De uso diario para algunos y un escándalo para otros, la realidad es que los emojis se han colado en la comunicación digital como si de una palabra más se tratara. En el ámbito de la comunicación personal están más que asumidos, pero el debate surge cuando hablamos de comunicación digital para empresas. No importa el tamaño, no importa el sector: la polémica está servida. 

¿Se pueden utilizar los emojis en la comunicación digital empresarial? La realidad es que sí, los emojis se pueden emplear en la comunicación empresarial, pero hay ciertos aspectos que hay que tener en cuenta antes de lanzarse a utilizarlos. 

Esto de empezar la casa por el tejado no va conmigo, así que vamos a la primera duda que surge al respecto: ¿Es lo mimo emoji que emoticono? Porque es cierto que se usan ambos, muchas veces pensando que el segundo es una traducción del primero, pero nada más lejos de la realidad. 

DESDE 1995. UN ESTADO DE ÁNIMO

Los emoticonos son, tal y como los define la propia R.A.E., “combinaciones de signos o letras del teclado con los que se representa una expresión facial que simboliza un estado de ánimo”.

Sin embargo, el emoji va mucho más allá y se define como “pequeñas imágenes o iconos digitales que representan una emoción, un objeto, una idea, etc.”. Digamos que el emoticono vino antes y, de hecho, los primeros se crearon en 1982, con el fin de poder dinamizar las conversaciones de los primeros foros. Los emojis, por su parte, llegarían más tarde (en 1995) de la mano de la empresa japonesa NTT DoCoMo.

Vamos, que emoticonos y emojis llevan muchas décadas entre nosotros, pero no fue hasta 2019 cuando fue elegida como Palabra del año por la Fundeu

Aclaradas las diferencias entre emoji y emoticono, así como el origen de ambos, solo nos queda responder a la pregunta inicial: “Puedo utilizar emojis para comunicarme en mi negocio”. Y la respuesta es un rotundo, sí. 

Pero ¡ojo! sí y cuando por ejemplo formen parte de la identidad verbal de nuestro negocio. Si a la hora de crear nuestro manual de identidad verbal hemos decidido que los vamos a utilizar para facilitar que nuestra comunicación se entienda mejor y resulte más cercana, adelante. 

Además es necesario que los clientes lo vean coherente. Si somos una marca muy seria y nos dirigimos a un público de las mismas características o si nuestro cliente tiene una determinada edad, puede que no vaya a entender que empleemos los emoticonos. Por eso es esencial hacer un ejercicio de reflexión y lo que el uso de los mismos puede significar para nuestra marca. 

También están recomendados siempre que los utilicemos con cabeza. No se trata de abusar de ellos, sino de utilizarlos cuando el contenido así lo requiera. Por ejemplo, se pueden utilizar para dar más énfasis a una idea; para mostrar nuestro estado de ánimo; para facilitar la lectura o para sustituir palabras “malsonantes”.

Es condición sine quanon que nuestros clientes los entiendan como nosotros. Y es que, a pesar de los años que los emojis llevan entre nosotros, no siempre tienen el mismo significado para todas las personas. Por tanto, solo los colocaremos en lugares estratégicos, donde no den lugar a confusiones ni a errores de bulto. 

Y solo se deben usar en los canales de comunicación que escojamos. Que hayamos decidido que vamos a utilizar emojis en nuestra comunicación digital, no quiere decir que los tengamos que emplear en todas las herramientas. Por ejemplo, podemos decidir utilizarlos en las redes y en el blog, pero no en emails, ni en las descripciones de YouTube. 

Por ello debemos escoger los que se ajustan a nuestro negocio. Es decir, aquellos que sabemos que queremos utilizar, los que no vamos a tocar, qué significa cada uno de ellos para la empresa y el número máximo de emojis que vamos a utilizar en cada comunicado, ya sea por herramientas de comunicación o, en general. Todo esto se tendrá que reflejar en el manual de identidad verbal.  

NORMAS DE USO. TAMBIÉN TIENEN REGLAS

Porque los emojis también tienen su “normativa de uso de estilo” y aquí van algunas de las principales. Por ejemplo, hay que dejar espacio entre el emoji y la palabra anterior y posterior. Funcionan como una palabra más

Así, siempre llevan punto detrás si finalizan la frase o coma si la frase así lo requiere. Respeta la puntuación del enunciado. En caso de que representen el significado de toda una frase y la siguiente no tenga relación, el emoji se deberá poner después del punto. En caso de que sí que siga una frase que tenga relación, el emoji se puede poner antes del punto.

Si comienzan una frase, la siguiente palabra deberá de empezar con mayúscula, ya que no se consideran parte de la frase, sino que son más un elemento de fuerza o de decoración en tal caso. Y si tenemos varios emojis seguidos, no se pondrán comas entre ellos. 

En conclusión: los emojis han venido para hacer que la comunicación sea más sencilla y cercana. En ocasiones completarán la información, otras serán un mero complemento y, en ocasiones, ayudarán a suavizar posibles malas interpretaciones. 

En cualquier caso, si consideras que son acordes con la forma en la que te quieres comunicar con tus clientes, te invito a que los utilices, pero en lugares estratégicos y jamás abusando de ellos. 

Es obligado recordar, además, que hay herramientas donde su uso está más extendido que en otros (como las redes sociales) y es en estos lugares donde te recomiendo que empieces a utilizarlos, en caso de que hayas decidido introducirlos en la comunicación digital de tu negocio. 

¡Celebremos el Día Internacional del Emoji!