A pocas semanas de empezar el curso escolar y una inflación que supera el 10 %, muchas familias buscan la vía de rebajar la elevada factura de los libros de texto en librerías solidarias, plataformas de compra-venta de segunda mano y los bancos de préstamo, además de las ayudas públicas que no llegan a todos.

Desde el mes de junio, coincidiendo con el fin del curso académico 2021-2022, la oferta de anuncios nuevos de libros escolares se ha triplicado respecto a mayo con un incremento mensual del 242 %, señala a Efe un portavoz de Milanuncios.

Esta tendencia ascendente -añade- se ha mantenido durante el pasado mes de julio con un incremento del 42 %.

El gasto medio en libros escolares en el último curso académico se acercó a los 200 euros por hijo, aunque ello varía mucho en función del centro y de la etapa educativa que cursa el estudiante, que puede incluso llegar a duplicar esa cifra.

Una de las medidas más extendidas para ahorrar es solicitar las ayudas de las comunidades autónomas, pero no siempre es posible acceder a ellas por superar el umbral de renta.

Hace unos días, la Consejería de Educación de Asturias, que ha destinado este año 1,7 millones de euros a subvencionar la creación de bancos de libros de texto en centros públicos de Primaria, ESO y FP, informó que había recibido 34.777 solicitudes de alumnos, de las que solo 16.630 cumplían los requisitos.

Por otro lado, en otras comunidades los escolares reciben este material a través de préstamos, que devuelven al término del curso, como es el caso de la Rioja, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, mientras que en otras se utiliza el Cheque Libro.

Otras opciones cuando no llegan las ayudas públicas

Si no hay suerte en la obtención de la subvención pública existe la opción de las plataformas electrónicas como Wallapop, Milanuncios y Relibrea que permiten adquirir los libros a precios más bajos.

Relibrea funciona como un tablón de anuncios digital y gratuito que pone en contacto a vendedores y compradores de libros de texto de segunda mano, desde Infantil a la Universidad. Tiene un fondo de más de 100.000 libros y promete ahorros de hasta un 70 %.

La Plataforma del Estudiante, una de las mayores librerías especializada en la compra y venta de libros de texto, tiene su web, y dos tiendas físicas en Madrid y Barcelona, además de ofrecer la opción de recoger los libros al vendedor.

Donando y comprando libros en las librerías solidarias de Aida Books &More se colabora con proyectos de cooperación. Recogen todo tipo de libros en buen estado menos enciclopedias, aunque los libros de texto solo se recepcionan en sus librerías de Madrid.

Estos manuales, que tienen que ser de los dos últimos años y estar en buen estado (sin escribir ni pintar), son puestos a la venta por esta red de librerías solidarias para financiar proyectos de cooperación.

En el caso de un centro escolar, editorial o empresa con un  gran número de libros de texto, Aida Books organiza la recogida (aidabookslibreria@ong-aida.org).

También es posible donar libros de texto a la Fundación Maior, que transforma los beneficios de la venta en becas de estudio, comedor y material escolar para niños y jóvenes en riesgo de exclusión social.

Sólo piden que los libros sean recientes (no tengan más de 5 años de antigüedad) y que estén en buen estado, según explican a EFE. Su oficina en el centro de Madrid estará cerrada hasta el próximo 29 de agosto.

Las Fapas organizan préstamos de libros

La Fapa Giner de los Ríos de Madrid, al igual que otras muchas repartidas por todo el país, organiza un banco de libros que está a disposición de todas las entidades federadas y de sus asociados.

El objetivo es rentabilizar los libros de texto que cada año utiliza el alumnado y que, en muchas ocasiones, acaban su vida almacenados en un trastero, confiados que en algún momento pueden consultarse una vez finalizado el curso y superada la etapa educativa.