La Universidad del País Vasco, UPV/EHU, ha reconocido su intención e volver a licitar la construcción de la facultad de Medicina y Enfermería en Bilbao “lo antes posible”, tras la renuncia de la UTE que iba a llevar las obras por no poder asumir su coste debido al incremento de los precios de las materias primas. 

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Medikuntza, que fue adjudicataria de la construcción del futuro polo sanitario docente en Bilbao, ha renunciado a las obras alegando que el alza de los costes de los materiales le impide asumir unos trabajos que debían haber comenzado este verano. 

El desistimiento ha dejado vacío el concurso, que ascendía a más de 53,4 millones de euros. Ante esta situación, la Universidad del País Vasco emitió el pasado día 12 de agosto un comunicado en el que “lamenta” la decisión adoptada por los contratistas y muestra su “firme voluntad” de volver a licitar de nuevo los trabajos “tan pronto como sea posible”. 

Las previsiones iniciales era que las obras pudieran comenzar a principios del presente verano con el objetivo de que, con el edificio culminado en los 36 meses inicialmente previstos y, tras el acondicionamiento de los espacios, pudiera entrar en servicio el curso 2025/2026. La UPV sacó a licitación las obras el 15 de octubre de 2021, con un presupuesto de 53,4 millones. 

Al concurso solo se presentaron las empresas Construcciones Adolfo Sobrino S.A., Altuna y Uría S.A. y Cycasa Canteras y Construcciones S.A., con el compromiso de constituirse formalmente en una UTE en el caso de resultar adjudicatarias. 

Tras haber comprobado que la oferta cumplía con todos los requisitos fijados en los pliegos, la Mesa de Contratación de la universidad adjudicó el contrato el pasado 4 de marzo, por 53,3 millones de euros, una cantidad similar por la que salió a concurso. Las empresas se habían constituido ya previamente en la UTE Medikuntza, aunque el contrato nunca se llegó a formalizar. 

Sin embargo, el pasado 28 de julio los adjudicatarios presentaron un escrito en el que solicitaba la renuncia al contrato, debido a que el “extraordinario y desproporcionado” incremento de los costes de construcción desde que presentaron la oferta –que las propias firmas cifran en un 20%– le resultaba “imposible afrontar el contrato en los términos pactados por resultar enormemente gravoso para ello”.

Por ello, la UPV ha dado por finalizada la adjudicación este mes, sin penalizar a las empresas ya que la renuncia se ha debido a razones sobrevenidas con posterioridad a la presentación de su oferta y no concurren ninguna de las circunstancias previstas para exigirle un 3% del presupuesto base de licitación. 

Distrito universitario

El futuro edificio, que albergará las facultades de Medicina, Enfermería y Fisioterapia, completará el distrito universitario en el que se convertirá la zona de Basurto. Edificado sobre una parcela triangular colindante al Hospital de Basurto que actualmente se utiliza como aparcamiento para la plantilla del centro sanitario, el bloque se caracteriza por un diseño singular en forma de peine de tres púas para poder adaptarse a una huella de apenas 5.300 m2 de superficie.

Tendrá entre cinco y ocho plantas, más una subterránea con más de cien plazas de aparcamiento, debido a la diferencia de cota del terreno de casi diez metros. El bloque albergará 71 aulas, 206 despachos para docentes y 191 laboratorios que utilizarán cada día lectivo unas 3.000 personas. En el sótano, además del parking, también se ubicarán dos comedores, vestuarios, almacenes y despachos técnicos, mientras que la planta situada a ras de suelo acogerá los dos salones de grado, la secretaría del centro, la biblioteca y las salas de estudio. Por su parte, las 71 aulas y seminarios, que tendrá una superficie variable, se distribuirán entre las plantas 1, 2 y 3.