Actualmente, hay al menos 20.900 guipuzcoanos que siguen conviviendo con niveles de ruido demasiado altos en horario nocturno, el más sensible, debido a la proximidad de carreteras a sus viviendas. Soportan un ruido de fondo superior a los 55 decibelios en sus fachadas debido al tráfico mientras intentan concebir el sueño. Así lo recoge el nuevo mapa estratégico de ruido que está elaborando la Diputación de Gipuzkoa y que toca renovar ahora, como cada cinco años, tal y como exige la ley.

El documento se halla actualmente en exposición pública, previa a su aprobación definitiva, para enviarlo posteriormente a la Comisión Europea. Y marcará el plan de acciones futuras a desempeñar para corregir este déficit. Gipuzkoa se gasta cada año más de 3 millones de euros en actuaciones para corregir esta situación. Una labor sin horizonte cercano. Non stop.

El objetivo es que las personas que residen en las casas aledañas a estas vías no estén expuestas a ruidos que superen los 65 decibelios de media durante el día, ni los 55 decibelios en horario nocturno: niveles considerados muy elevados, pero que han naturalizado ya miles de guipuzcoanos en su día a día. No hablamos de momentos puntuales, sino de situaciones persistentes. Las mediciones se realizan durante los 365 días del año, las 24 horas del día y se ponderan.

Los 10 puntos críticos

En el actual plan de acción 2021-2025, la mayoría de las zonas están clasificadas con impacto bajo, localizándose únicamente 10 zonas donde existen niveles altos o muy altos de ruido generados por los viales estudiados, zonas que se muestran a continuación: 


• ZONA 1: Cruce de la GI-20 y AP-8 en los municipios de Oiartzun-Errenteria 

• ZONA 2: Cruce de la GI-20 y la GI-636 entre los municipios de Errenteria y Donostia/San Sebastián 

• ZONA 3: Cruce de la GI- 20 con la GI41por Donostia/San Sebastián 

• ZONA 4: Enlace de la NI con la GI-11 en Lasarte-Oria 

• ZONA 5: Paso de la AP-8 por Zarautz 

• ZONA 6: Paso de la N- 634 y AP-8 por Elgoibar 

• ZONA 7: Cruce de la N-I con la A15 en Andoain 

• ZONA 8: Cruce de la N-I con la GI-2130 en los municipios de Tolosa e Ibarra 

• ZONA 9: Paso de la N-I por Ordizia 

• ZONA 10: Paso de la N-I por Beasain


Actualmente, Gipuzkoa está ejecutando un plan de acción para el periodo 2021-2025 a partir de los datos obtenidos en la anterior revisión del mapa de ruido de 2017. Dicho plan contempla actuaciones en diez zonas prioritarias por sus elevados niveles de ruido y la afección que tiene sobre la población y edificios sensibles como escuelas o centros de salud.

La N-I, junto a la autopista AP-8 y la variante de Donostia (GI-20), son las vías más conflictivas de todo Gipuzkoa

De los diez puntos considerados críticos, cinco se encuentran en la N-I: una autovía en la que en 2021, un total de 11.700 personas soportaban niveles de ruido por encima de los establecidos por la directiva europea de 2002. La N-I, junto a la autopista AP-8 y la variante de Donostia (GI-20), son las vías más conflictivas de todo Gipuzkoa. 

Casos extremos

En los casos más extremos, el nuevo mapa de ruido ha detectado a un centenar de personas que viven a los pies de la N-I soportando ruidos superiores a los 75 decibelios en media equivalente durante las 24 horas del día. Y otras 2.100 personas con niveles superiores a los 70, incluyendo la noche y el día. Situaciones extremas.

Un centenar de personas que viven a los pies de la N-I soportan un ruido de fondo superior a los 75 decibelios durante las 24 horas

De noche y excluyendo a los vecinos de Donostia en este caso (por ser una zona con la calificación de “gran aglomeración”), unos 500 guipuzcoanos soportan ruidos de entre 65 y 70 decibelios en las fachadas de sus casas: 400 personas en la N-I y otros 100, en números redondos, en la autopistas AP-8.

También tenemos colegios expuestos a niveles de ruido cercanos a los 70 decibelios durante la jornada lectiva, como es el caso del centro Bizarain Txiki (Educación Infantil y de 1º de Educación Primaria), sometido a niveles de ruido persistente de 68 decibelios; y el CEIP Bizarain LH, expuesto a niveles de 69 decibelios; ambos en el cruce de la GI-20 y la GI-636, entre los municipios de Errenteria y Donostia, donde además 3.900 personas sufren excesivo ruido por las noches.

El 14,4% de la población de Gipuzkoa está expuesta a niveles por encima de los objetivos de calidad acústica

No todo son situaciones extremas o preocupantes, pero son decenas de miles las personas que están expuestas a niveles por encima de los objetivos de calidad acústica. En concreto, y según el plan de acción que se halla en plena ejecución para corregir esta situación en Gipuzkoa (2021-2025), un 14,4% de la población de Gipuzkoa, unas 100.000 personas, están expuestas a niveles por encima de los objetivos de calidad acústica. Y se definen un total de 88 edificios sensibles afectados, de los cuales 11 son de uso sanitario y 77 de uso docente.

Silvia Pérez, la directora de Carreteras de la Diputación de Gipuzkoa, explica a NOTICIAS DE GIPUZKOA las actuaciones que se están llevando a cabo en el plan de acción 2021-2025 y las que están contempladas a corto plazo en Errenteria, Zarautz, Tolosa, Beasain y Andoain un poco después.

Unas actuaciones para las que “había presupuestados 15 millones de euros”, pero que tendrán que ser ampliados debido a la creciente inflación que también afecta a las administraciones públicas. Para llevar a cabo los mismos trabajos contemplados, será necesario a partir de ahora un mayor esfuerzo inversor. “Son actuaciones caras, pero necesarias”, asegura Silvia Pérez.

Casi 12 decibelios de diferencia

“Evidentemente, tienes que priorizar, porque no hay tiempo material ni dinero” para ejecutar todas las acciones descritas en un periodo de cinco años, explica la directora de Carreteras: “En el plan de acción hemos dividido el territorio en celdas y ahí tienes en cuenta los edificios sensibles (hospitales, escuelas y residencias), la cantidad de gente afectada y la eficiencia de la solución. Se meten todos esos factores en la coctelera y se prioriza”. Las zonas a actuar en el periodo 2021 y 2025 ya están definidas y se centran en la N-I, la AP-8 y la GI-20.

La inminente actuación en la AP-8 a su paso por Zarautz beneficiará a más de 4.200 personas

Por ejemplo, con algunas de las actuaciones previstas, se espera poder reducir hasta 11,7 decibelios la contaminación acústica. Es el caso de Zarautz, junto a la autopista AP-8, donde con una combinación de pantallas acústicas de cuatro y dos metros altura, se confía en reducir significativamente el ruido en los próximos meses. Esta es una de las obras que se emprenderán en breve, admite Pérez. Se verán beneficiadas más de 4.200 personas con una inversión estimada inicialmente en algo más de 1,3 millones de euros.

Paneles de ruido Ruben Plaza Etxabe

Este es uno de los puntos de mayor prioridad de toda la red viaria guipuzcoana, puesto que son varios también los centros sensibles cercanos en los que se superan los 60 decibelios de ruido en horario diurno: Consorcio Haurreskolak, La Salle Zarautz Ikastetxea, Colegio Público Orokieta, Lizardi Institutua (Centro de educación secundaria), Lizardi BHI -DBH Egoitza (Instituto de secundaria), Orokieta Herri Eskola y Centro de Salud Zarautz.

En otras cuantas actuaciones, la disminución del ruido estimada se sitúa también en torno a los 9 y 10 decibelios. No es lo más habitual, ya que son niveles considerables de mejora. Concretamente, 9,7 decibelios menos en el cruce de la N-I con la GI-2130, entre Tolosa e Ibarra; y 8,8 menos en Ordizia, al paso de esta misma autovía Madrid-Irun.

Probando un asfalto especial

Las soluciones que se aplican son principalmente pantallas antirruido, cuyos módulos costaban de media “1.500 euros por módulo de un metro” hasta hace unos meses. Estaríamos hablando de 3 millones de euros para cubrir un kilómetro de vía con pantallas a ambos lados. Pero que a día de hoy, con la inflación disparada, resultarán más caras en las actuaciones inminentes. 

Se está probando en la variante de Donostia y la N-I en Beasain un asfalto especial que cuesta casi 500.000 el kilómetro

También “se está probando un nuevo asfaltado fonoabsorbente en algunas carreteras”, un material que “produce menos ruido”. Asfaltar con este sistema una autovía de doble sentido con sus cuatro carriles, supondría cerca de 500.000 euros por kilómetro. 

“Ahora estamos probando el firme fonoabsorbente en la variante de Donostia y en la N-I en Beasain, pero tenemos que probar su durabilidad, y que la adherencia funcione como tiene que funcionar. Estamos testeando”, asegura Silvia Pérez.

Acabando en Lasarte-Oria

A día de hoy, se están culminando las obras de adecuación en el enlace de la N-I con la GI-11, a la altura de Lasarte-Oria. Se trata de la colocación de nuevos paneles antirruido que se completarán en breve y mejorarán la calidad acústica de más de 2.000 vecinos y dos centros educativos como son el instituto Oriarte y el colegio público Sasoeta Zumaburu.

A esta actuación le seguirán otras en breve. De forma inmediata, en Errenteria. En concreto, Bidegi empezará a ejecutar “este mes o en agosto” un tramo de la AP-8 en Errenteria, un actuación que beneficiará a dos centros educativos, un ambulatorio y casi 2.300 personas que sufren un ruido excesivo durante las noches.

Por su parte, la Diputación, concreta Silvia Pérez, emprenderá una segunda fase de las obras de insonorización de la N-I a la altura de Tolosa; y también el paso de esta misma autovía junto a Beasain, durante un tramo de dos kilómetros; y también “se va a licitar este año, en cuanto el ayuntamiento nos ceda los terrenos, la zona de la ikastola Larramendi de Andoain”, que soporta durante el día niveles superiores a los 60 decibelios, afirma la responsable del departamento de Infraestructuras Viarias.

Varios centros educativos y sanitarios soportan niveles superiores a los 60 decibelios durante el día

En este plan de acción contra el ruido emprendido en 2021 por la Diputación de Gipuzkoa, “lo que hemos hecho ya ha sido Elgoibar”, explica la directora de Carreteras, por el paso de la N-634 y la AP-8. Allí residían más de 2.000 personas expuestas a niveles de ruido superiores a los 55 decibelios en horario nocturno: “La actuación de Elgoibar se terminó el año pasado y otra en Tolosa también; y ahora se va a hacer otro trozo en Tolosa”.

Se trata de actuaciones complejas, en muchos casos, ya que hay estructuras viarias, como puentes o viaductos, que no están diseñadas para instalar determinados elementos como las pantallas antirruido y es necesario reforzar las mismas. “Solo en la N-I, ya tenemos más de 200 puentes y viaductos que no forman parte de la base de la plataforma”, precisa la directora.

Trabajo nocturno en Beasain

Uno de los casos más complejos, asegura Silvia Pérez, es el caso de la N-I a su paso por Beasain, una actuación “de gran complejidad” que se ejecutará en breve, pero que entraña mucha dificultad: “En dirección a Donostia, a la izquierda tienes la vía del tren, y además casi no hay arcén. Entonces, para poner pantallas, hay que excavar, poner la base y luego la pantalla antirruido y necesitas trabajar de noche, porque Adif no te va cortar la catenaria durante el día”. 

La actuación de Beasain situará en niveles aceptables de ruido, dentro de la norma, a unos 3.800 habitantes que, sin embargo, antes tendrán que padecer obras a deshoras: “Igual son cuatro meses trabajando de noche, pero no se puede hacer de otra manera. No es sencillo”, asegura la responsable foral.

Más de 8.000 vehículos al día

Estas mediciones se realizan exclusivamente a las vías que superan los 3 millones de vehículos al año, lo que equivale a un tráfico diario de 8.000 vehículos, aunque en Euskadi existe una normativa (Decreto 213/2012 del Gobierno Vasco) que también obliga a diagnosticar las vías de hasta 6.000 vehículos diarios. Los puntos de mayor tránsito en nuestra red viaria alcanza los 70.000 vehículos al día. 

Las pautas las marca la directiva europea (2002/49), de junio de 2002, sobre evaluación y gestión del ruido ambiental; traspuesta en 2003 en el Estado español. Y obliga a las administraciones públicas a elaborar mapas estratégicos de ruido (MER) cada cinco años. La renovación de dicho mapa toca ahora, en 2022. También tienen que elaborar los correspondientes planes de acción en materia de contaminación acústica, derivados de los mismos, y su posterior ejecución mediante proyectos constructivos.