Ainara Arteaga se preparó de la "mejor manera posible" para el examen de este pasado viernes en Ficoba. Ella peleará por una de las nueve plazas que salen a concurso para trabajar en el Ayuntamiento de Irun como trabajadora social. "Una oposición se prepara estudiando un montón, en mi caso de 2017", asegura esta anorgatarra de 44 años, en estos momentos, trabajadora social interina. "Tienes que meter muchas horas", sostiene, algo que no es fácil de conseguir cuando eres madre de dos criaturas. Con una vida laboral y familiar, ya es una odisea conseguir sacar dos horas al día. Estoy casa y tengo dos hijos que me quitan la energía", comenta esbozando, eso sí, una amplia sonrisa. "De 7.00 a 14.30 horas trabajo. Luego voy a casa, como, recojo a los niños del cole, reparto meriendas y les coloco en la jornada extraexcolar que tenga y es ahí cuando saco mis dos horas para estudiar. Después, vuelta a la vida familiar", comenta.

  • OPE: tiempo de hincar codos

El objetivo, en su caso, es "estabilizarme". Para Ainara, "lo ideal sería sacar la plaza, pero si no, hacer una OPE detrás de otra. Yo es lo que estoy haciendo para poder quedarme en las listas de los diferentes ayuntamientos o de las diferentes oposiciones que salgan para que te llamen", analiza esta trabajadora social para quien "merece la pena" todo el esfuerzo realizado pese a que "a veces no sabes ni de dónde sacas las neuronas para estudiar". Es de las que piensa, pese a que odia estudiar, tal y como ella reconoce, que "estuadiando todo el rato te mantiene la cabeza ágil". Le da importancia a las oposiciones porque "el empleo que consigues está bien pagado, tiene un horario ideal para poder conciliar. En definitiva, tiene muchos beneficios".