. 

Esta situación de tensión en el abastecimiento no se ha dado todavía en Gipuzkoa, donde esta misma semana dos productores de leña consultados por este periódico ofrecen madera a demanda, sin ningún tipo de reserva, ni restricción. Sin lista de espera. Especialmente de haya; no tanto de roble, más escaso.

Su atractivo está en el precio. Los productores de madera estiman que a día de hoy la leña nos ofrece calefacción hasta un 50% más barata de lo que nos saldría con el gas. Y la realidad es que puede resultar una alternativa efectiva para quienes cuentan con una cocina económica como las que aún perduran en miles de caseríos o para aquellos hogares que tienen una chimenea de leña o pellet. 

Este último combustible ha doblado su precio en un año, pero sigue siendo una fuente de energía “más barata” que el gas. El problema lo tiene quien a estas alturas no ha solicitado todavía su chimenea. Ya va tarde de cara a este invierno.

El sector maderero asegura que el suministro de leña está garantizado en el territorio, y aunque algunas empresas reconocen haber producido menos y admiten que podrían quedarse sin stock antes que otros años, se manejan en un entorno de normalidad. “En vez de pedir en octubre, la gente lo hace antes”, reconocen.

En Navarra, las empresas de distribución de leña ya están quedándose sin madera de leña. Han tenido “más pedidos que nunca en meses donde la carga de trabajo era casi nula”, según han reconocido a este periódico varios productores. 

Aseguran que la venta no ha aumentado en exceso, pero “sí se ha concentrado en menos tiempo”, y ello ha provocado que por estas fechas veraniegas, “se está comprando más que nunca”. 

Más cara, pero al momento

Es cuestión de hacer números. Un metro cúbico de leña de haya para leña, sin transporte, cuesta a día de hoy aproximadamente un 15% más caro que hace un año. Pero el suministro es inmediato. “Este año hemos hecho menos y está ocurriendo que el que llevaba uno antes, ahora lleva dos palés”, aseguran desde una empresa maderera de Amezketa.

En otra de las empresas guipuzcoanas pioneras en la venta y exportación de leña y combustible para chimenea, encaran el invierno con tranquilidad. La crisis de 2008 les hizo aguzar el ingenio y comenzaron con la exportación de leña al Reino Unido e Irlanda en especial.

Trabajan con madera de haya y aprovechan la viruta que se genera en los procesos de fabricación de muebles de madera para hacer unas briquetas de viruta prensada con los que elaboran unos cartuchos de 7 centímetros de diámetro y 30 de largo. “Economía circular” para calentar el hogar y con una “alta calidad” y “durabilidad”, aseguran. Sin apuros. Atienden un pedido al instante.

Los productores dicen que "la preocupación existe y el cliente llama antes, pero no tenemos problema de madera"

Empresa productora de leña

“Este año sí hemos notado que hay una demanda mucho más grande de Irlanda, y una mayor competencia que está llegando de Europa del Este”. A nivel europeo, admiten, “sí se percibe que está habiendo una falta de material”, pero esa preocupación no se traslada al cliente local. “Sí están llamando antes. Esa preocupación existe, pero nosotros no tenemos falta de madera”. Podría darse, admiten, que “si todos adelantan los pedidos, no pudiéramos atenderlos de golpe”. Pero nada más.

leña chimenea

Más tensión se percibe en el mercado de pellets, con una demanda mucho mayor a nivel europeo que ha tensionado el mercado. Pedro María Sainz, gerente de Ebepellet, uno de los dos grandes fabricantes de pellets de Euskadi, reconoce que los precios de este subproducto de la madera para combustible se han encarecido de forma notable con respecto al año pasado, pero asegura que aún siguen siendo más competitivos que el gas y que en Euskadi no habrá ningún tipo de riesgo de desabastecimiento. De ello se han asegurado en su compañía. 

El pellet de madera es una biomasa o combustible ecológico generado por la recuperación o utilización de subproductos derivados de la madera y catalogado como combustible de CO2 neutro. En el caso de Ebepellet, se fabrican “con un 100% de serrín puro”, sin residuos ni aditivos y con sello de garantía de sostenibilidad PEFC. El pellet es una fuente de energía que se puede aplicar en cualquier proceso industrial o doméstico, así como polideportivos, hoteles y otros equipamientos.

“La demanda está aumentando. De entrada, en la península hay sobreoferta. Pero en este momento, se ha exportado tanto” que fuera de Euskadi podría haber tensiones. Creemos que en Euskadi no va a haber problemas, porque nosotros al menos hemos entendido que tenemos que abastecer en primer lugar el mercado de Euskadi, garantizar el producto a nuestros clientes”, asegura Sainz. 

“Han venido de fuera a comprarnos los sacos de pellet a 350 euros: el año pasado estaban a 160”

Pedro María Sainz - Gerente de Ebepellet

El mayor problema es el precio, sin embargo. El saco de una tonelada que el año pasado se vendía a 160 euros al distribuidor, ha doblado su precio. “Han venido empresas de fuera diciendo: te compro todos los sacos a 350 euros. Ahora se están vendiendo aquí entre 300 y 350 y nos consta que fuera a más de 400 la tonelada”, añade.

Asegurarse un stock suficiente para el cliente local, explica Sainz, ha sido una “decisión estratégica y comercial. Viendo la falta de material que hay en otros sitios, hemos hecho acopio para que no se queden sin material esos que queden rezagados” y no hayan hecho su pedido antes. 

“A no ser que estemos a 3 grados bajo cero desde octubre a abril o mayo”, no va a haber ningún problema”, afirma Sainz. Este sistema de pellet se estrena en breve en el nuevo edificio del hospital vitoriano de Txagorritxu y ya lo utilizan otros centros de salud vascos.

A la espera de chimeneas

Si bien el abastecimiento de leña y pellet parece garantizado en Euskadi para aquellos que cuenten ya con chimeneas y equipos de calefacción de leña o biomasa, la situación cambia para quienes aún no tengan este tipo de equipamientos y prevean incorporarlos en breve. La fabricación de chimeneas de gas y pellet es escasa y no cubre la demanda. Hay que esperar unos meses, a día de hoy.

“Estamos desbordados de trabajo”, admiten en una empresa distribuidora vasca de chimeneas. “Después del covid, la industria no han recuperado la capacidad de recuperar todos los materiales para la fabricación, y eso ha ido creando un embudo que ha ido a peor” tras la invasión de Rusia en Ucrania. “Primero por la falta de materiales, y ahora porque los intermediarios, como nosotros, el que antes pedía dos o cinco chimeneas al mes, ahora pide diez o doce”.

Los vendedores dicen que la falta de material hace "imposible" pedir una chimenea hoy e instalarla antes del invierno

Antes de la pandemia, “la gente venía a pedir una chimenea en el mes de octubre, e instalársela para el invierno era totalmente factible; ahora, sin embargo, es completamente imposible. Los pedidos que estamos haciendo ahora nos llegan para enero. Todos los intermediarios y delegaciones españolas que importan género de Europa están en la misma tesitura”, añaden. 

“La demanda está creciendo”, aseguran en esta empresa distribuidora, porque “nos están asustando con el gas y la electricidad. Hasta ahora nos hemos estado calentando con gas, un combustible limpio, rápido y barato”, pero ahora, con estos precios disparados, “necesitamos algo que economice un poco eso y la leña o el pellet hoy en día son baratos”. 

Las claves


La subida del gas. La subida del precio del gas ha hecho que muchos ciudadanos vascos vuelvan a activar sus estufas de quema de leña para calentarse este invierno. 

El pellet dobla su precio. El pellet, material de madera prensada que es postulaba domo sustituto a la madera y que destacaba por su bajo coste, ha doblado su precio este año.