- Cáritas Euskadi ha evaluado cuáles son las principales dificultades que tienen que afrontar las familias atendidas y destaca la de la vivienda, tanto a la hora de acceder a una como de mantenerla.

La conciliación de los cuidados de la familia, sobre todo en el caso de unidades monoparentales, con la formación y el trabajo es otra dificultad que afecta a muchas familias que se hallan en situación precaria.

El acceso a un empleo de calidad y estable sería otro escollo que lastra de manera muy importante a estas familias que, además, en muchos casos se enfrentan a dificultades para poder culminar el proceso de regularización administrativa.

También la brecha digital tiene que considerarse como elemento de exclusión, bien porque estas personas no tienen acceso a los dispositivos necesarios o bien por carencia de formación. “El acceso a derechos, servicios y prestaciones, las oportunidades de acceso a un empleo o la formación y realización de trámites burocráticos de primer orden se ven truncados porque las personas en situación vulnerable no disponen de las destrezas suficientes, ni de los dispositivos adecuados, ni acceso a datos suficientes”, subrayaron.

Durante la pandemia, el aumento de la utilización de comunicaciones online también ha contribuido al aislamiento de los colectivos más vulnerables, entre los que se hallan las personas mayores, muchas de las cuales se enfrentan a situaciones de soledad y aislamiento, aunque no sean estas situaciones las que afecten en exclusiva a este colectivo.

“El confinamiento ha profundizado este aislamiento y ha empobrecido el capital relacional de las personas”, subrayaron desde Cáritas. Pese a todo, no dudaron en destacar la respuesta que la sociedad guipuzcoana dio en los tiempos más duros de la pandemia, cuando en especial fue la población más joven la que mostró su disposición para colaborar.

Cáritas de Gipuzkoa, este año bajo el lema Generando Oportunidades, ha trabajado en muchos frentes y uno de ellos es el de los programas que se desarrollan en los países de origen, 11 proyectos de cooperación en distintos puntos del planeta, como el que ha permitido becar a 212 mujeres de Kenia para estudiar hostelería, cocina, peluquería y otras disciplinas.