a mayoría de los países africanos disponen de suficientes reservas de aguas subterráneas para sobrevivir al menos cinco años de sequía (algunos incluso más de 50 años), según un estudio publicado en Dakar en el Foro Mundial del Agua por la ONG WaterAid y el British Geological Survey (BGS).

"Hay enormes reservas de agua justo debajo de los pies de la gente, muchas de las cuales se reponen cada año con las lluvias y otras aguas superficiales, pero no pueden acceder a ellas porque los servicios están crónicamente subfinanciados", declaró en un comunicado el director ejecutivo de WaterAid en el Reino Unido, Tim Wainwright.

"El aprovechamiento de las aguas subterráneas garantizaría a millones de personas el acceso a agua segura y limpia, independientemente de lo que la crisis climática les depare", agregó Wainwright. Según la investigación de ambas organizaciones, recogida en el informe Aguas subterráneas: La defensa olvidada del mundo contra el cambio climático, la mayoría de los países de África tienen suficiente agua subterránea para que la gente no solo sobreviva, sino que prospere. También asegura que todos los países de África subsahariana podrían suministrar 130 litros de agua potable per cápita al día (lo que supondría una cantidad más que suficiente para beber, cocinar y lavar) a partir de las aguas subterráneas sin utilizar más del 25% de la reserva media a largo plazo. "El agua subterránea es la reserva de agua de la naturaleza y un recurso clave para ayudar al mundo a adaptarse al cambio climático", declaró el jefe de resiliencia de aguas subterráneas del BGS, Alan MacDonald. Pero, "para liberar el gran potencial de las aguas subterráneas, necesitamos la inversión adecuada en conocimientos técnicos para cartografiar las aguas subterráneas, perforar pozos sostenibles y encontrar formas de mantener y gestionar los recursos y servicios hídricos", remarcó.

El informe también explica que hay otras zonas del mundo, principalmente en el sur de Asia, donde abunda la sobreexplotación. Asimismo, advierte que las aguas subterráneas son vulnerables a la contaminación por "el exceso de fertilizantes y plaguicidas que provienen de la agricultura intensiva y pueden filtrarse a los acuíferos".